Capítulo tres: Un nuevo diagnóstico

Start from the beginning
                                    

Sonrió muy cordial.

—No, no lo estás —respondió colocando la libreta y pluma en la pequeña mesa que estaba junto a él—. ¿Te asustó mucho? —preguntó.

—Al principio, pero luego me cuestioné por qué tenía mi rostro.

—La respuesta puede ser que exteriorizaste tu fuerza de voluntad. Te viste reflejada para buscar protección en ti misma.

—Tal vez.

—Mmm, me gustaría tener algunas sesiones contigo. La doctora Dashwood está en lo correcto, tienes demasiado estrés acumulado —Sonrió con discreción y agregó—: Pero no te alarmes, juntos podemos canalizar todos tus problemas en algo más sano.

»¿Qué te parece una sesión por semana? —consultó tomando un libro forrado de fina piel negra, parecía ser su agenda—. Tengo libre el jueves en la tarde. Antes de irte, reserva ese día con mi asistente... Si aún quieres que te ayude.

Asentí varias veces.

Muy independientemente de mi problema, me moría por volver a ver al doctor Barnes.

Si no me curaba, al menos habría pasado tiempo emocionando a mi corazón con cada uno de sus atractivos rasgos.

Él despertaba un sentimiento agradable, ¿por qué alejarlo de mí?

Segunda sesión

Mi siguiente cita llegó más rápido de lo que esperaba. Y después de los cordiales saludos y preguntas clásicas por mi bienestar, la sesión con mi atractivo doctor inició.

—En la primera sesión me hablaste de la razón final por la que llegaste a mí —recordó muy serio. Aunque a mí se me quiso escapar una sonrisa nerviosa; aún no me acostumbraba a su actitud de escucha—. Ahora me gustaría empezar... —Rio entre dientes— con el principio.

—¿Por qué debemos empezar con lo peor?

—Porque es la raíz del problema. Siempre se debe atacar primero lo malo, nunca lo bueno.

No quería hablar de cosas malas, sino convivir informalmente con él. Pero eso no iba a pasar.

Resoplé en lo que me dejaba caer en el respaldo del sillón.

—Está bien —accedí sin ocultar el gesto remilgoso que le dio un poco de gracia.

—Me dijiste que estabas huyendo de algo —dijo para iniciar de nuevo mi rollo.

Tragué saliva cuando recordé que todo empezaba con Martin. En verdad no quería hablar de mi ex con alguien guapo.

—Vamos. Recuerda que estoy aquí para ti. No voy a repetir por nada del mundo lo que me digas dentro de estas cuatro paredes. Soy tu paz interior, habla conmigo.

Asentí con la cabeza y sonrisa apretada, aceptando su promesa.

Aun necesitaba su ayuda.

—Hace un año, más o menos, conocí a alguien —no quise decir su nombre por alguna razón— que me hechizo desde el primer segundo que cruzamos palabra. Fue casi como... —callé. No podía decirle que fue como cuando lo conocí. Cambié—: como ver a mi actor favorito.

»Un clic instantáneo.

»Nuestra relación comenzó de inmediato, podría decirse que desde el día uno.

—Tenían una fuerte química —comentó.

—Sí, del tipo que debe ser prohibida y nunca debe darse. Poco a poco, y sin darme cuenta, mi mundo giró alrededor de él. Y quiero decir literalmente vivía de acuerdo a él. Comía, respiraba y vivía para complacerlo.

Expiación (Novela extendida)Where stories live. Discover now