"gatito" - muke smut

2. Te extrañé

Habían pasado tan sólo dos días desde que Michael entró a visitar a Luke. Y en esos dos días Luke se sintió seguro, creyó que Michael ya no lo volvería a "molestar", pero no fue así.
Hoy Michael regresó a la casa de Luke, sentía que lo extrañaba. Luke no notó cuando el gatito entró a su casa, estaba tomando una siesta, y a Mikey podría gustarle eso.
Buscó a Luke por toda la casa, hasta en la bañera. Bueno, hubiera sido demasiado bueno para Mike encontrarse a Luke en medio de una ducha.
Subió las escaleras y se dirigió a la habitación de Luke, donde éste dormía profundamente. Michael se acercó sigilosamente, creía que Luke podría escucharlo, pero no era así. Y era aún mejor para Michael.
Subió a su cama, Luke estaba durmiendo en posición de "estrella de mar", así que pudo aprovechar para seguir jugando con él...mientras dormía.
Desabrochó sus ajustados pantalones, y no exactamente porque estuviesen entubados. Michael se acercó más hasta
la entrepierna de Luke y de allí sacó su miembro. Lo estuvo tocando un poco y delicadamente, pero de repente no resistió las enormes ganas de lamerlo y comenzó a chupar...o a dar lamiditas, más bien. Luke comenzó a gemir, suspirar y hacer muecas por el placer que Michael le daba. Pero no duró mucho eso, porque logró despertarse.
Pegó un pequeño salto y abrió más sus ojos cuando se encontró con Michael lamiendo su miembro, le sorprendió verlo de nuevo. Se apartó rápidamente y se sentó.

-¿Mikey? ¿P-por qué sigues aquí, gatito?

-Te extrañé.-hizo un puchero y se lanzó a Luke, abrazándolo. Puso su miembro encima de la entrepierna de Luke y provocó que ambas erecciones chocaran, lo que volvió loco a Michael e hizo que gimiera. Luke dio un gemido en voz baja y corto, casi sonó como un suspiro.
Luke abrazó de vuelta a Michael; puso sus manos en su cintura y acarició esta, aunque quiso bajar hasta su pequeño trasero, pero debía contenerse. Cuando miró abajo, se dio cuenta de que había un bulto en él. Era su colita.

-¿No te duele? -preguntó mientras dirigía su mano hasta su colita de gato y la tocaba con delicadeza.

-Un p-poco...

-Dejame arreglarlo.-desabrochó su pantalón para poder sacar la colita de Michael, puso su mano dentro de sus ajustados pantalones y fue directo a su traserito, y con cuidado sacó la colita del gatito. Era un tanto larga, llegaba un poco más abajo de la rodilla si la ponías verticalmente abajo.
Michael comenzó a mover de lado a lado su colita, miró a Luke feliz.

-G-gra-cias...-trató de hablar. No sabía muchas palabras, sólo las que escuchaba por la calle, y ya casi nadie decía "gracias".

-No fue nada, gatito.-sonrió. Luke se dio cuenta de que tenía las manos puestas en su trasero, el gatito tenía las mejillas rojas y seguía sonriendo. Volvió a abrazar a Luke, él seguía con sus manos en el mismo lugar. Incluso lo acarició. Le avergonzaba hacerlo, porque Michael y él no eran nada todavía. Pero mierda, Luke no podía evitar las ganas de tocarlo y además ya estaba bastante caliente en ese instante. Más bien, desde que estaba soñando con el pequeño gatito que está ahora encima de él.
Michael se inclinó y bajó hasta llegar a la entrepierna de Luke para luego tomar su pene entre sus pequeñas manos. Permaneció observándolo, relamiéndose los labios.

-M-Mi-key...n-no, para...-gimió y trató de hacer para atrás a Michael, pero él estaba aferrado a su comida. A Luke no le quedaba de otra más que dejarse llevar por el movimiento suave de la lengua del felino. Y fácilmente podría resistir.
Desde que Mike hizo lo mismo días atrás, a Luke ya no le molestó tanto que lo haga.
Luke iba soltando gemidos y muchos suspiros.
Y segundos después, Luke se corrió en la boca de Michael. Éste lamió todo lo que había derramado, y sonrió. Mientras, Luke subió su ropa interior junto con sus pantalones.

-Estuvo delicioso, Lukey.-sonrió y se quitó con su manita el resto de semen que tenía en los labios y las mejillas. Se llevó aquel resto a su boca.

Mikey, desanimado, se bajó de la cama de Luke. Él se dio cuenta de que se iría. Pero lo detuvo.

-Hey, ¿ya tienes que irte? -tomó su brazo impidiendo que siguiera caminando.

-Sí -hizo un puchero muy tierno-, yo no vivo aquí. No puedo quedarme, sólo puedo visitarte un rato. Me gustaría quedarme más tiempo.

Luke pensó en lo último que dijo.

-¿Te gustaría quedarte un rato más? -le sonrió al gatito- Lamento si soy un maldito depravado, pero yo también te extrañé mucho.

Michael sonrió. Luke tomó su mano y lo adentró en su habitación nuevamente.

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