Capitulo 18

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Son ya las nueve y no hemos parado y encima me siento muy culpable. Jesús ha insistido en pagarlo todo y estoy segura de que se ha gastado un pastizal seguro.

-¿Quieres que vayamos con los demás? Están en la caseta y hoy no ponen sevillanas, hoy hay un dj-Me propone y yo asiento encantada, si todo lo que me diga él me va a parecer bien.

Andamos unos 15 minutos y llegamos a la caseta y nos encontramos de lleno con Manu, Jorge, Jaime, Berta, Laura y Lorena, quienes se despiden de nosotros porque tienen que irse al hotel ya, o los profesores le mataran.

Entramos y han puesto una canción de reggaetón, Jesús y yo nos vamos directos a la pista y la bailamos juntos animadamente. Después ponen una lentas de esas que hay que bailaras agarraditos y suplico que el dj no la cambie a la mitad.

Él me agarra de la cintura y yo del cuello, y juntamos nuestras frentes como hacen decenas de parejas a nuestro alrededor.

-Bea-Susurra él en mi oído-¿Yo te gusto?

Me estremezco, ay, dios mío, y ahora qué hago yo. Tranquila Bea.

-¿Y yo a ti?-Le susurro intentando causarle el mismo efecto que él me causa a mí pero él solo se ríe.

Bailamos unos segundos en silencio, hasta que miro hacia arriba y me encuentro con los ojos de Jesús.

El dj cambia la canción pero nosotros seguimos agarrados de la misma forma y cada vez estamos más cerca.

Ambos nos miramos y estamos tan cerca, que puedo notar nuestros alientos chocar.

-¿Quieres que te bese?-Me susurra mientras una de sus manos sube de mi cintura a mi cara y me la acaricia un poco.

Mi respiración se entre corta.

-No sé, ¿Vas a hacerlo?-Le pregunto en un hilo de voz.

Y entonces nuestros labios empiezan a rozar, hasta que presionamos unos contra otros y nos damos una mezcla de pico y beso, porque es como un pico, que dura como un beso pero sin meter lengua ni nada.

Nos separamos y sonreímos. Estamos unos minutos así hasta que empezamos a buscar a los demás para comer algo porque estamos muertos de hambre.

Llegamos hasta una mesa donde están todos sentados comiendo. Jesús se sienta al lado de Paula y yo al lado de Dani.

-¿Qué ha pasado?-Me pregunta cual maruja curiosa.

Y yo solo le sonrió dándole a entender que todo ha ido súper mega bien, que no tiene por qué preocuparse y que ya le contare.

Él me devuelve la risa y ay dios mío, miro a Jesús quien me mira sonriendo y yo le devuelvo la sonrisa y le saco un poco la lengua.

A los pocos minutos le cambia el sitio a Dani y se pone al lado mío.

Yo le intento sonreír pero bostezo agotada mientras me froto un poco lo brazos por el frio. La verdad es que hace un poco de frio, es este frio que hace poco frio pero te da de lleno. Vale, me he liado.

Me apoyo en el hombro de Jesús y cierro los ojos por unos instantes. Aunque después me doy cuenta de que han pasado minutos.

Vale, son solo las doce pero teniendo en cuenta que solo dormí 3 horas, creo que tengo escusa.

-Ey-Dice Jesús-Me voy a llevar a Bea a casa, que está muerta de sueño.

-Vale, pero recordad, sin globitos no hay fiesta-Dice Julia

La mato, es que la mato.

-Yo hoy no voy a casa, me quedo en casa de Julia-Avisa Dani y se tiran miradas cómplices.-Puedes llevarla a casa.

Dani le mueve las cejas a su hermano hacia arriba y hacia abajo.

-¡Dani!-Le regaño.

-Oye que hay dos camas, mal pensada-Me responde este riéndose.

Nos despedimos de los demás y empezamos a andar camino al metro.

Mi mano y la de Jesús rozan al andar y en uno de esos roces el coge mi meñique como si le estuviera prometiendo algo. Yo cojo los demás dedos y los acabo entrelazando con los míos.

Llegamos al metro y esta vez ambos nos sentamos en un asiento cada uno. Apoyo mi cabeza en su hombro y bostezo repetidamente.

-¿Quieres ir a tu casa o a la mía?-Me susurra en el oído haciendo que yo me ría por el doble sentido.

Me encojo de hombros pero a los 20 minutos. Después de habernos bajado del metro y haber andado un poco llegamos a una casa que claramente no es la mía.

Me coge de la mano y vamos hacia arriba.

Me quito las plataformas y las tiro a un rincón de la habitación.

-Te puedo dejar algo de ropa-Me propone mientras saca del armario un pijama, unos pantalones largos grises y una camiseta de manga corta negra.

Me tira la camiseta y él se mete en el cuarto de baño con los pantalones para cambiarse.

Me quito la ropa y la doblo en un extremo de la cama y me pongo la camiseta.

La camiseta me llega justo debajo del culo, me miro en el espejo, como levante las manos se me van a ver las bragas enteras. La verdad es que nunca me ha gustado mi pierna derecha, sé que suena estúpido pero tengo una cicatriz de un día que me corte con un cuchillo que cayó de la mesa y me rasgo la piel. Se ve un poco pero me siento cómoda osea que me da igual.

-Si con ropa te referías a algo que apenas me tapa el culo, te felicito por que lo has conseguido-Le digo a la misma vez que el sale del baño, sin camiseta.

Ay dios mío que bueno esta.

Tú {GEMELIERS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora