Could you be my hero?

Capítulo 2.

El timbre molesto de su móvil hizo que despertara de su sueño, lo observo aún con los ojos medio cerrados, al ver que era su madre contestó con algo de desgana, no los odiaba pero les tenía rencor por haberlo dejado solo. Aprovechó para mirar todos los mensajes y contestar; miró la hora y vió que iba algo tarde, se arregló lo más rápido que pudo con el uniforme del colegio, pantalón negro y la típica camisa de instituto, lo odiaba tanto pero no podía hacer nada. Cogió lo necesario y bajó al portal donde su compañero de clase, Vernon, lo estaba ya esperando. 

-UY, esa chaqueta no es de Senpai~-dijo Vernon abrazando a su amigo.

-SI, pero todo tiene una explicación, verás-el chico no pudo acabar la frase ya que Vernon le tapo la boca.

-Si, todo muy bonito y romantico, pero hoy vamos algo tarde así que espabila!-dijo tirando de su brazo para ir hacia clase.

De camino al colegio se encontraron con su grupo de amigos, una vez llegaron al colegio Eunwoo fue corriendo al lado del árbol principal, donde se encontraban Moonbin y sus amigos.

-Hyung, muchas gracias por dejarmela ayer-dijo EUnwoo con una gran sonrisa en la cara

-Oh~de nada pequeño-dijo Moonbin cogiendo la chaqueta con esa sonrisa tan peculiar y que Eunwoo tanto amaba- Nos vemos~-le revolvió el pelo y se giro hablando de nuevo con su buen amigo Chanwoo

-Ese chico está loquito por ti y lo sabes-dijo Chanwoo alzando una ceja, haciendo que su amigo se echara a reir.

-No seas bobo Chanwoo, la verdad es que el chico tiene su encanto-dijo con un rojo en las mejillas.

Eunwoo corrió hasta llegar donde se encontraban sus amigos, los cuales no podían evitar esconder la risa, sus mejillas estaban más rojas que nunca y su sonrisa era especialmente brillante. Las clases terminaron y fueron cada uno a su casa, Eunwoo se duchó y se preparó para ir a trabajar, como aún tenía un par de horas aprobechó para estudiar un poco y descansar. <enseguida se hicieron las 20.00 y eso significaba que era hora de ir a la "cárcel", como el lo llamaba. Todos pensaron que trabjar en un bar era fácil, pero no era exactamente así, y ser un chico atractivo no ayudaba nada.

Se puso los cascos, la chaqueta y se dirigió a su trabajo, por el camino un par de viejos le llamaron algo que no le gustó nada escuchar, pero ya se había acostrumbado asique pasó de ello, como si ni se hubiera inmutado. Una vez llegó al sitio dejó las cosas en una pequeña taquilla que tenía en la sala del encargado y se puso manos a la obra. Pasaron un par de horas cuando un grupo de chicos entraron en aquel antro, unos chicos que llamaron la atención de Eunwoo, eran Moonbin y sus amigos. "¿Qué hacen ellos en un lugar así?" se preguntó a si mismo curioso.

Un grito hizo que dejara sus pensamientos de lado, un grupo de señores lo llamó, él puso la mejor sonrisa que pudo y se dirigió a ellos. Una vez allí uno de los cuatro hombres le tocó el culo, cosa que hizo que Eunwoo se sobresaltara, pero él no podía hacer nada ya que su jefe le había dejado bien claro en más de una ocasión que él estaba allí para servir al cliente y debía aguantar lo que le hicieran. La cosa no terminó allí, uno de los hombres se puso de pie a su lado y otro le tapó la boca por detrás, y entre todos lo llevarón al baño, cerrando la puerta. Eunwoo se asustó y se empezo a mover todo lo que podía pero era imposible soltarse; los hombres tenían mucha más fuerza que él. Cada vez estaba más agotado, pero algo hizo que su piel se erizara.