En los rubios no se confía.

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Día cinco.

Desperté por mí mismo y eso me asustó. Miré a mi lado y mi hija se encontraba con la vista hacia arriba y respirando de forma extraña.

-Darcy ¿Qué pasa?

-Hay algo raro en mi boca, papá –sus ojos se veían asustados.

-¿Algo raro?

-Uno de mis dientes se puede mover ¿eso es malo?

Reí, con que eso era.

-Darcy, eso es muy normal. –le acaricié el cabello- Ese diente se llama "diente de leche" y su deber es acompañarte un determinado tiempo hasta soltarse y darle paso al definitivo; eso es lo que te está ocurriendo.

-Ósea que ¿a todos los niños les pasa?

-Claro, nos sucedió a mí, a tus tíos, a tu mamá...

-¿Y al tío Thom?

-También –gruñí.

*

-¡Harry, saca tu trasero de mi cara!

-¡Cállate Louis! ¡Me duele! ¡No, Niall, no pongas tu mano ahí!

-Por favor, Harry, necesitabas acción física.

-Ya, Liam, pero si Zayn se detuviera de apoyar todo su peso sobre mi...

-¡Oye, es complicado esto! Claro, como tú no te mueves...

-¡Mano izquierda, verde! –gritó Darcy.

-¡No, no, no! ¡No! –Zayn calló sobre mí, haciéndome perder también a mí.

-¡Zayn! –grité al mismo tiempo que los otros tres caían.

De alguna forma estábamos los cinco uno arriba del otro y, sí, yo abajo.

-¡Falto yo! –gritó Darcy y se lanzó sobre nosotros.

-¡Ya! ¡Fuera! ¡Me están ahogando!

-Debilucho –suspiró Louis mientras se levantaba, junto con el resto.

-Hagan dieta, gordos –espeté para luego tomar en mis brazos a Darcy- ¿Cómo va ese diente, princesa?

-Va bien –silbó un poco- Con el dinero que me deje el hada de los dientes compraré una casa para que vivamos todos juntos.

-Pero sin tus tíos, ellos ya tienen una casa.

-Oh –se decepcionó un poco, pero luego la sonrisa volvió a ella- Entonces solo seremos los cuatro.

-¿Cuatro?

-¡Claro! Tú, mamá, el tío Thom y yo.

Se hizo un silencio fantasmal.

-Le debería hacer un altar a ese tío Thom; parece ser genial –dijo Niall.

-¡Lo es! –y así fue como Darcy me abandonó por irse a hablar del tío Thom con Niall.

Y es que en los rubios ya no se puede confiar, independientemente de que sean o no naturales.

-Hey, despreocúpate, Darcy te quiere mucho –Zayn golpeó mi espalda.

-También lo quiere a él.

-¡Pues claro! Ha pasado toda su vida a su lado, de cierta forma ha sido su figura paterna, mas no su papá. Por algo Darcy lo llama "tío", ella está clara en eso.

-Bien, pero qué si es el novio de Emily.

-Eso estaría bien –fulminé con todas mis ganas a Louis- Ella tenía derecho a rehacer su vida, ahora lo que debes hacer es entrar a la batalla, solo eso. No tienes que enfurecerte con el chico este, si lo único que ha hecho ha sido cuidar de tu hija en todos estos años.

-Oye, Harry, él ama a tu hija y ella lo ama a él; de ninguna forma los vas a separar ¿entiendes? No debes y tampoco podrás. Solo tienes que entrar a la carrera por el amor de Emily, tú y ella. No involucres a Darcy en un enojo infantil con el que ha sido un pilar fundamental en su vida.

Sabía que ellos tenían razón, aunque dolía saberlo.

-¿Desde cuándo eres tan sabio, Liam?

-Oye, que lo he dicho yo. Liam solo...complementó mi opinión –se quejó Louis.

-Pero yo empecé con la idea, así que se callan los dos.

-Si...no pueden ser inteligentes por más de tres minutos, ya debería saberlo.

-Cállate rizitos de oro –exclamaron los tres golpeándome con uno de los almohadones del sillón.


¡Eh, Papá! »Harry Styles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora