MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.

Capitulo 98

A Eduardo se le ocurrió rastrear a Bárbara con el celular, aunque no contestaba al menos funcionaba y junto a la policía pudieron encontrarlo a medio camino, en un lugar muy sólo, las puertas estaban abiertas y dentro del auto las pertenencias de Bárbara y Fernanda, lo revisaron y todo parecía estar bien, no había daños, la policía confirmo su teoría, se trataba de un secuestro.

Eduardo: donde estás Bárbara?...

Policía: necesito que me cuente bien como pasaron las cosas, tengo entendido que una de ellas es su esposa.

Eduardo: si, Bárbara.

Policía: perdón? Pensé que su esposa era la señora Fernanda.

Eduardo: lo era hasta hace algunos meses, pero mi esposa actual es Bárbara Greco.

Policía: ahh entiendo, es una situación un tanto incómoda señor Juarez, me gustaría saber si su esposa y su ex esposa tienen enemigos.

Eduardo: que yo sepa no.

Policía: entonces cree que se trate de un secuestro para pedir un rescate?

Eduardo: es lo más probable, ambas tienen acciones en Lactos, la empresa de Lácteos más importante del país, aunque estaba en la ruina, ahora ya está produciendo como antes y sus utilidades se multiplican cada semana.

Policía: entonces esa podría ser el móvil del secuestro.

Eduardo: estoy dispuesto a hacer lo que sea por recuperar a mi esposa.

Policía: no se preocupe, daremos con los responsables.

Aquella noche fue una tortura para Eduardo, el no saber nada de Bárbara, le hacía sentir mucho miedo de perderla, la amaba demasiado, Bárbara estaba asustada, pero no podía dejarse vencer, tenía que salir de ese horrendo lugar y volver junto a sus esposo y sus hijos.

Fernanda: pareces muy tranquila.

Bárbara: sólo estoy tratando de mantener la cordura, trato de pensar en una manera de salir de aquí.

Fernanda: ya veo, se que eres muy astuta y algo se te va a ocurrir, Bárbara dime que tanto amas a Eduardo.

Bárbara: por qué me preguntas eso?

Fernanda: porque me gustaría saberlo, recuerda que estuvo casado conmigo.

Bárbara: amo a Eduardo más que a mi propia vida, él me ha dado todo el amor que por años no tuve de nadie, por él aprendí amar, además me dio dos maravillosos hijos.

Fernanda: jamás pensé escucharte hablar así, siempre fuiste tan fría y ausente.

Bárbara: si lo dices por tu papá, es cierto jamás lo ame.

Fernanda:  lo sé y a Damián?

Bárbara: tampoco, el único hombre que he amado en mi vida ha sido Eduardo.

Fernanda: pero por años lo odiaste.

Bárbara: si, pero por que tenia una idea muy diferente de la vida, estaba llena de odio por todos, de sed de venganza, cuando regresé la vida lo puso en mi camino, y lo demás ya lo sabes.

Fernanda: tu, le diste a Eduardo lo que siempre quiso, por eso dio todo por ti.

Bárbara: es un gran hombre, no comprendo cómo lo dejaste ir.

Fernanda: las circunstancias y tu que te apareciste en su vida cuando estábamos en crisis, se refugió en ti, lo sedujiste como lo hiciste con mi papá, y Damián.

Bárbara: a que viene tu comentario?

Fernanda: si tu nunca hubieras aparecido en nuestro matrimonio, todavía estaríamos juntos, admito que eres una mujer hermosa capaz de enloquecer a los hombres vulnerables como Eduardo, supiste seducirlo y no en vano lograste atarlo con dos hijos, su sueño más preciado, yo no creo que Eduardo te amé, si está contigo seguro es porque quiso formar su familia, la que yo le negué durante el tiempo que estuvimos casados, esta contigo por compromiso no por amor, un compromiso como el que tenía cuando se iba a casar con Erika aun estando enamorado de mi.

Bárbara:estás muy mal,  no sabes lo que dices.

Así que le quitaste el hombre a tu ex hijastra.. Bárbarita!! cada vez me sorprendes más con tus alcances.

Aquel hombre apareció nuevamente..

Fernanda: quien es él?

Bárbara:  No te parece que deberías dar la cara? Cuanto quieres por dejarnos en libertad?

-NO no no... esta vez no quiero dinero, solo quiero que pagues por todas las cochinadas que me hiciste, y por lo que veo sigues haciendo de las tuyas, eres peor de lo que pensé.

Bárbara: si lo quieres es vengarte de mi, ten la valentía de darme la cara.

Fernanda: Bárbara tiene razón, díganos quien es usted y que quiere a cambio de dejarnos libres.

Muy bien, si eso es lo que quieren, ahora mismo lo sabrán...

Aquel hombre salió de la sombra y se acercó a ellas..

Bárbara: nooooo puede ser!!! Tú?