Controversia (Trilogía completa)

Cap.8 "¿Te ayudo con eso?".

—Si quieres puedo ayudarte a estudiar —mi cara se desfiguró. El se encogió de hombros. —Tengo buenas calificaciones en biología —dijo como si no se avergonzara de ello—. Puedes venir a mi casa si quieres —levanté las cejas y traté de ocultar una sonrisa. ¿Que estaba tratando de decir? —Quiero decir a estudiar. Por Dios, Alison. Deja de ser tan tú y por un minuto —me reí.

Aunque me sorprendía mucho el hecho de que me invitara a su casa, daba por hecho que ya no eramos desconocidos, si no simples compañeros de clase. Quiero decir, por Dios, el se coló en mi habitación en plena noche.

—Tendré que pensarlo —dije haciéndome la difícil, cuando en realidad quería aceptar. Me daba mucha curiosidad conocer su casa, y supongo que por ende, a su familia. A sus hermanos.

Sus hermanos no me prestaban ni la mas mínima atención, es decir, no había intentado hablar con ellos de cualquier manera, pero no tenían cara de que ser sociables, y el hecho de que la cantidad de amigos en su curriculum fuera cero, no ayudaba para nada.

Sin embargo, muchas veces los había pillado mirándome en la cafetería. Claro que no al mismo tiempo, ellos si eran disimulados. No como Nathan al principio.

—Esta bien. La oferta está, tu eliges —añadió un guiño a su sonrisa y se alejó de mi casillero.

No sabía en que momento unas treinta personas a nuestro al rededor nos estaban mirando, y tampoco había notado a Bastian a mi lado con su boca y ojos verdes tan abiertos, que parecía que no podía respirar.

—Madre santa —dije el, cuando me percaté que estaba a mi lado.

— Mierda Bastian, casi me causas un infarto —sonrió de lado, ignorando que el casi me provocaba una muerte aquí mismo, en el pasillo de la escuela, junto a mi casillero.

—¿Nathan Clarke te estaba sonriendo y guiñando, y tu te infartas por mi presencia?—revoleé los ojos—. Tenemos que trabajar en ti, eh.

Lo ultimo que quería es que, no solo me trataran de loca por tener constantes episodios de deja vu, sino que también creyeran que me acostaba con el loco, desquiciado y completamente ardiente, Nathan Clarke.

—Solo ignóralo, como yo. —Mi mejor amigo no podía creer lo que estaba escuchando. Recordando que para el, yo ya estaba loca, no pareció sorprenderle que no me estuviese desmayando luego de la sonrisa y el guiño que el idiota trepa ventanas me había dado.

—Eres increíble —negó tomándose de la cabeza, como si en realidad, el estuviese mas loco por el trepa ventanas que yo.

Cuando en realidad, lo que el no sabía, y nadie podía saber bajo ninguna circunstancia, menos Renzo porque enloquecería, Coní porque me mataría y Nathan porque lo usaría para enaltecer su ego, era que me moría y me derretía por el.

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—¡¿Que?! —grité sorprendida y furiosa—. ¿Es un chiste, verdad? —mi hermano negó con la cabeza mientras suspiraba—. Tiene que ser una broma. No puede hacer eso, Renzo.—

Una estúpida sonrisa, mas de odio que de gracia, se coló en mis labios, esperando que mi hermano se levantara de la silla, me señalara con sus dedos indices y dijera "¡Caíste!" con esa estúpida sonrisa de lado que suele usar cuando quiere burlarse de mi. Pero solo bufó como un búfalo furioso.

—Si, si puede Alison. Fue nuestra tutora toda la vida y fue nuestro jodido banco. Claro que puede hacer lo que a ella se le de la jodida gana. —El estaba mas enojado que yo y lo sabía, pero no había reaccionado como yo.

—Solo... a ver, déjame ver —le quité el papel y el sobre de las manos.

"Carta enviada a Renzo Hock. Su tarjeta de fondos ha sido de baja con éxitos. Su cuenta bancaria ahora es inexistente. El saldo acumulado será enviado a su domicilio registrado a su nombre. Muchas gracias por contar con nuestros servicios. Banco MSC, Santa Monica, California."