Capitulo 2

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POV Lali

Hora de cenar. En realidad, ni papá, ni mamá estaban. Así que decidimos encargar Delivery. No solemos comer juntos cuando nos quedamos solos en casa, pero esta vez había un invitado. Y por respeto, tendríamos que comportarnos como gente civilizada y comer en la mesa.

Me senté apoyando el pedido que recién acaba de llegar y llame con un grito a Franco. Bajo acompañado de su amigo el cual se sentó frente a mí en la mesa. ¿Por qué frente a mí?, habiendo tantos lugares en una mesa de 5 metros de largo. Me miro, me ruborice. No podía dejar de lado que hace unos segundos me había observado prácticamente sin nada puesto. Lo disimule y mire hacia otro lado, tirándole una mirada asesina. Hablaban y hablan con Franco de sus vidas. Nombraban a gente que ni conocía. Me sentía sapo de otro pozo. Ni bien termine la última porción de pizza, me retire de la mesa. Y subí a mi cuarto. Ese hombre me ponía bastante incomoda. Lo bueno es que mañana ya desaparece. Me recosté en la cama y tome mi celular. Dos WhatsApp de integrantes de mi banda.

Anto (1):

La, dale. No te enojes por esto. Te necesitamos en la banda

Peter (3):

Ya hablamos con Franco

No fue culpa tuya. Mala nuestra

Espero que no sea cierto que no quieras seguir en la banda

¿Pedirme perdón no entraba en su lista de cosas, no?. Deje que el doble tic de visto, fuera mi respuesta. Hagan lo que hagan, no iba a volver. Era una decisión tomada. Además, ya me estaba cansando esto de intentar triunfar como cantante. Con tantas idas y vueltas, me termine durmiendo sin pensarlo

POV Mariano

- Lo mejor que podes hacer, es alejarte de ella. Creo que una relación así es bastante toxica.

- No digas, eso. Juliana es una buena madre y fue una gran esposa... - ¿fue?, ¿porque hablo en tiempo pasado?

- Totalmente, fue. Y tampoco dije que fuera mala persona. Solamente, que no pueden seguir con discusiones. Se están atormentando. Tienen que terminar con esto

- No es tan fácil. Esta nuestra hija de por medio – mi pensamiento se estaba convirtiendo en tristeza pura. Pensaba en ella y me partía el alma

- Por eso mismo hermano, por su futuro. ¿Vos crees que a ella le gusta verlos pelear todo el tiempo?

Me quede callado, mirando al piso bajo a esa pregunta. Tenía razón. Olivia no la estaba pasando nada bien. Y pensándolo dos veces, el accidente de hoy a la mañana fue para llamar nuestra atención. En cuestión de segundos, me puse mal. Estaba pasando una situación horrible. Creo que Franco lo noto, porque me dio una palmada de consuelo. De verdad, estaba haciendo mucha fuerza para mantener mis lágrimas sin salir.

- Tranquilo hermano, todo va a mejorar

- Eso espero – tomo aire para disimular mi estado – Ahí vuelvo, voy a tomar algo abajo ¿puede ser?

- Sí, no tenes ni que avisar –me dijo con una sonrisa

Un segundo más que me halla quedo ahí arriba y me quebraba. No podía ser tan maricon. Baje las escaleras casi trotando y me dirigí a la heladera por la jarra de agua. Después de tomar el primer sorbo, suspire mirando al techo. ¿Por qué a veces todo se complica?, hace unos años atrás mi vida parecía ser la mejor y armada así hasta el mi último día. ¿Cómo es que de un momento a otro se desmorona todo? Me sobresalte al escuchar unos pasos que venían de la escalera. Ya eran las 2 de la mañana, era raro que eso suceda. Hasta que la vi y recordé su existencia en esta casa. Era Lali, su cara se transformó al verme

- Vine a tomar algo, ya me voy. Tranquila – le dije con una sonrisa, intentando calmar las aguas. Ella siguió con sus pasos agarrando primero un vaso y luego abriendo la heladera, ignorándome.

Decidí no incomodarla más. Deje el vaso en la mesada y di unos pasos camino a la escalera cuando la escuche.

