parte 3 -por favor, sin rencores-

292 23 0
                                    

Mientras observaba como se besaban aquellos tipos no pude evitar sentirme incomodando, sobretodo porque sabía que iba a ver al mismísimo Joel Travers a quien había rechazado de una forma inolvidable.

-busco a Joel Travers- dije irrumpiéndolos. El rubio de peinado hacia atrás me miro con una mueca rencorosa por haber irrumpido su beso. El otro tipo de poca ropa volteo a verme y se fue inmediatamente.

-soy yo- no lo podía creer, el ¿era Joel Travers? Era más alto que yo, esta vez, se podía notar la mirada presente y al parecer molesta sobre mí. Ya no llevaba puesto ese abrigo marrón, ni tampoco parecía un hombre desalineado. Había cambiado. – ¿sí? ¿Que se te ofrece? O vas a quedarte mirándome así toda la tarde- despabile y saque mi mirada sorpresiva sobre él.

-si... emmm- aclare mi garganta nervioso, tratando de volver en mi sin distracciones. –sí, me enviaron de la empresa de marketing y publicidad. Vine para diseñar el anuncio, debo saber las medidas, color, etc-

- ya veo. Pero dejemos eso para después de que te presentes- no se acuerda de mi. Suspire aliviado. Parece que no.

-si... lo siento. Mi nombre es André Dorly. Es un placer trabajar para usted- estrecho su mano para saludarlo.

-el gusto es mío sr Dorly- que alivio, no se acuerda de mi. Bueno, después de la manera en la que lo rechace, preferiría no acordarse. O eso creo.

-un momento- su mano seguía entrelazada con la mía mientras nos saludábamos. – ¿tú no eres el chico de la preparatoria? ¿Cómo te llamaban los chicos allí? Mmm... lo tengo; Steven Tyler- ¿Qué? Vamos, esto debe ser una broma. Espero que no me guarde rencor después de tanto tiempo. Ya no somos niños. Por dios, estoy aterrado.

-S...sí, soy yo. ¿Cómo has estado?- cuando se acordó de mi, mi corazón empezó a palpitar cada vez más rápido. Sentí como un terrible y vergonzoso calor comenzó a recorrer por mis mejillas.

-¿desde que me rechazaste de esa forma?- ¿no puede evitar hablar sobre ese tema? Es pasado, ahora somos adultos. Separe nuestras manos y las coloque en el bolsillo de mi pantalón porque comenzaban a sudar de nervios. –de maravilla ¿y tú? A estas alturas calculo que ya tienes esposa, ¿verdad?- el sonreía simpáticamente y yo trataba de verme bien imitándolo.

-pues no, la universidad y el trabajo demandan mucho tiempo- sonreía como un inútil, lo único que quería hacer era salir corriendo lo más pronto posible de allí.

-ya veo- volteo a tomar una copa. –siéntate, tomate unos tragos antes de comenzar-

-no, gracias, empecemos ahora- tome asiento en una de las sillas alta junto a la barra de bebidas.

-no, insisto. Ten confianza, este lugar no es solo para homosexuales- mi cuerpo se tensaba a medida que hablaba. ¿Cómo él no se encontraba avergonzado, o no sé, nervioso al hablarme? Yo estaba más que nervioso, juro que si decía una palabra más sobre la homosexualidad o de aquel día, lloraría y vomitaría de los nervios.

-e... esta b... bien- me sirvió una cerveza.

-pruébalo, es la cerveza mas deliciosa de todo el mundo- era cerveza negra. Al darle un sorbo, sentí como mi paladar se viciaba de aquella espuma deliciosa.

-tienes razón, es deliciosa- pensé que de inmediato comenzaríamos con el trabajo, pero tomo mucho tiempo desde que me dio aquella cerveza. Un silencio incomodo rebozaba en el ambiente mientras él se dedicaba a mirarme mientras limpiaba sus copas.

-bien... ¿podemos empezar ya?- ya casi terminaba mi vaso.

-si insistes. Parece que no estás cómodo conmigo y quieres irte de inmediato, así que adelante- ¡ya! Esto era el colmo.

-está bien- di un último sorbo al vaso y la apoye violentamente sobre la barra. –dime, ¿Qué quieres? No quiero que guardes rencor hacia mí. Hare lo que sea para que podamos hacer este trabajo correctamente sin pensar sobre aquel día. ¡Vamos! Dime como puedo hacer para que dejes tu rencor hacia mí. Sé que no fue una buena forma de rechazarte, pero ese día estaba muy enojado y tu venias siguiéndome a mis espaldas, entonces no lo soporte y explote- por un momento se quedo mirándome sorprendido y no dijo nada. – ¡Vamos, di algo por favor!-su silencio me ponía de los nervio de punta.

-¿harás lo que sea?- arqueo una ceja. Huy, esto se pone tenso, creo que debí expresarme de otra manera o haber dicho otra cosa al respecto. Diablos, creo que estoy frito.

-lo que sea- trate de prepararme para el impacto en mi cara mientras entrecerraba mis ojos.

-bien. Acuéstate conmigo- ¡por dios! Era un tipo difícil. Me refería a que me podía golpear, pedir dinero, robar un banco, secuestrar a alguien, pero nunca me réferi a eso. Quede mirándolo con los ojos en grande mientras lo dudaba. Si eso es lo que nos ayudaría a ambos, aceptaría de mala gana pero terminaría aceptando. Solo para terminar con este trabajo y tener éxito. Soy un idiota, no debí hacer esa oferta. Muchos menos a él. Mis manos comenzaron a sudar y mis mejillas comenzaban a colorearse de rojo intenso lleno de vergüenza.

-esto...- justo cuando iba a hablar, Joel comenzó a reírse a carcajadas. ¿Qué es lo gracioso?

-¡idiota! Bromeaba- reía con ganas. ¿Es gracioso? Casi pierdo mi dignidad para que esta culpa que me invade se termine ¿de verdad es gracioso perder la dignidad de uno mismo? Mis ojos empezaron a humedecerse. Sentí su burla egoístamente sobre mí. –Oye, estas ebrio, parece ser que no puedes soportar ni un solo vaso, deja de tomar y toma agua fría- cambio los vasos.

-deja de jugar conmigo, no sabes lo vergonzoso y culpable que me siento respecto a aquel día. Se lo doloroso que es que te rechacen- me puse a la defensiva mientras le dirigía correctamente la palabra.

-¿es enserio? Ya deja eso, está en el pasado. Sabía que no te gustaban los hombres y estúpidamente me declare a ti. Y no te preocupes, tú no me gustabas, solamente quería experimentar mi homosexualidad con alguien ¿y quién sería si no fuera a un tonto como tú? Sin ofender. Pensé que tú eras alguien de quien podía sacar provecho- suspire aliviado. Aunque tendría que ofenderme, no fue así, me dio alivio que desde el principio no sintiera nada por mí.

-es un alivio saber la verdad. Ahora creo que mi alma podrá descansar en paz- Comenzó a reír. –ya estoy mejor, empecemos a trabajar que sino me despedirán el primer día de trabajo.

Empezamos a planear, rellenar papeles y modificar algunas cosas para que quede bien el anuncio del bar ''soft drink'' y fuera muy famoso y reconocido. Aunque Joel ya tenía otros bares en diferentes vecindarios. Al parecer ya era muy famoso y conocido en la cuidad. No fue mucho el tiempo que nos llevo, luego volví a mi oficina y comencé a rearmar papeleos y de mas. Esta clase de trabajo es mi mayor inspiración en la vida, estaba dispuesto a hacer lo que sea por tener este trabajo. Di, doy y daría mi mayor esfuerzo por este empleo que tanto me gusta. En fin, es para lo único que sirvo y me gusta hacer.

ese beso, me pertenece. (yaoi-gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora