Capítulo 4: Mi chef modelo

2.3K 140 10
                                    

Despierto confundida, no me encuentro en mi casa ¡¿Dónde estoy?! Me miro el cuerpo, estoy vestida.

—¡Uf! —suspiro.

Por suerte, otra vez no.

¡¿Qué paso ayer?!

Estaba llorando como una tonta delante de mi trabajo, sentada estúpidamente en el suelo y...

¿Alisha?

Lloraba, no tenía ganas de hablar con nadie. No me importaba quién era, solo quería llorar por haber sido usada y mi oportunidad de una pareja normal se había ido a la concha de la lora. O sea una mierda. Todo se había ido al traste, todos mis sueños se desmoronaron en un instante.

—Alisha —volvía a llamarme.

Funcí el ceño y levante la vista aún con mi cara llena de lágrimas.

Ronny.

¡¿Por qué?! ¡¿Por qué Ronny?!

¿Qué quieres? Degenerado ¡Déjame en paz! —lo agredí como siempre, como a todos.

Él se río.

La reina maleducada nunca se va, ni aunque esta sufriendo —me ofreció su mano para levantarme pero yo la ignore.

He dicho que me dejarás, cavernícola —lo mire más enojada de lo que se puede estar.

Anda, no muerdo. Juro solemnemente que esta noche no lo haré. Claro, si tú no quieres —mueve las cejas el chico N1 en el top 10 de los modelos más calientes. Ahora veo porque esta en ese puesto. Su sonrisa es encantadora cuando es amable. Pero no me puedo dejar engañar. Se quiere aprovechar de mí, ahora que estoy frágil, soy presa fácil.

Sí, muy fácil. Acepte su mano esta vez.

Tomamos unas botellas luego de llegar a su casa y él me tendió en su cama pero... Milagrosamente, no me toco ni un pelo y se fue a dormir al sillón.

Sí, el sillón. Todo muy raro.

Regreso de mis pensamientos y camino a la sala. Ronny esta cocinando algo que huele bastante bien. Hay que admitirlo, él también se ve bastante bien. Tiene un cigarro en su boca, en esos labios carnosos, listos para morderse. Sus ojos verdes lo hacen destacar y su cabello castaño claro le combina a la perfección. Debo admitirlo otra vez, esta buenísimo pero no voy a caer. Es un pervertido.

Su departamento es bastante lujoso, obvio es rico y famoso, número 1, ya lo dije. Nunca estuve aquí, pero me lo imaginaba. Su casa tenía que ser como esta, impresionante.

—¡Hey! —se percata de mi presencia —¿Quieres? —me ofrece unas galletas.

—¿Las hiciste tú? —me sorprendo, un idiota como él ¿Cocinando? No me lo creo pero...

Las pruebo ¡Esto es delicioso!

—¿Y bien? ¿Te gustan? —asiento y el comienza a hablar —cuando era pequeño siempre quise ser chef o pastelero... Que delicia —muerde una de sus galletas —estudié para ello pero mis padres y amigos dijeron que debía ser modelo o algo así y heme aquí —se ríe —no siguiendo mis sueños.

—¿Y por qué no seguirlos? —frunzo el ceño —¿No puedes ser ambos, idiota? Modelo y chef a la vez...

—No —me interrumpe —en realidad iba a hacer eso pero... me llaman tan seguido por mi trabajo de modelaje, que no tengo tiempo para cocinar.

—Entiendo.

—Pero tengo tiempo para otras cosas —se acerca y me acaricia el cabello.

—¡Ya está, lo arruinaste! —me aparto —ibas bien hasta que hablaste de esos temas.

—No lo puedo evitar —sonríe —eres demasiado sexy, ya sabes, como tú dices siempre, soy un cavernícola —se ríe.

—Puto cavernícola —lo corrijo enojada. ¡Ag! Estoy harta.

—¿Tú que quieres? —pregunta y me confunde.

—¿Qué quiero de qué?

—Te dije que no te mordería ¿no?

—Pu... Pues sí —digo sonrojada.

—Entonces... ¿Por qué enojarse?

¡Ag! Me cago en lo que ha dicho, ¡Tiene razón! Ha jugado en mi contra ¡Qué rabia!

—Olvídalo, hay que trabajar —mejor lo ignoro.

Él acepta y llegamos a la agencia en su auto de último modelo, obvio, completamente caro.

Al entrar me encuentro con Mark y las mariposas regresan a mi estómago. Aunque todo pareciera de rosa al verlo, también veo a Frederick. Observo a una chica al lado de "mi rubio" y no es... es claro que no es mi rubio. Eso no es lo complejo, el problema viene de que...

Llego con Ronny, tanto Mark como Frederick nos miran con cara de pocos amigos. Obviamente, Ronny se siente el Rey. Yo me siento un trofeo. De igual forma...

¿Quién es esa chica? ¿la prometida de Mark? ¡Ag, que rabia!

Atracción físicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora