Capítulo 1

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Caminando por la fina arena de la playa se encontraba Yanira abrazada a sí misma, con sus ojos puestos en el horizonte y su mente pensando en ese día que tal y como hoy hace dos años que fallecieron sus padres en un trágico accidente de automóvil.

Desde ese día, su vida cambió totalmente.  Se quedó sola al cargo de sus dos hermanos mellizos. Naim y Yasmina. Dos adolescentes de 16 años. Yasmina es una chica tranquila, sin embargo Naim es todo lo contrario. Inquieto y problemático. No para de meterse en líos debido a esos amigos con los que se junta.

Yanira es una joven de 22 años, a pesar de su juventud ha tenido que madurar antes de tiempo. Desde que sus padres murieron, ella se hizo cargo de la casa y de su familia. Y si fuera poco, trabaja en un salón de belleza como peluquera y esteticista. Debe de aguantar a la amargada y recién divorciada de su jefa, Gloria.

Sino fuera porque le paga bien, la había mandado a paseo hace tiempo, pero como le hace tanta falta el dinero, debe de callarse y aguantar cada grosería que le suelta su jefa y en ocasiones hasta se mete con ella por tener unos kilos de más.

Yanira odia mirarse a un espejo, es mirar el reflejo de ella misma y entrarle los siete males. Nunca se ha acostumbrado a vivir con la talla 48, nunca se ha sentido a gusto con su cuerpo, de siempre ha mirado a otras mujeres más delgadas percibiendo pinchazos de envidia.
Ver a esas mujeres con esas piernas esbeltas, sus cuerpos luciendo vestidos entallados, era entrarle la nostalgia y dejar de comer. ¿Acaso iba solucionar algo con no gustase así misma?

Pero a quien iba ha engañar, ella misma veía en la peluquería como las mujeres se arreglan para estar divinas. Dado porque la sociedad de hoy en día demanda tener buen tipo de gimnasio e ir maquillada, gustas más que si eres una mujer gordita, que tan sólo te miran por el volumen de tu cuerpo. Como no se va deprimir y más si a sus veintidós años no ha estado con ningún hombre.

Sólo hay uno que ocupa su mente, por el cual vive ilusionada pensando en el día que él la acepte tal y como es, poniendo sus ojos en ella. Ese hombre es Álvaro, el hijo de su jefa.

Desde el primer día que lo vió, su corazón solo late más deprisa cuando lo ve, sus mejillas toman color y al ser una chica ingenua, hace lo que sea para que él se fije en ella. Incluso le ayuda cubriéndole con su madre cuando no va a la peluquería, llegando hacer de secretaria, ocupándose en llamar a sus ligues de una sola noche.

Para otros ojos, como los de su amiga Susi, Yanira solo está haciendo la gamba por un tío que solamente la utiliza. Para Yanira es todo lo contrario. Es la excusa perfecta para poder estar cerca de él. Se conforma con tan poco, que con un simple beso en la frente de agradecimiento por parte de él ya le sobra.

Y como se suele decir lo último que se pierde es la esperanza. Yanira a pesar de todo vive ilusionada con Álvaro soñando con ese día que se le declare.

Del sueño a la realidad hay un paso.
Desde hace una semana lleva el tutor de su hermano llamándola para hablar sobre las notas de Naím.
El profesor empieza narrándole acerca de su comportamiento, después sobre su conducta en clase para terminar comentándole que los últimos exámenes sólo pone su nombre y lo entrega en blanco.

Yanira no sabía ni qué responder ante el profesor, lo único que podía hacer era mirar al suelo avergonzada aguantando su ira contra su hermano.

Después de despedirse del profesor, consultó su reloj, habían pasado diez minutos y aún no estaba en el trabajo. Llamó a Susi asustada ante la reacción de su jefa, para su buena suerte aún no había llegado.

Se montó en su coche, un seat ibiza de más de quince años. El que se pudo comprar con sus ahorros. Al morir sus padres sólo le quedaron deudas. Y con la pensión de su abuelo y lo que gana ella van llegando a final de mes.

El tráfico en la ciudad pareciese ir lento. En la radio, en la prensa, se estaba anunciando que iban a rodar un corto de una película en la ciudad. Y como principal actor protagonista, sería el guapo y atractivo Alexander Arasi, y la guapísima Valería Zabala como actriz protagonista. Toda la ciudad estaba revuelta ante tal evento. Por su puesto las fans de Alexander guardaban fila durante horas para poderlo ver.

Desesperada porque el tráfico no avanzaba, Yanira empezó a desesperarse. Su paciencia estaba llegando al límite, los minutos pasaban y ella seguía sin estar en su puesto de trabajo. Se podía incluso a imaginar la cara de Gloria y como le alzaría la voz regañándole, incluso llegando a despedirla.
Un escalofrío recorrió su espalda hasta que de pronto alguien le dió un golpe por detrás al coche.

--Dios mío, pero que tuve que hacer yo de malo en mi anterior vida, para tenerla que pagarla en esta. --Pronunciaba furiosa Yanira mientras se bajaba de su auto.

--Disculpe señorita. Yo he tenido la culpa.--Le dijo el dueño del coche a la vez que miraba lo sucedido al coche.

--Pues claro que la ha tenido, mire que bollo le ha echo a mi pobre coche.

El hombre que tenía ante ella, ocultándose con una gorra y gafas de sol de aviador, miraba asombrado a esa desconocida que no dejaba de pronunciar palabras obscenas caminando nerviosa de un lado a otro.
Él tranquilo, se fue para su auto, un Audi Q7 negro,para sacar el parte y que se ocupara el seguro del golpe.

--Disculpe señorita, no tiene porqué alterarse, deme su parte de seguro y el mío se ocupará de arreglar el desperfecto, para eso están los seguros. ¿No cree?

El cuerpo de Yanira se quedó frío incluso llegándose a poner pálida. Su coche no tenía seguro. En el último semestre no lo pagó. Y eso le causaría una denuncia. Inmediatamente Yanira cambió de padecer, se relajó aparentemente disimulando una sonrisa moviendo su mano en el aire quitándole importancia al asunto, acto seguido volvió a meterse en su coche.

--Espere señorita, debe facilitarme los datos.--Intaba hablar aquel hombre que no entendía qué estaba ocurriendo.

--Mire señor, no pasa nada, además el coche ya tiene más golpes por otro más...Disculpe las molestias y que tenga buen día.--Le respondía ella arrancando su auto para llegar cuanto antes a su trabajo.

Mientras tanto, aquel hombre se quedó sorprendido con la muchacha. 《Era algo rara》Pensó, mientras se montaba de nuevo en su coche recién estrenado. Puso su auto en marcha, mientras conducía no podía quitarse de la cabeza el raro comportamiento de esa chica.

Disgustado Alex siguió conduciendo hasta llegar a los estudios de grabación donde empezaría a memorizar el guión de su nueva película. Para Alex era muy importante esa película, se jugaba ser galardonado a los Oscar's como mejor actor. Desde que empezó su carrera como actor, ha sido seleccionado dos veces pero aún no conseguido la estatuilla. Y como se suele decir a la tercera va la vencida. Y por supuesto haría todo lo posible por conseguir ese premio y ese reconocimiento que tanto ansíaba.
Aunque para ello tuviera que trabajar con Valería. Una mujer que no le cae nada bien, debido a que va diciendo mentiras sobre él y ella a la prensa.

Apurada y nerviosa llegó Yanira a la peluquería. Al entrar, Gloria la esperaba en su oficina para hablar con ella. En ese momento Yanira tembló por dentro, había llegado tarde a su trabajo y su jefa no le gustaba la impuntualidad. Sus temores afloraron por su organismo, antes de tocar la puerta de la oficina de Gloria, una palabra se cruzó en su mente. Seguramente la despedirá.

ÁMAME O DÉJAMEWhere stories live. Discover now