Así como de imposible es ocultar que estás enamorado, igual de imposible es pasar por desapercibido el momento en que el interés se esfuma. No hacen falta palabras, las acciones mismas son las que hablan. No hace falta esforzarse por fingir que las cosas van bien, pues el tiempo mismo revela lo que sucede, sin mínimo esfuerzo.
Es difícil entender cómo algo tan bello se oxida y ni siquiera te dabas cuenta hasta que era demasiado tarde. Dos personas que luchaban por permanecer juntas, de pronto dejaron ganar a la monotonía y cuando uno quiso ponerse a pie de lucha nuevamente... el otro finge que nada pasa. Y ese uno soy yo, no puedo pelear sola en esta batalla de dos.
Dime por favor qué sucede, si acaso el amor se te escapó y se acurrucó en la sonrisa de alguien más. Quisiera saber si aún hay algo que pueda hacerse, o debo dejarte partir. Será difícil, pero no sé si quiero seguir sintiendo está soledad, incluso teniéndote a mi lado.
Prefiero franqueza a seguir mintiéndome. Y no te culparé si me parto en dos. Es difícil esforzarme por mejorar para ti y no ver resultados. ¿Sabes? me duele mucho tener tanto por dar aún y que tú no me lo permitas con tu actitud. Ya no sé de qué manera decirlo, ya no sé cómo debo actuar. A veces me pregunto si lo mejor es simplemente decirte adiós, o si acaso muy en el fondo deseas que siga luchando. Pero eso no lo sabré, si no te atreves a decirme lo que realmente piensas.
No te pido perfección, ni mucho menos que te conviertas en alguien que no eres, sólo pido sinceridad... Sólo quiero saber si aún me amas y si la respuesta es "no"... Entenderé, o bueno, trataré de entenderlo, pero necesito escucharlo, necesito tener claro un camino.
Mírame a los ojos, dime lo que tengas que decir. No termines por matar lo que sentimos alguna vez. Si mi parte en tu historia terminó, por más que duela, tomaré mis cosas y me marcharé. Pero si aún queda cuando menos una gota de esperanza, ¡lucha!, ¡luchemos juntos! no quiero perderte, no quiero que las cosas terminen mal. Tan sólo, por favor, hazme saber lo que pasa, que tu indiferencia me mata y me llena de confusión.
No quiero más miradas perdidas, no quiero más besos secos, no quiero más promesas de que nada malo sucede. Sólo quiero saber si debo aferrarme a tus brazos...
O simplemente partir con esperanzas huérfanas en mis maletas.
