18

50 3 0
                                    

Maddison se había quedado en su habitación esos días, después de la última charla con Alec no había vuelto a la universidad.

Ya era viernes y había decidido encerrarse escuchando música, en eso ve su celular alumbrar, se estira para alcanzarlo y ver de que se trataba y ve el mensaje de Rita.

Releyó el mensaje varias veces, uno, su mejor amiga le hablaba de nuevo, dos, Alec no quería verla y tres, no sabía que hacer.

Su prima toca la puerta y luego asoma su cabeza por el borde de la puerta.

- ¿Maddi? ¿puedo pasar? - asiente - Deberías bajar cenar, se que me dirás que no tienes hambre pero ni ayer ni hoy has comido.

- Pues no tengo hambre.

- ¿Qué pasa Maddi? Sabes que puedes confiar en mi.

- Esta bien - dice - la he cagado ¿recuerdas la platica de tú cumpleaños? - ella asiente - hice lo que me dijiste, me hice amiga de Alec e incluso lo hice amigo de Jace y Rita pero todo se repitió de nuevo, Alec me dijo que le gustaba y ahora Jace y Rita no me hablan y Alec se mudara hoy.

- Maddi, si no te conociera no te diría esto, no estarías así si el no te gustara ¿a qué le tienes miedo?

- ¿De qué hablas? Yo no tengo mied...

- Puedo notarlo, hay algo en ti que tiene miedo y por eso te comportas como una tonta.

- ¿Pero qué tienen todos? No dejan de decirme que soy una tonta. - dice ofendida.

- Pues te comportas como una, mira Maddi, soy mas que tu prima, hemos crecido juntas y sabes que puedes contar conmigo y decirme cual es tú miedo. - le dice sincera.

Maddison suspira y se queda en silencio no sabiendo por donde empezar a contarle.

- ¿Y bien Maddi? - Anna la mira esperando una respuesta.

- Supongo que a perderlo ¿y si lo intentamos y no funciona? Anna, él es mi mejor amigo, ha sido así toda mi vida, yo... No quiero perderlo. - admitió al fin.

- ¿Y él lo sabe? - niega - comportándote como una tonta si lo vas a perder, no te das cuenta Maddi, ahora dime que vas a hacer algo para cambiar tu situación.

- ¿Crees que deba buscarlo? - dice Maddi aún sin estar segura.

- Claro! Anda, levántate, te llevo en mi auto.

Ambas salen de la habitación, Maddison era un manojo de nervios, sentía sus piernas como gelatina.

¿Qué le iba a decir una vez que lo tenga frente a ella?

No sabia pero ya estaban en camino y no había marcha atrás con su prima al volante y además no era un recorrido muy largo ya que él no vivía muy lejos de su casa.








Deseo CumplidoWhere stories live. Discover now