- Espera –dice cerrando la heladera de la cual venia usando como excusa para esconder su cuerpo de el

Gire para mirarla y me volví a encontrar con ella. Algo en ella me generaba ternura a pesar de todo.

POV Lali

- Perdón, por lo de hoy. No quise interponerme en tu auto, ni tratarte mal como hace un rato... Creo que no te mereces mi mal humor. No es con vos la cosa

Me estaba mirando fijo a los ojos, eso era algo que no estaba aguantando. Me sonrió y dijo:

- No pasa nada, no tenes que pedirme perdón. Te entiendo – cada vez se acerca más y se apoya en la mesada a mi lado para, al parecer... "charlar" conmigo. Eso me ponía aún más nerviosa, ¿desde qué momento le di tanta confianza? - ¿mal día?

- Sí, me habrás escuchado – me ruborizo recordando la escena con Franco hace un rato lo cual a el lo hace reír

- Si, no lo tenía a Franco tan cortito – eso me hizo reír

- Es un tarado – tomo un sorbo de mi vaso - ¿y vos?, no tenías muy buena cara hace un segundo - ¿Por qué le estaba preguntando esto?, ¿Qué me importaba?

- Nada, también, mal día. Mi hija -¿hija?, ¿tenía una hija? – tuvo un accidente hoy y tuvieron que internarla – tapo mi boca con mis manos, en modo de asombro- Estoy bastante preocupado por ese asunto y varias cosas más. Por eso, necesitaba un amigo. Y Franco es casi un hermano para escucharme... - hizo un mueca que intentara que fuera sonrisa, pero ni él llega a creérsela

- Ay, perdón. Y yo peleándote y echándote mi mala vibra con todo lo que te paso – realmente, me sentía culpable. Pobre hombre. Soy una inmadura – pero, ella, tu hija, ¿está bien?

- Si, fue una travesura de nena de 6 años – me sonríe explicándome – jugando se tropezó y se golpeó un poco fuerte la cabeza. La dejaron en observación para verificar que todo esté bien. Pero, es un susto muy grande... - parecía estar realmente preocupado, su cara lo decía todo

- De seguro, es horrible. Me imagino que como padre, es una preocupación inmensa – el solo asentía y me miraba, me miraba intimidante o yo sola me intimidaba- ¿y qué haces que no estas cuidándola?

- Esta con mi esposa

- Ah, claro – ¿esposa? era de esperarlo, pero que me lo diga fue una confirmación, que no sabría porque, no me gusto para nada. Me quede mirando el suelo por unos segundos, causando un silencio entre los dos

- Mas, algunas peleas con ella...

¿Me estaba contando su intimidad? o ¿quería que lo consuele? Realmente, parecía ser un hombre sufrido por todas estas cosas, pero yo era la menos indicada para aconsejarlo, era totalmente inmadura al lado de el, soy una adolescente. Que voy a saber yo del amor, de hijos, de matrimonios... Salí de mi burbuja de pensamientos y me olvide que estaba ahí esperando que dijera algo.

- Pero, todo saldrá bien. No te preocupes – le di una palmada en su hombro en modo de consuelo y lo mire con una sonrisa que el no tardo en devolvérmela

- Gracias chiquita – dijo dándome una caricia en la cabeza, haciendo notar la clara distancia de estatura

Y así, volvió a subir las escaleras en dirección a la habitación de Franco. Quede totalmente desconcertada y enojada. ¿Qué fue eso?, es decir, es obvio que hay una cierta edad de diferencia, pero no soy una nena como para que me diga "chiquita" y  me de una caricia en la cabeza, de esas que me daba mi padre antes de irme a dormir cuando tenía CINCO. Suspire sacando todo mi mal humor de encima y me dirigí de nuevo a mi habitación. Rezaba para no tener que cruzármelo de nuevo, ya que mi pieza estaba pegada a la de Franco. Por suerte, no fue así. Di un portazo y me senté en mi cama. ¿Por qué estaba enojada?, ¿me enojaba que me traten de nena o que EL me tratase como una? Creo que me estaba enroscando con cosas que no son, y todo esto es producto del mal humor y el día de hoy. Apoye de mi cara en la almohada y estaba segura de que esta vez no volvería a despertarme, hasta mañana.


• Enseñame A Amar || Novela MarialiWhere stories live. Discover now