- No...

- Y se puede saber por qué entonces tú, no te llevas bien con Taemin? él también es mi amigo, pero a diferencia de Luhan, el no anda tocándome ni yo dejo que lo haga, como tú

- Oh, tú no has dicho eso - Kyungsoo le golpeó el pecho, estaba muy enojado y se aseguró de que le doliera, y volvió a golpearlo en un intento de alejarlo, pero el moreno fue más rápido y lo sujetó de ambas muñecas.

- ¡Basta, Kyungsoo!

- ¡No! Ese, es un asunto totalmente diferente, ya te dije que él va detrás de ti, y tu eres tan idiota que no te das cuenta.

Las mejillas de Kyungsoo estaban rojas, presumiblemente más por ira que por otra cosa, su ceño arrugado y Jongin no pudo evitar mirar los labios casi fruncidos de su chico. Diablos, aún estaba muy molesto, muy, muy molesto, en serio, pero eso no quitaba el hecho de que quisiera comérselo en ese mismo instante.

- Jongin... Jongin me estás escuchando? Te dije que-
Y pasó. Los labios de Jongin lo estaban atacando sin poder hablar. Su cuerpo estaba inclinado hacia el suyo, aprisionándolo contra el sofá sin soltar sus manos.

Kyungsoo pudo haberse resistido un poco más, pero no tenía caso, estaba en desventaja, y no porque Jongin fuera más alto o fuerte, si hubiese querido lo habría pateado en la entrepierna y sería suficiente para alejarlo, pero Jongin sabía usar muy bien sus labios y su lengua.
Jongin se aseguró de que el bajito estuviese lo suficientemente ocupado respondiendo el beso para soltar sus muñecas, bajando atreves de su cuerpo hasta su cintura, tomándolo con fuerza que hizo a Kyungsoo gemir por lo bruto que era. Pero estaba bien, hace un momento había estado molesto así que no sería amable, le demostraría que nadie puede tocar lo que es suyo. El moreno introdujo su lengua en la boca del otro, encontrándose con que el bajito no le iba a dejar todo el dominio. Ambos se peleaban por quien tenía el control. Jongin gruñó en su boca y bajó su cuerpo hasta estar sobre el de Kyungsoo, quien automáticamente separó un poco las piernas para dejar espacio suficiente a Jongin a que se acomodara en el.

Sonrió al percibir como ambos estaban juntos, y luego de acariciar su pequeña cintura con los dedos, movió sus caderas, empujando el cuerpo bajo él. Kyungsoo gimió sin poder resistir cuando ese movimiento hizo que sus miembros se rozaran, algo que Jongin encontró tan delicioso que continuó haciéndolo, y en venganza, Kyungsoo aprovechó de morder sus labios con fuerza. Jongin se separo lo suficiente para poder ver su rostro de frente. Ambos respiraban con dificultad y ya estaban bastante excitados.

Jongin pasó su lengua por el labio dañado y Kyungsoo le sonrió con malicia, el aire desprendía enojo y excitación al mismo tiempo, y ambos no eran buena combinación.

- Deja de ver a Luhan

- No

Jongin arrugó el ceño y bajó su mano hasta la pierna del bajo, la sostuvo y la levantó, pegándola a su cadera para presionarse aún más a su cuerpo. Kyungsoo se mordió el labio para no soltar ningún ruido que le diera la ventaja a Jongin

- Entonces no permitas que te toque, esto... y repito, todo esto es mío - Jongin se inclinó para oler el cuello del mayor, pasando su nariz por todo el borde y luego, muy despacio, sacó la lengua y con ella, fue humedeciendo la piel caliente de Kyungsoo que solo pudo llevar sus manos a la espalda del moreno y apretarlo fuertemente, evitando mostrar lo mucho que le afectaba que hiciera eso. Aunque era evidente. Jongin sentía como el pequeño se retorcía y de vez en cuando, daba pequeños saltos cuando sus dientes entraban en contacto.

- No dejes marcas, Jongin.. mi mamá..

- Shh... - El moreno no iba a hacerle caso porque bueno, él debía asegurarse que Luhan viera esas marcas en el cuello de su novio, sabía que si este le preguntaba a Kyungsoo por ellas se pondría rojo y eso sería perfecto para dejar en claro que en el corazón de Kyungsoo solo estaba él y que, no había espacio para ningún rubio mal teñido.

