Capítulo 2❤✖

950 81 9
                                    

El cielo está de color gris, en realidad estuvo así toda la mañana. Los días nublados y lluviosos hacen que me sienta de buen humor, por alguna extraña razón. No había pasado nada muy interesante en la escuela hoy, Sasayan y Asako hablaron de nuevo en la hora de entrada; lo cual es un gran avance tomando en cuenta que antes no lo hacían.

La profesora de artes visuales nos explicaba lo importante que era el arte en la vida de las personas, pero casi nadie le prestaba atención, incluyéndome. Rolly está en casi todas mis clases, se puede decir que he sido testigo de todas las estupideces que hace en clase. Creí que el día de hoy Rolly no asistiría por "orgullo", pero no fue así, Rolly asistió y actuó como si nada hubiera pasado. Aunque, sus moretones, su labio partido y su ojo morado dijeron todo lo contrario.

Al terminar la clases y llegar la hora del almuerzo fui con Asako a la cafetería, nos sentamos en una de las mesas del centro. Intentaba prestar atención a mi comida, a Asako, y a lo que ella me estaba diciendo, pero simplemente no podía. Una sensación extraña invadía mi cuerpo, como si me faltara algo. Quise pensar que sería porque tenía hambre —por muy tonto que pareciera—, pero no me convencía del todo.

Después, en clase de historia, la profesora nos hizo un examen sorpresa de cosas que realmente no recordaba, lo cual fue horrible porque todos los chicos de mi clase habían terminado ya menos yo. Incluso Asako, que es pésima en historia, pensé que quizás escribió lo primero que se le vino a la mente, así que hice lo mismo aunque fuera erróneo.

Y a la última hora, que fue deporte, tuvimos que jugar a baloncesto. Me gusta ese deporte, pero no para jugarlo, sólo para verlo los sábados por la noche con mi padre y mis hermanos.

Hoy no me encontré con Haru Yoshida, ni en la cafetería, ni en los jardines, ni en los salones de clases. Estuve toda la mañana mirando a todos lados, esperando encontrarlo —aunque no quisiera aceptarlo— por alguna parte, pero no tuve suerte. Tal vez fue suspendido por la pelea de ayer, tal vez no quiso venir hoy a la escuela, o tal vez ni siquiera estudia aquí.

Y más tarde, a la hora de salida, me fui con Asako como solíamos hacer todos los días después de la escuela. Luego de un rato caminando juntas, llegó la hora de que cada una tomara caminos diferentes y se fuera a su casa.

Vivo en un vecindario tranquilo, con mis padres y mis dos hermanos mayores —soy la menor—, mi padre es pediatra en un hospital reconocido, aunque también es medico de una familia, aunque no sé cuál. Mi madre, bueno ella no trabaja, es ama de casa, aunque siempre está quejándose de que si no fuera por mí y por mis hermanos ella viviría mejor, y sería más feliz.

Realmente me entristece la idea de pensar que mi madre no nos quiere a mis hermanos y a mí, incluso he llegado a pensar que sólo está con mi padre por su dinero. No sé si sea verdad o no, pero aún así quiero creer que no.

Llegué a mi casa, anuncié mi llegada y como siempre, nadie contestó. Mi padre debía estar trabajando, mi madre por allí hablando por teléfono, y mis hermanos... Bueno, de ellos no tengo ni idea.

Caminé hasta la sala de estar y allí se encontraban Mao y Yamato, mis hermanos mayores, jugando videojuegos como siempre.

—Hey, _______, ¿acabas de llegar de la escuela? —preguntó Mao mientras comía frituras.

—No, tonto, aún sigo allá sólo vine para decir que llegaría dentro de dos horas.

—¿Enserio? —preguntó esta vez Yamato.

—Claro que no, eso fue sarcasmo. —me cruce de brazos y observé el desorden que tenían.

—No entiendo el sarcasmo, lo siento. —dijo Mao.

—Ya lo noté. ¿Por qué esto está hecho un desastre?

—Bueno, todo fue culpa de Mao.

—No, fue culpa de Yamato, fue él.

—¡No es mi culpa! ¡Tu empezaste al lanzarme con ese jarrón!

—¿Qué jarrón? —pregunté, temiendo cual fuera su respuesta.

—Uno feo, de color café o algo así, ¿por qué lo preguntas? —dijo Mao.

—Porque ese, es el jarrón favorito de mamá, y creo están en problemas. —dije, y salí de allí.

Sólo escuché un mierda de alguno de ellos dos y después ya no oí nada. Si que estaban en problemas, mi madre los regañará, quizás los castigará, no le gusta que jueguen con sus cosas.

Me levanté muy temprano hoy, es miércoles, y es un día precioso. Entré al instituto y lo primero que vi fue a un par de hombres vestidos elegantemente hablando con el hombre que cuidaba la puerta de la escuela. Al parecer, todos se habían dado cuenta de la presencia de esos hombres, parecía que todos hablaban de eso.

Seguí mi camino quitándole importancia, y allí fue cuando me encontré con Asako —que por cierto venía acompañada de una chica—, y me detuvo.

—¡_______! ¡Que bueno que te encuentro! —gritó, jalando a la otra chica.

—¿Qué sucede?

—¿Viste a los hombres que estaban en la puerta? —preguntó.

—Sí, creo que todos los vieron.

—Bueno, hay muchos rumores ¿sabes?

—¿Rumores? ¿cuáles?

—Se dice que hay un nuevo estudiante, y que ese nuevo estudiante viene de una familia muy rica. —dijo.

La chica sólo asentía mientras Asako hablaba.

—¿Era eso? Bueno, no veo nada de malo en ese rumor. Si es de una buena familia o no, no importa mucho ¿verdad?

—Es que eso no es todo, algunos más rumorean que ese chico... Podría ser un mafioso. —dijo, y se quedó pensando.

Podría ser un mafioso.

—¿M-mafioso? —dije, intentando no tartamudear, pero fallé.

—Sí, ese rumor es un poco tonto. Además, el único chico nuevo es Haru, Haru Yoshida. Nosotras lo conocemos ¿no? Supongo que no tiene pinta de delincuente ¿o sí? —dijo Asako, pensativa.

Entonces, fue allí cuando pude comprender un poco mejor todo.

"Pero bueno, le advertí a ese tipo que no se metiera conmigo. No le conviene meterse conmigo."

↪So Dangerous↩ | Haru Yoshida |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora