Por Ti. 《GURESHIN》《KureShin》

Sufrimiento y Esperanza.

Tomé un vaso de whisky con hielo y me lo tomé de un sólo trago, apegue mi cuerpo a la puerta y me arrastre en esta hasta quedar sentado en el suelo.

Era un día lluvioso, con mucho viento y frío.

"En este momento no estamos en casa por favor deja un mensaje..."

Volvió a sonar el teléfono, haciendo que la voz de Guren se escuchará en todo el departamento.

"Soy yo, otra vez, tengo algo muy importante y urgente que decirte. Por favor. Ven...

Se escucho un silencio en todo el lugar, creyendo que la llamada había terminado.

" Es sobre Guren, si quieres saber por favor ven a tu clínica."

Tras escuchar aquello quede en la duda, de Kureto se podía esperar cualquier cosa. Solté la camisa que traía en mis manos cayendo así en el suelo.

Tomé las llaves del departamento junto a las de la moto. Salí de ahí, de ese cuarto asfixiante pero a la vez era lo único que me mantenia en pie.

Antes de cerrar la puerta volví a escuchar que el telefono sonaba seguido de la voz de Guren.

Con mi camisa blanca, mis pantalones de tela y mis zapatos de vestir salí hasta el estacionamiento. Me subí en esta llegando a la entrada.

— ¡Señor! Esta lloviendo muy fuerte, no es conveniente que salga así...

Sin tomarle mucha atención a lo dicho por el conserje salí del lugar por primera vez después de que Guren murió. Después de dos meses.

Deje de trabajar, no me sentía apto para volver a atender a alguien, si no fui capaz de salvarlo a el, como seria capaz de volver a atender a otra persona. Deje mis amistades, mi familia.

La lluvia golpea mi cara y mi ropa, acelere, los autos pasaban muy rápido o quizás era yo quien iba muy rápido. Pase luz roja varias veces.

— ¡Hey! Guren.

Golpeaba su espalda desde atrás.

— ¡Que!

Gritó desde al frente.

— ¡No tan... no tan rápido!

Le gritaba aferrandome más a su torso. A los pocos minutos se estaciono en un mirador. Saco su casco y se dio vuelta a mirarme.

—Hey, nunca haría algo que te hiciera daño.
—P-pues... y ¡esto!

Hablé alterado mostrando la moto.

Dio una risa y luego hablo. —Esto no es nada. Si quieres te enseñó, tienes que aprender a llevarte bien con lo que no te gusta.

Me acarició la mejilla para luego bajarse y colocarme nuevamente el casco.

— Así como... ¿Kureto y tu?

Me quedo mirando con una cara de desagrado por un momento. Luego me miro para besar mis labios.

— Correcto así mismo...

Estaba claro que ellos no se llevaban bien. Pero aun así trataba de hacerlo, después de que me aleje de mi familia el era el único que estaba pendiente de lo que hacía. Guren me decia que era para mantener informado a Tenri, pero yo sabía que no era así.

—Bueno... lo intentaré.

Le respondí tomando las llaves de la moto.

El sonido del claxon de un auto lo sacó de sus pensamiento. Hizo un movimiento rápido para esquivar el vehículo y seguir su camino. Los partes esta semana llenarían su buzón en recepción o en su oficina.

Dentro de poco estuve afuera de mi edificio, La clínica.

Baje de mi moto para entrar en esta y dirigirme a mi oficina.

—Oh, Doctor Hiiragi. No me avisaron...
—Yo tampoco sabía.

Dije con suma seriedad e ignorando a cualquiera que me hablará.

Llegue a mi oficina y me percaté que Mitsuba no estaba. Era lógico después de todo hacia varios meses que no venía.

—¡Maldición!

Se escucho al otro lado de la puerta de su oficina. Quedó parado esperando a que salieran de ella.

—Me aburrí, ahora si me va a...

Quedó en silencio la persona que había salido del cuarto.

—Kureto...

Murmure pasando al lado de este para entrar a mi oficina.

—Dr. Shinya... esta... esta todo mojado con la lluvia. Le traigo...
—No es necesario. Sólo vine por un momento, Sayuri.

¿Qué hacia ella aqui? La mire por unos segundos y luego puse mi atención en Kureto. Me acerqué al ventanal grande que había y quede observando la lluvia, el cielo oscuro.

— A el le gustaba la lluvia, por alguna extraña razón, le gustaba llegar todo mojado. Debo admitir que se veía muy sexy así...

Sonreí levemente al recordar a Guren moviendo su pelo en ambos lados, haciendo que el agua salpicara.

—¿Qué era exactamente lo que querías decir?
—Shinya, deberías de dejar de actuar así. No te reconozco, no eres tu.
—¡Mierda! Como me puedes decir que deje de... no puedo.

Hablé con lágrimas en los ojos y una mano en el pecho.

—Vine... vine... por... vine por que me Haz dicho algo de Guren. Sólo por eso.

Seque mis lágrimas con mi brazo. Me senté en el sillon con mis brazos afirmado en mis piernas y mis manos en mi pelo.

—Si, el... la verdad es que... yo...
—No, no puede entrar.

Escuche a Sayuri hablar mientras trataba de detener a un hombre.

—No es el momento para decirle nada.
—¿S-Seishiro? ¿Qué haces aquí?

Tenía a mis dos hermanos al frente mio, le hablo al oído Seishiro y al instante cambio el semblante de Kureto.

—Lo siento, después hablamos.

Me dejaron en mi oficina sólo, salí corriendo detrás de ellos, agarrando a Kureto del brazo.

—¿Qué es exactamente lo que esta pasando aquí? Insistes toda la semana que era algo urgente y al momento de venir no me dices nada y te vas con Seishiro para decirte sabe que cosas... desde cuando haces lo que dice Seishiro.

Pregunte dudoso, nada tenía sentido. ¿Que tenía que ver Guren en todo esto? ¿Qué me ocultaban los dos?

—No es el momento... todavía no. Lo siento.
—No negaste lo que te dije, también haz dicho repetidas veces "por favor" y "lo siento" son palabras que...
—Callate. Por ahora sólo debes saber eso.

Se soltó de mi bruscamente. Ya no entiendo nada. Aquí había gato encerrado e iba a descubrir cueste lo que cueste que estaba pasando. Más si se trataba de Guren.

Lo dejé ir, tenía rabia, pena y mucha frustracion. La vida me estaba dando una mala jugada, pero desde ahora no iba a dejar que me consuma, ya no.