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— ¡Hoseok! —su nombre resonó por toda la casa, gracias al fuerte grito que su hermano había hecho desde la planta baja.

Así era todos los días, soportando al aburrido de Jungkook porque este siempre lo molestaba. El mayor pudo escuchar como subía las escaleras rápidamente y como abría la puerta de su habitación de la misma manera. No le hizo caso y se hizo el dormido, había aprendido de tantas veces que de esa manera se cansaba y se iba de la habitación mas rápido.

—  Hyuuung, deja de dormir, estoy aburrido —el pequeño hizo un puchero.

—  Es sábado, déjame ser —murmuró mientras le golpeaba con una almohada en la cara.

— ¡¡¡ESTÁS DESPIERTO!!! —exclamó mientras se subía a la cama de Hoseok, la cual era de dos plazas y, otra de las razones por la cual Jungkook lo molestaba; el era el único que dormía allí.

El menor empezó a saltar de una manera exagerada mientras le pegaba con dos almohadas. Hoseok gruñó y se levantó tan veloz que incluso asustó a Jungkook, pero después se empezó a reír.

— Lo siento, es que quería mostrarte algo y... además ya van a ser las tres de la tarde y tengo hambre y quiero mostrarte algo y ya son las...

— ¡Está bien! Me ducharé y haré el almuerzo... pero ya vete, me estás dando dolor de cabeza.

— Claro, hyung —dijo de una manera demasiado tierna y Hoseok rodeó los ojos.

Hoseok y Jungkook estaban prácticamente siempre solos en casa, sus padres estaban siempre en negocios importantes, por lo que, Hoseok siendo el hermano mayor con recién dieciocho años, ya tenía que encargarse de muchas cosas, entre esas cuidar a Jungkook, que ya estaba a punto de cumplir los dieciséis pero seguía dando problemas como si tuviera cinco.

El mayor se duchó rápidamente y se vistió porque su estomago rugía y tenía mucha hambre. Bajo y encontró a Jungkook acostado en el sillón con su computador en el regazo, ignorando a Hoseok por completo. Entró a la cocina y empezó a hacer el almuerzo, una de las cosas que podía recalcar era lo bueno que era cocinando, bueno, en comparación a su hermano. Preparó pasta con salsa—que era por cierto, la segunda y última cosa que sabía cocinar— y lo sirvió en los platos correspondientes.

— Jungkook, ya está listo el almuerzo.

— Ya voy —dijo mientras se levantaba con el computador y se sentaba en el comedor al lado de Hoseok.

— ¿Por qué traes eso mientras comemos? ¡Eres un irrespetuoso! —se quejó Hoseok aún que no le sumo más importancia.

— Es solo que, lo que quería mostrarte aquí... —el menor puso su cara de perrito mojado— Por favor, dime que lo harás, ¿sí?

—¿De qué estás hablando?

— Bueno, lo que pasa es que encontré en internet algo llamado nekos, los están vendiendo y... —se sonrojó un poco, mientras le mostraba en la pantalla un chico con orejas de gato y cola café, tenía el pelo anaranjado y sonreïa— quiero que me compres uno, como tu eres mayor de edad...

Hoseok abrió los ojos, de verdad esperaba cualquier cosa menos eso. Sabía que eran los nekos y lo caro que valían, por lo que sacudió la cabeza rápidamente.

— ¡No! ¿Sabes lo caro que son? No tengo tanto dinero y... ¿de qué serviría?

— ¡Como mascota! Además, no te hagas el loco, tienes el mucho más del triple de lo que cuestan en tu cuenta bancaria... —Hoseok se sorprendió nuevamente.

— ¡¿Y tú como sabes eso?! —exclamó.

— Bueno, yo solo vi...—bajo la mirada pero sus ojos seguían mirando los de Hoseok, daba un poco de miedo, por más que intentara ser tierno— Además, se que te has estado viendo con Yoongi hyung... ¿que pasa si le digo a papá?

Y ahí estaba de nuevo, un Hoseok con los ojos tan abiertos que no parecía coreano. Debió sospecharlo, Jungkook siempre fue demasiado astuto y nunca pediría algo sin tener una amenaza.

— Tú ganas, solo compra ese gato y nada más. Y por cierto, si se acerca a mi lo devolveré a patadas.

— ¡GRACIAS HYUNG! No te preocupes, mañana lo verás y te darás cuenta de que será genial.

Hoseok gruñó por lo bajo mientras terminaba de comer su almuerzo y miraba como su hermano compraba el gato ese en su nombre, dándose cuenta de que Jungkook sabía todos los datos de su tarjeta de crédito.

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El día paso demasiado normal, los fines de semana eran aburridos, y sobre todo este porque Yoongi no contestaba sus llamadas, lo hacía sentir mal de alguna manera, a Hoseok le gustaba realmente pero el rubio parecía desinteresado. Ya ni siquiera iba a fiestas y salía con sus amigos, solo porque quería ver a Yoongi. Suspiró mientras apoyaba su cabeza con la almohada y miraba el techo. Su celular vibró y se entusiasmó pensando que era el rubio quién le estaba llamando, pero no, era un número desconocido. De igual manera aceptó la llamada y llevó el celular a su oreja.

— ¿Buenos días? ¿Hablamos con Jung Hoseok?

— Si, ¿quién es?

— Venimos a dejar el pedido, estamos fuera de su casa.

¿El pedido? ¿Tan rápido? Si era lo que creía, pues si era muy rápido, porque Jungkook lo había hecho recién hace unas cinco horas. Bajó rápidamente y abrió la puerta, encontrándose con un señor alto y moreno.

— ¿Jung Hoseok? Aquí está el neko número 756 que pidió, tiene que firmar aquí... —mostró un papel que, en pocas palabras, decían todos los datos de la compra. Tomó el papel y firmó con un poco de duda.

—  ¿Ustedes realmente hacen entrega rápida, cierto?

— Claro señor, este pedido fue de hace una semana. Y hoy ha pedido otro, por lo que he visto en las oficinas. Espero que pueda controlarlos bien. —sonrió.

La cara de Hoseok se desfiguró, eso significaba que, ¿Jungkook había comprado otro antes sin su consentimiento? No lo podía creer, si tan solo él estuviera en casa, ese mocoso se las iba a ver con él. Otro señor apareció detrás de el, junto con un chico que, pudo jurar que era demasiado hermoso para sus ojos. Lo iba a rechazar pero, pensándolo bien, podría pasar unas buenas tardes con ese gato.

— Su nombre es Kim Taehyung, esperamos que sea de su agrado, como leyó en su descripción, es un pequeño muy alegre y risueño. —dijo el otro señor— Sus cosas vienen esta maleta —agregó, mientras apuntaba una maleta no muy grande—. Nos veremos en la próxima entrega, hasta luego.

Todo sucedió muy rápido, los hombres se fueron y entonces Hoseok quedó solo con el neko que parecía llamarse Taehyung. Era muy confuso, porque no era el mismo que Jungkook le mostró. Sabía que todo era un plan de su hermano menor, le preguntaría todo después. Por mientras solo trataría de conocer a ese chico o gato que estaba frente a él.

kitten ➻ vhopeWhere stories live. Discover now