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Emma estaba en su habitación, escogiendo la ropa que se llevaría al ensayo de Freddie y los chicos de la banda.
Se miraba al espejo; su rostro, ligeramente maquillado. Estaba en ropa interior, tratando de pensar que atuendo sería el ideal.

- ¡Ya sé que ponerme! -exclamó al girarse y tomar un vestido floreado.

Rápidamente se lo puso, en seguida  tomó unos tenis negros y al igual se los puso. Se miró nuevamente al espejo, para inspeccionar su vestimenta. En ese momento su móvil sonó, velozmente corrió hasta donde estaba y respondió.

- Hola.

- Hola, mi amor -la saludó su novio Matt.

- ¡Matty, hola! ¿Dónde estás?

- Estoy con mi tío, trabajando -respondió él.

- Cierto, lo olvidé. ¿Cómo estás?

- Bien, te extraño demasiado... Y me gustaría verte, pero hoy me es imposible -dijo él, con tristeza.

Emma miró por su ventana. Tragó con dificultad. Llevaba casi una semana sin ver a su novio, lo cual la tenía algo triste.

- No te preocupes, amor. Yo entiendo.

- Te juro que mañana nos veremos.

- Tranquilo, amor. De hecho, hoy iré a ver la banda donde está Freddie. Está muy emocionado.

- Ayer me comentó lo de la banda. Pude notar su emoción en cada palabra. Tiene una voz poderosa. Sé que llegará lejos.

- Yo igual. Me da tanto gusto por él. Quiero verlo realizar sus sueños.

- Oye, Emma... -la voz de él sonó tímida.

- Dime, Matt -la pelirroja frunció el ceño.

- ¿Recuerdas qué sucederá en un par de días...?

La pelirroja sintió un gran cosquilleo en su abdomen. Se le formó una enorme sonrisa. Sus mejillas de inmediato se tornaron rosadas.

- Cumplimos cuatro años de novios... -dijo en un hilo de voz.

- Exactamente, los mejores cuatro años de mi vida -corroboró él.

- No puedo creer que ya son cuatro años... Todavía recuerdo cuando me hablaste por primera vez...

- Sí, ¡fue patético! Parecía tonto.

- Claro que no -dijo ella entre risas-. Fue muy tierno. Raro, pero tierno.

- Y tu expresión de miedo al verme. Freddie sólo me miraba como si fuera un bicho raro. Pensé que me mataría.

- Ya sé y cuando te dijo que te alejaras, que te veía tus malas intenciones.

- Y lo peor de eso, fue que después él me ayudó para que fueras mi novia.

- Sí... Por eso adoro a Freddie.

- Oye, me vas a poner celoso, eh.

- ¡Pero es Freddie! Es el hermano mayor que siempre quise.

- Cierto... Olvida mis celos por ese loco.

Tocaron a la puerta de la habitación de Emma, ella corrió para abrir. Fuera de la habitación estaba Freddie, más desesperado que nunca.

- ¿Lista? -preguntó el moreno al entrar a la habitación.

- Sí, ya voy, deja me despido de Matt.

- Cómo no se cansan... -musitó su mejor amigo.

- Cállate, insolente.

• COULD IT BE U, SWEET LADY • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora