El silencio retumba de pared a pared y poco a poco pierdo la noción del tiempo ¿qué día es hoy? No lo recuerdo, y ni siquiera creo que importe. Los minutos se consumen lentamente, mientras rememoro los instantes que pasaron fugaces a tu lado. ¡Qué irónico es el tiempo! Entre más deseo regresar al pasado, lo segundos transcurridos después de cada respiro se vuelven parte de él.
Cariño, sé que lo arruinamos, sé que probablemente ya no quieres saber de mí, que tal vez alguien más te está haciendo sonreír. No quiero echar todo al olvido, no quiero soplar las pocas cenizas de amor que me quedan de entre los dedos... No quiero dar más pasos lejos de ti.
A veces pienso seriamente en sacar tu recuerdo de mi vida, pero hay algo que no me deja ¿necedad? No lo sé... Tal vez es la esperanza de que vuelvas, trayendo todas aquellas promesas ya cumplidas enredadas en tu cabello, y con los ojos llenos de ilusiones.
Y así han transcurrido estos días, preguntándome qué sería si estuvieses cuando recibo buenas noticias y cómo me abrazarías en mis días malos. Camino sola a casa, y en cada paso siento más frío, mientras te imagino a mi lado... Pero nunca estás, ya no estás.
¿Qué debo hacer? Necesito saberlo, necesito ese último consejo de ti. No sé a qué espero, ni siquiera sé si las cosas vuelvan a ser lo mismo... Y digo que no lo sé, porque me duele aceptar que sin duda NO volverán a ser igual. Pero ¡rayos! Te extraño, y odio decirlo, odio aceptar esta debilidad, odio cerrar los ojos y también verte ahí. Odio cada momento en que deseo que llames y no lo haces, y odio cuando acepto que no pasará... Y después de unas horas vuelvo a esperar.
Necesito que me digas, si vas a volver... Si has pensado cuando menos un instante en hacerlo. Quiero saber si también se te carcome el corazón cuando me miras a lo lejos. ¿Has sentido miedo de sólo pensar en que logre olvidarte? ¿Te duele también el solo hecho de imaginarme con alguien más?
Responde a eso, y sean cuales sean las respuestas házmelas saber, aunque me destruyan... Es mucho mejor quebrarme de una vez que seguir partiéndome trozo por trozo. Y si eres feliz, si me has sacado de tu vida, si ya existe alguien que te hace sentir mejor de lo que pude hacerlo yo... No me quedará más que aceptarlo y emprender este nuevo viaje...
No quedará más que aceptar que a veces los sueños más bellos no se cumplen.
