Capítulo 39

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No podía describir con palabras como me sentía en estos momentos. Releí la carta una y otra vez, hasta casi aprenderla de memoria. No sé por qué lo hacía, tal vez por si descubría algún mensaje oculto o algo que me dijera que todo aquella era una broma.

No podía ser verdad lo que había escrito aquí. Me negaba a creerlo. Todo este tiempo... durante semanas Brenda ha estado ocultando esta información a mis espaldas. ¡Salía por las noches para ver si descubría algo! ¿Y si en una se esas salidas le hubieran hecho algo?

Entonces, ahora que lo pienso, así fue. El día que escribió esta carta, aquella noche alguien la golpeó por detrás. Seguramente era una especie de aviso para Brenda, una manera de decirle que dejara de buscar o tendría problemas. Y es probable que ella hiciera caso omiso a su advertencia.

A saber cuantas veces más habrá salido a investigar por las noches. Seguramente, cuando la capturaron fue en alguna de sus salidas nocturnas, y coincidió con que Brooke estaba fuera de la cabaña y lo pudo ver.

Es más, es posible que el ruido que oyó aquella noche fuera de Vince, que se acercaba al valle. ¡Seguro que cuando se lo dije ella ya se lo esperaba! Siempre ha estado un paso por delante de los acontecimientos.

¿Y si se dejó raptar para descubrir donde estaba el campamento? Al igual que ella, yo también me acerqué mucho a la verdad, e inmediatamente también me secuestraron. Pero conmigo lo hicieron mientras dormía y cuando estaba alejado del valle. Pero con ella lo hicieron de noche en el valle y cuando estaba despierta. ¿Por qué? No encontraba el sentido en toda esta historia.

Tenía a sus amigas compinchadas, les pidió que me mintieran a la cara. ¡Casi me muero del susto al pensar que estaba sola y perdida en el bosque! Desde el principio, aquel numerito fue un teatro, una manera de burlarse de mí. Y por si eso era poco, me mintió con la caja.

La había estado guardando como un verdadero tesoro, pensando que la había hecho ella con todo su cariño y esfuerzo, y ahora me decía- mejor dicho, me escribía- que era una caja cualquiera que había encontrado por ahí y la utilizó como escusa para adentrarse en el bosque aquel día. ¡Y yo como un iluso la creí y la guardé bien! Incluso cumplí mi promesa de no leer la carta de dentro hasta que ella me lo permitiera.

Era tal el contenido y la rabia que tenía que había pasado por alto la confesión de Brenda. ¿Y yo ahora como sé que no me está volviendo a mentir? Todas esas palabras de amor, después de haberla leído no me decían nada. Nada se agitaba en mi interior al leerlas. Me sentía traicionado, como si la historia con Teresa se volviera a repetir.

Y encima quiere que la perdone y que vaya a una cueva para descubrir más cosas que me ha estado ocultando. ¡Una clonc! Tuvo tiempo para decírmelo y no lo hizo. ¿Como ha podido ocultarse todo esto y después ser capaz de mirarme a la cara y fingir que no pasaba nada? El día en que nos besamos... ¿y si no tenía prisa por ayudar a Marie sino para investigar más cosas? Ahora podía desconfiar de cualquier momento que vimos.

La ira, la rabia, el desconcierto, el dolor... todo crecía dentro de mí como un gran remolino situado en mi corazón. Me dolía profundamente lo que había leído, lo que había descubierto, pero más dolía el haber estado tanto tiempo engañado.

Arrugué las hojas, pensando que eso calmaría mi dolor y la decepción que llevaba dentro, pero no funcionó. Seguía sintiéndome igual de mal que antes. No había solucionado nada, nada había cambiado. La carta seguía diciendo lo mismo, y ya era incapaz de volver a leerla sin dar un par de golpes contra el suelo.

Encima no estaba presente para poder echárselo en cara, pedirle explicaciones, reclamar una disculpa. Nada. Porque ella no estaba. Todavía no. ¿Y cuando volvería? Ahora que era libre, ¿qué la retenía fuera del valle? Pues estaba harto de esperar, de preocuparme por buscarla, de tenerla como único pensamiento en mi cabeza. A partir de ahora las cosas iban a cambiar.

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