El Diario Del Conde (Capitulo 3 el sueño de Ciel)

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Ladys and Lords, no quiero divagar, asi que, a leer

(Narro yo, su queridisimo autor, ok no)

Una tenue luz se asomaba por la ventana, escurriendose por las delicadas cortinas de seda color celeste, descubriendo a dos cuerpos que trataban de seguir durmiendo.

Ciel y Sebastian se encontraban durmiendo, abrazados calidamente; el primero en despertar fue Sebastian, quien beso dulcemente a Ciel en sus labios para despertarlo.

Buenos Dias- Le dijo, sintio una queja de parte del menor, pero le devolvio el beso de la misma forma.

Buenos Dias, Sebastian- Le dijo Ciel, dedicándole una de sus tan escasas sonrisas al mayor, que sonrio enternecido por aquel acto de Ciel

Estas bien?- Dijo Sebastian sentandose en la cama para tener una mejor vista de Ciel, quien estaba sobre él, usandolo como colchón.

Si- dijo Ciel sentandose en las piernas del mayor, dejando la parte de arriba de su cuerpo al descubierto al deslizarse las sabanas sobre él con el movimiento, se podia apreciar la piel de Ciel en ese momento, pero esta estaba llena de chupones en el cuello y torso, demostrando asi que se entregaron el uno al otro aquella anterior noche.- Aun que me duele un poco mis caderas- dijo sobándose su cadera derecha.

Ya pasara- dijo Sebastian levantandose de la cama.

A donde vas?- le reprocho Ciel.

A traer tu desayuno, ya son las 9:37- Dijo vistiéndose.

Sebastian- 

Si?- 

Te amo-

Y yo a ti, Ciel- Dijo Sebastian ya vestido y levantando el mentón de Ciel para asi darle un dulce beso casto, lleno de amor, lleno de felicidad.

Al salir Sebastian, Ciel empezó a sonreir, estaba tan feliz de haber estado con su mayordomo, con su demonio, de haberse entregado en cuerpo y alma a él, de haber sido uno con él, de confesarle sus sentimiento y que este le correspondiera,  entonces no se dio cuenta de que lo llamó "Ciel" hasta ese momento, mas feliz no podia ser.

Se vistió con su tipica camisa de dormir y se quedo sentado en la cama en la espera de su amado demonio. Pero este nunca llegó. Ciel pensó que le pudo pasar algo malo, entonces salió de su cuarto como estaba y se hecho a caminar por la gran mansión buscando a su demonio.

Sebastian?- Preguntaba Ciel a cada puerta que era abierta por él.

Sebastian?!- pregunto Ciel ya mas desesperado.

Sebastian?!?!- preguntaba cada vez mas desesperado Ciel, dandole velocidad a su caminar.

Sebastian!!!- grito Ciel empezando a correr a todo lo que podia.

SEBASTIAN!!!!- grito Ciel antes de bajar las escaleras con el peligro de caerse y abrir la puerta de la entrada de su mansión. Al abrirla miro por todos lados, salio corriendo descalso por el jardin, no le importaba ensuciarse, menos lastimarse con las pocas piedras pequeñas que habia. Fue al invernadero, pensando que su amado estaria ahí.

Al llegar sus ojos no creyeron lo que vio. Las rosas blancas, sus rosas blancas, estaban todas muertas, no, muertas no era la palabra, estaban negras, carecían de vida, pero no estaban muertas.

Salió de ese lugar lo mas rapido posible, pero estaba demasiado cansado, se dejo caer en la fria tierra, mientras gritaba.

SEBASTIAN, DONDE ESTAS?!?!?!?- las respuestas nunca llegaron, mas en ese momento la lluvia comenzó, las lagrimas de Ciel no se hicieron esperar, sus brazos empezaron a sangrar con cada toque de la lluvia, dolia, dolia mucho. Un grito desgarrador fue lo ultimo que se escucho de parte del menor, mientras este perdia el conocimiento. Lo unico que pudo ver al final fue oscuridad, un rostro apareció en esa negra oscuridad, el cuerpo de Sebastian caminaba hacia el mostrando una sonrisa de satisfacción.

Botcchan, usted si que es ingenuo. Cree que en verdad me eh enamorado de un inutil humano, cree que yo lo amo?- Una carcajada se empezó a escuchar- Jamas eh amado, no lo hice, ni lo haré jamas, usted se volvio mio, en cuerpo y alma, usted me pertenece, y hoy se a dictado su juicio final. Su alma sera mia por el resto de la eternidad, no por nada cumpli todas sus ordenes, morira en manos de la persona que mas ama, que castigo mas cruel, pero es lo que se gana por enamorarse de un demonio- Sebastian empezó a acercarse a Ciel mientras su verdadera forma se hacia presente, sus tacones resonaban en el oscuro lugar, se acerco lo suficientemente a Ciel y le dijo.

Que lastima que no pudimos vivir juntos por siempre, pero quien querria estar con un niño ingenuo que se cree adulto y perdio su vida por el amor de un demonio el cual no existe? Patético. Adios, Ciel Phantomhive.



AHHHHH!!- Ciel desperto de golpe, estaba llorando, perlado en sudor, se repetia para si. "todo fue un sueño... todo fue un sueño..." en eso se abre la puerta dejando entrar a su mayordomo.

Joven Amo, se encuentra bien?-

Ta-Tanaka- Ciel estaba sorprendido y aliviado, no queria ver a Sebastian, no queria sufrir mas.

Le traigo su desayuno, Joven Amo- dijo Tanaka entrando al cuarto mientras tenia en su mano una charola con el desayuno de Ciel.

Gracias Tanaka- dijo Ciel sin sentimiento alguno.

En el resto del dia Ciel no vio a Sebastian, pero eso no implica que haya evitado su costumbre

(narra Ciel)

Fue solo una pesadilla, nada mas, ahhh (suspiro) Sebastian, donde estaras.

    "Querido Diario

                             Lo que mas temia era perder a Sebastian, que el se valla y me deje solo, él se fue, no se donde pero se fue. Al recordar aquella pesadilla empiezo a pensar... Y si él esta conmigo solo por mi alma?... y si se fue realmente y volviera solo para matarme?... no lo se, pero lo que sea lo esperare, sere valiente, mi corazón se lo entregue a Sebastian, él lo perdio, aunque debo decir, que el dolor es innevitable"

Llorar fue lo ultimo que hice en estos dias, la sangre no tarda en salir de mis brazos, miro hacia el cielo nublado, que sera de ti, de mi, de nosotros.

"Lo lamento Sebastian, no puedo dejar de amarte"























Gracias por leer mi horrible capitulo, es que tenia mucha tarea y la inspiracion fue poca. Lo siento.

Yo me despido, nos vemos en la proxima.

Lu

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