El Diario del Conde...

Hola,

lo siento, no aguante. Como sabran mi nombre es Lu

es un placer, bueno.

Sin mas preanbulos, Ladys and Lords, les presento, mi historia.

(Narra Ciel)

Esto ya se volvio costumbre. Despertar, vestirme, desayunar, ir a mi despacho, trabajar firmando papeles y rechazando ofertas que son innecesarias para la compania Funtom, abrir un cajon que esta al lado derecho de mi escritorio, sacar un libro con pocas paginas escritas, agarrar mi pluma y escribir dentro del libro la primera palabra que me viene a la mente: Sebastian.

"Querido diario:

ya estoy perdiendo la cabeza, me siento una niña al escribir tales palabras, pero no lo puedo evitar, no puedo hablar ni contarle nada de mis sentimientos a nadie, menos a Sebastian, Elizabeth es mi prometida, no seria lo correcto.

Me duele, me duele el solo pensar que nadie me entiende, que nadie me escucha, que estoy solo, que soy un inutil y morire asi. Mi dolor esta expresado en mis brazos, no dejo que Sebastian me cambie o me bañe, ya tengo 14 años, puedo hacerlo solo, pero ademas no quiero que me vea asi. Ya son las 4-.57, en un momento llegara Sebastian."

Dejo el libro ocultado en su lugar, doy vuelta mi silla para darle la espalda a la puerta y escucho tres golpes suaves que provienen de la misma.

Pase- digo, con mi tono serio e indiferente.

Botcchan, le traigo su té favorito, Earl Gray, acompañada con una tarta de chocolate de 3 clases diferentes, como lo ordeno.- dijo Sebastian mientras dejaba las cosas mencionadas en mi escritorio.

Empiezo a comer el pastel, mmmm (sin presupuesto) como lograba hacer un pastel tan rico?

Olfatee mi te y lo bebi, esta perfecto, mis preguntas aumentaban cada dia mas y las respuestas eran muy escasas. Como le salia todo perfecto a Sebastian? Claro esta que para hacer algo perfecto hay que ser perfecto, y Sebastian no era la excepción, su tez blanca, sus ojos carmesí, su sonrisa, su oscuro cabello, sus labios, esos labios que me moria por probar, me quede mirandolo totalemente embobado, senti mis mejillas arder y Sebastian lo noto

Botcchan se siente bien? esta colorado, tiene fiebre?- acerco su mano a mi frente, pero antes de que me tocase la aparte con brusquedad.

Estoy bien, ya no tengo hambre, puedes retirarte- hizo una reverencia, retiro los platos y se fue, dejandome solo de nuevo.

MALDITO ORGULLO! el unico lugar el cual no pisa mi orgullo es mi diario, donde puedo decir libremente: " Te Amo Sebastian"

Me doy vuelta y veo mi jardin con mis rosas blancas, son mis favoritas, y las plantaste sin que te lo ordenara, sonrió, que raro, esas rosas siempre estan ahí, sea verano o invierno siempre estan, cortas una cada dia para ponerla en mi escritorio. Gracias...

Una lagrima se escapa de mi ojo izquierdo mientras susurro un inaudible:

"Gracias"

Vuelvo a mi escritorio, saco una de mis navajas y me la paso por mi antebrazo derecho, mas lagrimas comienzan a salir, mientras que en cada lagrima se escribe un

"Te amo Sebastian"

Gracias