Compartiendo el Mundo (Draco Malfoy)

Capitulo treintaiocho: Sollozos y llantos.

Giró medio cuerpo hacia atrás y tenía la ilusión de que fuera él, pero no.

—Ah Neville, ¿qué pasa? —dijo Ana fingiendo una sonrisa.
—Es que me he olvidado la contraseña... —exclamó aquel con un tono de vergüenza.
—¿Otra vez? —parece que es la quinta vez que se la olvida— ven, pasa conmigo —las últimas palabras las dijo cansada.

Estaban subiendo el último escalón y frenaron el paso para que ella pudiera decir la contraseña.

—Dulces de cereza —pronunció Anastasia y se abrió la puerta—. Ve tú primero.
—Gracias Ana —le sonrió Neville.

Antes de que ella entrara, un individuo le agarro de la mano.

—Quiero hablar contigo.

La voz. Esa voz. La podía reconocer en cualquier lugar. El corazón de Ana empezó a latir más rápido de lo que debería. Sus manos estaban sudando y sus mejillas se tornaron rosas.

—Draco —musitó la muchacha al darse la vuelta—, ¿ahora me buscas? —esas últimas palabras las exclamó  con una mirada fría, era obvio que estaba fingiendo pero no quería demostrarle la felicidad que tenía al saber que le estaba hablando.
—Lo siento Ana, no podía habl...
—Tarde Malfoy —interrumpió la joven.
—Si, sé que es tarde, pero no para perdonar.
—No vengas con tus argumentos de "no pude, estaba ocupado" —imitaba la voz del rubio—, porque sé muy bien que estabas muy libre. Lo que has tenido se llama "no tuve los huevos suficientes para hablarte". ¿Y sabes qué? —lo miró con una mirada desafiante— yo tampoco, porque tenía miedo.

Miedo a que se alejara de ella, que no tuvieran la misma conversación que antes o incluso que la odiara. Ser la enemiga de Draco es lo peor, por momentos quiero decir, hay veces que es un imbécil pero se sabe muy bien que en el fondo no.
Anastasia estaba a punto de llorar pero se contuvo porque esta vez quería demostrar que había cambiado, ya que se venía una guerra.

—Ana, sabes lo que se viene, y es mejor que...

<<¿Es mejor qué? ¿Qué me muera? ¿Qué no exista para él?>> pensó Ana.

—Que estemos unos meses separados, ¿sabes?

Aquellas palabras le dolían en el corazón a la muchacha. Soportaba todo, todo menos eso.

—Separados —repitió Anastasia en su mente.
—Creo que es mejor para los dos, no quiero ponerte en peligro y no quiero que te pase nada —el rubio se acercaba más pero ella retrocedía hasta quedarse acorralada por él. Draco la miraba desafiante, frío, cambió completamente—. Por favor, entiéndelo.

La joven miraba al piso, no quería verlo a la cara. Estaba destrozada, tratando de aguantar las lágrimas y le dolía la garganta porque se había formado un nudo.

—Esta bien —dijo con un hilo de voz—, adiós Malfoy.

Le soltó la mano y sintió un vacío. Un vacío igual cuando se fueron sus padres. El sentimiento de que no va a estar más en tu vida la persona que amas, se siente como eso... un "hueco" en tu corazón y piensas que nadie mas lo va a rellenar. Se te derrumba tu mundo, piensas que no hay nadie como él, que lo amas con locura pero si es así, tienes que dejarlo ir.

Las lagrimas de Ana no paraban de caer mientras cruzaba el umbral de la sala común. Hacia ese sonido con la boca de desahogamiento. Tenia en su cabeza quedarse toda la tarde encerrada en la habitación de las niñas, pero lo mas sano es lavarse la cara y distraerse o contarle todo a una amiga.

Subió la cabeza y se dio cuenta que ninguno de su casa estaba, completamente sola. Dejó caer su cuerpo en el sofá de la sala, cerró los ojos por un momento, tratando de relajarse y reflexionando lo que le acaba de pasar. 

  —Ana, ¿estas bien?

Abrió los ojos bruscamente, la habían asustado. Miro quien era y el alma se le volvió al cuerpo.

—Luna, me asustaste. ¿Que haces aquí?

—Em... bueno, como te vi llorando antes de que entraras, pensé en que querrías tener un poco de compañía —giro la cabeza por todos lados—, aun que... creo que no la tienes.

Anastasia sin pensarlo dos veces, abrazó a Luna como si no hubiera un mañana, como si se acabara el mundo dentro de unos minutos. Empezó a llorar en su hombro y su amiga le acariciaba el cabello suave y sedoso.

...

  —¡MALDITA SEA! —dijo mientras pateaba una maleta acostada en el suelo— ¡¿POR QUE ME TIENE QUE ESTAR PASANDO ESTO?!

El joven sollozaba en silencio, se sentó en el borde de su cama y apoyó su cara en sus manos, como si supiera que en cualquier momento se caería a pedazos.

 —¿Que está pasando aquí? —preguntó el compañero— Espera... ¿estas llorando?

 —Vete de aquí si no quieres problemas... 

¡HOLA! Tanto tiempo, bueno si un montón. Volví y creo que voy a seguirla, ya que tengo tiempo libre y así creo mas creatividad (ya que está nula).

Por si no lo sabían, cambie mi user que ahora es shesamerikn, con lo cual tendré que cambiar la portada (carajo).

Bueno en fin, espero que les haya gustado y preparen porque vengo con todo y con mas historias pero mías, no fanfics.

LOS DOMINGOS SE PUBLICAN CAPÍTULOS.