Capítulo 1

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-Jovenes-

-Sasu... me está quedando una escena fantástica, ya veras que novela me sale... -sus dedos no dejaban de teclear en la computadora pero eso no evitó que su vista se deslizara por unos segundo al cuerpecito de Sasuke, quien entraba a su habitación con una pijama de seda fresca.
-Genial. -le sonrió. -Ahora solo falta que te la compren.
-Si, bueno... para eso primero hay que terminarla ttebayo. -le restó importancia.
-... claro.
-Escucha... chica mira a chico, chico mira a chica. Él duda, ella espera. -le leyó alzando el dedo y dejando que Sasuke se recargara en su hombro para asomarse a la pantalla. -¿Tu qué harías?
-Mmm... no lo sé, si el escritor eres tu. -Se levantó agitando sus cabellos con elegancia, ya quería que Naruto dejara eso y le pusiera atención a él. -Como yo solo tengo doctorado y soy jefe empresarial en la empresa de mi padre. -optó por hacerlo enojar.
-Ah... como chingas quedito.... -se quejó. -¡Es que me quedé bloqueado en la escena de amor!
-¿Te quedaste bloqueado? -sonrió con sorna. -Te suele pasar, dobe.
-¿Tu que le dirías al chico en plan súper romántico? -no quiso seguirle la jugada.
-Ehm... -miró hacia la ventana pensando. -Creo que estoy embarazado. -Sus mejillas se encendieron levemente.
Naruto bufo burlesco ante las palabras de su esposo.
-Dije algo romántico, no que le arruines la vida, ttebayo.
-Es que es verdad, creo que estoy embarazado.
El rubio palideció y cerró la laptop mientras se sentaba recto en la cama y lo miraba deseando que se riera.
-¿Tu... embarazado?
-Si. Yo. -le dijo ofendido por las respuestas y reacciones de su pareja. -Si fuera mi madre o la vecina, no te diría nada.
-De acuerdo, vamos a ver... ¿Cómo pasó, ttebayo?
-Pues suele ocurrir cuando el espermatozoide contacta con un óvulo maduro, hace cuerpo con el estroma y lo fecunda. -le explicó con seriedad ignorando la expresión confundida del otro.
-Ah... -casi se le cae la baba. -¿Todo eso hace ttebayo?-preguntó admirado por el proceso hasta hoy incomprensible para él.
-Si.
-Pero tu tomas tus pastillitas esas ttebayo. -sus manos sudaban.
Sasuke asintió sabiendo que debía explicar aquello.
-¿Te acuerdas cuando nos pasamos con las bebidas en casa de Sakura?
-¿Cuando nos retamos a beber mas que el otro? -sonrió recordando las escenas. -Ese día te tuvieron que bajar de la mesa entre cuatro.
-Si, bueno... no era necesario recordar aquello. -dijo abochornado. -La cuestión es... que en vez de tomarme la pastilla, creo que me tomé un pupilente por error.
-¡¿Te ah embarazado un lente de contacto?! -obviamente, no lo entendió.
-Si, dobe... un lente...
-¿Estas seguro ttebayo?
-No del todo, me falta hacerme una prueba. -estaba nervioso por la reacción de su pareja.
-¿La de ceneval?
-No se que me da mas miedo... estar embarzado o que tu seas el padre.
-¡¿Es que hay otro?! -sus cejas se juntaron por los celos.
-No, mi rey... -le dijo en tono meloso. -Hay genes...
Naruto sonrió aliviado y luego se preocupo al no entender la frase de Sasuke.

-Viejitos-

Sasuke entonaba una canción mientras atendía la comida sobre el fuego. A sus espaldas, estaba la chica que le ayudaba en casa, su nombre era Hinata. Una mujer de aproximadamente 20 años con un hermoso cuerpo seductor.

-¡Buenos días ttebayo! -apareció contento aquel hombre canoso con su siempre sonrisilla. -Sasuke... no le vayas a echar tanto picante, sabes que no me sienta bien. -le advirtió preocupado al verlo cocinar.
-No... -pronunció con hastío y esperó a que se fuera de ahí para tomar la salsa y vaciarla entera en la olla.
-Se... señor Sasuke ¿no es eso lo que... le dijo su esposo que...?
-Que tontería... le sienta peor las chicas a su alrededor o su estúpido orgullo... -le restó importancia sin ocultar su sonrisa sádica imaginando al usuratonkachi sin poder salir del baño. Siguió taradeando mientras agregaba mas condimentos. -¿Sabes cuál es el secreto para un buen ramen?
-¿Taradear?
-No, tonta, eso es para las plantas. -le regañó pero estaba de buen humor ese día. -Mira... leche de magnesia* y agua de la llave. -los fue vertiendo.
-Pero eso le haría daño a quien se lo comiese.
-No, para nada. -mintió. -La próxima vez que el idiota que tengo por esposo te pida un ramen, ponle estos ingredientes y te va a amar.
-¿En serio? -sonrió avergonzada.
- No, solo me ama a mi.

Escenas De MatrimonioWhere stories live. Discover now