- Jongin... - Kyungsoo suspiró y el moreno estaba tan encantado con lo sensible que era el bajito, adoraba tocar su cuello porque siempre se estremecía y parecía un gatito que se deshacía con su toque. Por eso nadie más podía tocarlo, solo él podía causar eso en el otro. Estaban tan sumergidos en su momento, que apenas fueron conscientes del sonido de las llaves y una puerta siendo abierta.

- Kyungsoo, cariño, ¡ya llegué!

La voz alegre y cantarina de su madre les hizo separarse en el acto, ambos se miraron con los ojos tan abiertos como platos antes de separarse por completo en medio de torpes movimientos.

- ¿Bebé?

Bien, Si ellos eran descubiertos podían despedirse de todo lo que conocían hasta ahora.

- Vete... - Kyungsoo lo empujó y trató de acomodar su ropa tan torpemente, pero Jongin no tenía tiempo para eso, necesitaba desaparecer de ahí o sería sepultado por su suegra.

- Y dónde se supone que me vaya?

- Kyungsoo? qué pasa? - La mujer tardó en entrar por la cantidad de bolsas del supermercado que cargaba, y Kyungsoo realmente entró en pánico, así que empujó a Jongin sin cuidado alguno hacia el pasillo y el menor sin pensarlo se metió a la primera puerta que encontró. - Ayúdame con las compras, bebé

- Yo, ah! si... ya voy. - Le ayudó con las bolsas y las cargó hasta la cocina. Su madre se quitó los guantes y la bufanda, hacía un frío insoportable en la calle y lo mejor sería encender la estufa, pero se sorprendió al ver a su hijo que casi parecía estar sudando

- Bebé, estás bien? - Kyungsoo parecía desorientado y la mujer se preocupó aún más, acercando su mano a la frente de su hijo.- Creo que tienes un poco de fiebre, Por qué no enciendes la estufa mientras voy a buscarte un remedio? Te prepararé una sopa para que comas algo confortable, si?

Ella le sonrió dulcemente y Kyungsoo solo pudo responder con una sonrisa medio mueca que le salió. Caminó hasta el pasillo para ir a su habitación, quizás entre sus cosas habría alguna pastilla para el refriado. El bajito tardó bastante en reaccionar, y correr a la habitación de su madre, afortunadamente la encontró en el pasillo.

- ¡Mamá!

- ¿Qué pasa?

- Yo... este -Kyungsoo se mordió el labio, ella tenía una mano bien sujeta a la manilla de la puerta - En verdad creo que me desmayaré de hambre.. por qué no cocinas algo y yo busco las pastillas?

- Oh, de acuerdo bebé - Ella dejó un beso sobre el cabello de su hijo, deteniéndose un momento.- Qué te paso en el labio?

- Oh.. yo.. en realidad creo que tenía mucha fiebre y me caí, pero.. no fue nada importante, de verdad
- Cielos! Mi pobre ángel... te prepararé algo delicioso y te irás a la cama luego, está bien? - Él asintió y ella muy conforme dejó al menor, retrocediendo el camino ya hecho.

Entró en la habitación y allí estaba, Jongin estaba pálido y soltó un gran suspiro de alivio cuando Kyungsoo entró y cerró detrás de él.

- Tienes que irte... mi mamá va a matarnos y yo aún quiero vivir un poco más - Kyungsoo quitó el seguro de la ventana y le indicó que podía irse por allí, la ventana no era alta y el bien podía huir sin ningún problema.

Jongin asintió y más tranquilo caminó hasta la ventana. Kyungsoo ya debía irse o levantaría sospechas. Una vez más iban a tener que posponer su conversación ya que no llegaron a ningún acuerdo, al menos algo ventajoso había pasado.
Kyungsoo abrió un cajón y tomó las pastillas. Jongin iba a salir por la ventana cuando sus ojos se fueron hacia la pared cercana, allí donde había un montón de fotos pequeñas y una en especial.

- Pero qué...? - Susurró Jongin viendo como un Kyungsoo de lindas mejillas era abrazado por otro chico. Si Jongin antes estaba confundido, ahora mucho más porque.. qué mierda hacía Kyungsoo y Taemin medio abrazados en un foto?

- ¿Kyungsoo? - La madre del bajito había regresado a la habitación y ahora veía a su hijo en la puerta y a otro chico que no conocía colgado en su ventana - Oh por dios, ¿qué es todo esto?

O ÉL O YO (KAISOO)Onde histórias criam vida. Descubra agora