Capitulo 2

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Daniel
Pues a las cinco en las setas.

Patricia
Vale pero va a estar el centro empetado, todo el mundo está con las compras de Navidad, y más en viernes.

Paula
No seáis agua fiestas, va a estar genial.

Julia
Niñas, poneros monas que me llevo la cámara y os echamos fotos.

Jesús
Joder, entonces no acabamos ni a las diez.

Alejandro
Déjalas, total, si no se llevan la cámara, llevan los móviles.

Bea
Jo, que tampoco creo que se vayan a echar 300 fotos

Julia
¿Se? Nos, bonita, necesitas recuerdos de tu tarde visitando Sevilla!!

Marco
Anda iros a arreglar porque quedan 30 minutos y al final nos quedamos nosotros esperando

...

Me pongo unos pantalones negros pitillos de talle alto con un croptop blanco corto cruzado.

Me echo una chaqueta vaquera encima y me pongo unas botitas con un poco de tacón.

Me pongo un poco de corrector, eyeliner, rimel y pinta labios.

Mis padres no están en casa, dijeron que llegarían a las cuatro y me han dejado 40 euros en la repisa.

Cojo el dinero, el móvil, las llaves y un cuello de lana gris y maquillaje y lo meto todo el un bolso negro en forma de media luna que me compre hace ya más de un año.

Llego a las setas a las cinco y diez, y ya están todos los niños y Patricia, faltan Julia y Paula.

Los saludo a todos con dos besos, nerviosa.

Julia y Paula vienen discutiendo, Julia se le ha olvidado la cámara y Paula no ha traído su iPhone pensando que se echarían fotos con la cámara.

-Tranquilas-me rio- Yo traigo mi iPhone, podemos hacer las fotos con él, es nuevo y tiene toda la memoria libre.

Se les ilumina la cara y me enseñan la giralda, la torre del oro, el río y el alcázar, porque entre que nos hemos liado a hacernos fotos, no nos ha dado tiempo a más.

-Si queréis cogemos el metro y vamos a mi casa, mis padres están de viaje y me han dejado pizzas y podríamos cenar allí-Propone Marco

Todos estamos de acuerdo. El metro está lleno y es la primera vez que lo cojo.

-Agárrate-Me dice Jesús, ofreciéndome su brazo, y estoy seguro de que es él porque su colonia de Hugo Boss, me lleva alegrando toda la tarde.

Me agarro sin rechistar y él consigue meterme dentro del metro y se sienta en un asiento, en el único que hay libre por cierto.

...

Daniel
Jesuuuuuusssss
Beeeeeeaaaaaaa

Patricia
Como sois, os metéis en el metro sin saber si estamos nosotros o no.

Alejandro
Que nos hemos quedado abajo gilipollas

...

Me rio, leyendo el chat, y le ofrezco a Jesús, mi móvil para que lo lea.

Lo lee y creo que es la primera vez que lo veo realmente sonreír.

Me duelen muchísimo los pies.

-Anda siéntate

-No, en serio, da igual puedo aguantar.

-No seas tonta y deja que yo me ponga de pie.

- Que no Jesús, que no te voy a dejar de pie en el metro.

-Pues yo tampoco voy a dejar que te vayas haciendo daño en los pies por testaruda.

Me coge de la cintura y me sienta encima de sus piernas.

Me pongo roja no. Lo siguiente.

-Ay mira pero si se pone roja y todo.

-Cállate- Digo poniéndome aún más roja.

Dejo caer mi mano sobre su pierna y la quito al ver como se sobresalta, pero coge mi mano y la vuelve a poner ahí, para mi sorpresa.

El metro se para, y todo es muy confuso, al parecer ha habido un macro apagón y estaremos así unos minutos.

Aprieto mi mano en puños y cierro los ojos.

-Tranquila-Me susurra Jesús.

Las luces de emergencia, se encienden y no puedo evitar intentar levantarme de la pierna de Jesús y correr hacia la luz.

Pero cuando estoy a punto de hacerlo, el coge mis manos, me las pone sobre su pierna y me agarra de la cintura con una mano.

Tengo las manos en puños, apretados, estoy tensa.

Abre mi mano, y me acaricia los nudillos lentamente, cosa que hace que me relaje, me inclino y apoyo mi cabeza en su hombro.

Él me sigue acariciando la mano con su pulgar con mucha delicadeza.

Encienden las luces y el metro comienza a funcionar.

Levanto mi cabeza del hombro de Jesús, pero él mueve la cabeza en señal de que la vuelva a apoyar.

Obedezco porque me siento muy bien y más si él sigue acariciando mi mano.

Bajamos del metro y salimos a la calle, tengo frío, son las 11 de la noche y solo llevo una chaqueta vaquera.

Abrazo a Jesús y él me corresponde al abrazo, mi cabeza llega justo a su hombro.

Me apoyo en su torso y él me abraza por la cadera.

-Gracias-susurro.

-No hay de qué.

Y a los 10 minutos de estar abrazada a él, llegan los demás y con sus comentarios hacen que nos separemos, que él vaya a lo suyo, y yo a lo mío.

Wym

Tú {GEMELIERS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora