Compartiendo el Mundo (Draco Malfoy)

Capitulo treintaiseis: Detrás de la columna.

Se escuchaba a varios centímetros la respiración "furiosa" de los dos, pero más la de Draco. Su sangre estaba al fuego vivo, sus puños apretados que parece que estaban a punto de explotar. Anastasia estaba a punto de llorar.

—Draco, por favor, tranquilízate —le dijo Ana a él.

—¿Qué tienes que decir? Habla amigo —preguntó Zabini y hubo un silencio.

—¿No se han preguntado de por qué la familia de Aurel entró al colegio? ¿Por qué todo el tiempo esta con Anastasia y la aleja de mí?  Pues yo sí, hasta que un día descubrí la razón.

—Es imposible que tú lo hayas descubierto, idiota.

—Cierra la boca mentiroso, es momento de que yo hable ya que tú no lo vas a hacer.

Aurel miro hacia abajo, no quería ver a nadie a los ojos porque todos estaban mirándolo muy mal.

Catherine llegó en el momento justo. Vio cómo su hermano estaba sujetado por dos alumnos, corrió hacia el rubio en busca de una explicación.

—Me pueden explicar que está pasando, suelten a mí...

—Tú..., tú también estas involucrada en esto —exclamó Malfoy interrumpiéndola.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando? Malfoy, ¿puedes bajar la varita? —él la bajó.

—Bueno...—soltó un risa leve— la familia está completa —dio un par de vueltas en círculo lentamente–. Es hora de hablar, de lo que escuche hace unos días.

Me dirigía a la torre de Astronomía, sin compañía. Perdido en mis pensamientos, buscando soluciones a mi problema amoroso, no encontraba nada. Hasta que escuche dos voces, muy familiares. Eran Catherine y Aurel, escondidos en un rincón del pasillo. Me detuve a escuchar su interesante conversación detrás de una columna.

—Deja de estar haciendo boberías y presta atención a lo que estás haciendo con Anastasia. Recuerda, la misión. Nuestro jefe no querrá que fallemos.

—Lo sé, es imposible separarla a Draco de Anastasia, está intentando recuperarla.

—Mm... ¿no se te ocurrió algo que puedas hacer? No se... ¿besarla en frente de él?

—Buena idea, lo haré mañana. Luego de que Umbridge le dé su último castigo.

—Y es por eso que estaba esperando ese momento. Te seguí para estar seguro lo que ibas a hacer —se acercó a su compañero y lo agarro de la túnica—. ¡Dime! ¿Para quién trabajan? ¿Por qué hicieron todo esto?

—Nunca te lo diré ni mi hermana te lo dirá, suéltame o llamare al director —lo soltó bruscamente.

—Será mejor que mañana se vayan o todo el colegio se enterará de lo que hicieron y serán maltratados y mal vistos. No querrán ¿no?

No dijeron nada, solo movieron su cabeza de un lado a otro, un gesto de "no". Todos se dispersaron.

Anastasia, no podía hablar, estaba atónita. Quería hablarle, pero como estaba Draco, sus sentimientos, era mejor hablarle otro día.