INCESTO PD: No Todo es lo que Parece ©

El amor de mi vida

Sabia que todo era demasiado perfecto para ser real.
Sabia que tarde o temprano esto tenia que acabar.
Ser yo la que lo haga solo empeora mas la situación, me confirma algo que yo ya sabia pero que lo deje alargar por que fui egoísta.
Soy egoísta.
Ha pasado una semana.
En una semana han cambiado tantas cosas, mis padres volvieron de su luna de miel y Liam y yo no podemos seguir juntos.
Saber esto me lastima más de lo que jamas creí posible.
Nuestros padres están sospechando, lo veo en su mirada, nos observan.
Cuando Liam y yo nos tratamos bien o cuando el y yo estamos mirándonos perdidamente el uno al otro ellos solo nos OBSERVAN.
Es tan aterrador, es tan espeluznante que me da miedo solo pensar su nombre en mi mente, por temor a que ellos lo oigan y lo sepan todo.
Miro a Liam desde el otro lado del sofá, su mirada triste me confirma lo que ya sabíamos, nuestro tiempo juntos se esta acabando.
Le sonrió tranquilizadora, no quiero que se sienta mal o que sufra por mi.
En las noches que pasamos juntos, solos.
En nuestra burbuja era precioso, jamas lo olvidaré son noches que atesorare para siempre, nos contábamos anécdotas de infancia que creiamos haber olvidado con el paso del tiempo, en otras solos nos mirábamos disfrutando de la compañía del otro con nuestras frentes juntas, otras solo cantaba para el, lo arrullaba con mi voz como a un niño pequeño tranquilizando cualquier inquietud, mientras el me acariciaba la espalda en perezosos círculos que hacían mi sangre hervir con fervor.
En el colegio teníamos que fingir que ninguno existía, no cruzábamos mirada, por temor a que nos observen y descubran que había algo mal entre nosotros.
Ignorarlo dolía.
Sabia lo que tenia que hacer.
Me levante y me dirigí al baño, cerré la puerta suavemente detrás de mi, me aferre al lavadero mis manos temblaban con fuerza.
Era tan injusto.
La puerta se abrió detrás de mi y Liam apareció, su cabello rubio caía sobre su rostro y sus ojos dorados me observaban con cautela.
Yo sabia.
Yo sabia que el tenia miedo, miedo de lo que nos pudiera suceder en el futuro, por eso yo me hacia la fuerte, por que yo sabia que el me necesitaba, nos necesitábamos tan arduamente que dolía físicamente.
-Naomi- murmuro mi nombre en un susurro tan bajo que tuve que esforzarme en escucharlo.
-esta bien- murmuré y lo atraje a mis brazos, mi corazón apretado dolorosamente por lo que sabia que tenia que hacer para que el dejara de mirarme asi.
Tenia que liberarlo. Tenia que dejarlo ir.
Dolía.
Dolía tanto que se sentía como un puñal clavándose cada vez más profundo en mi interior.
-que vamos a hacer, cada vez que quiero estar contigo nuestros padres están cerca o hacen una jodida fiesta para celebrar cualquier tipo de cosa- murmuro con sus labios pegados a mi cuello- nunca hay un tiempo para los dos- se alejo un poco de mi, aprecie sus ojos dorados tan bellos que dolía mirarlos.
-no podemos seguir asi Liam- su cuerpo se tenso ante mis palabras- no puedo seguir asi- obligue a mis manos a alejarse de su pecho.
-que quieres decir- me miro nervioso, sus ojos preocupados escaneaban mi rostro en busca de respuestas.
Tome aire, hundí mis uñas en las palmas de mis manos para evitar que las lagrimas salgan, por que si lo hacía ya no habría vuelta atrás, no volvería a tomar esta decisión y el la necesitaba, por que el merecía seguir adelante con su vida, por que muchos dependían de el y por que su futuro era tan brillante en comparación con el mío tan incierto.
-digo que lo mejor será dejar esto atrás - me force a poner toda la indiferencia que fuera posible, mire la puerta esquivando sus ojos heridos y asombrados.
-no entiendo- mi corazón se oprimió lentamente, un nudo se formó en la boca de mi estomago.
-no se si quiero estar contigo- me obligue a mirarlo directamente, aspiro bruscamente como si le hubiera dado un puñetazo y retrocedió- no crees que quizás no se estemos confundidos?- pase saliva dolorosamente al ver como mi increíble hombre se empequeñecía como un niño pequeño y lagrimas se acumulaban en sus increíbles ojos dorados.
-estas mintiendo- me miro suplicante, yo quería, de verdad quería decirle que era una mentira, pero el no entendía que lo estaba haciendo por EL.
-estaba buscando en internet, sabes? Fue como un experimento, Liam aspiraba grandes bocanadas de aíre, sus manos se cerraron en puños.
-internet?- sus ojos llamearon de ira- quieres decir que mientas estábamos juntos lo viste como un experimento?- lagrimas calientes recorrían su bello rostro, mi corazón dolía.
Tengo que hacerlo, me dije.
-Liam solo quería ver nuestras opciones- le menti, no había hecho nada de eso, lo amaba tanto, sus ojos buscaban mi mirada que con tanto esfuerzo evitaba.
-estas mintiendo- tomo mi mano entre sus dedos- mírame y dime que no me amas- un nudo enfermizo se alojó pesado en mi garganta- si lo haces- su mirada llena de lagrimas, miedo e inseguridad era tan desgarradora- te dejare en paz.
Alce la vista- ya no te amo Liam- dije las palabras calmadamente.
Liam me soltó y lanzo maldiciones, temblé por las sollozos contenidos, estrello su puño en la pared repetidamente- NO, MALDICIÓN NO!- me miro su rostro rojo de impotencia- estas mintiendo! Dime que estas mintiendo- cayo de rodillas y me abrazo las piernas.
Tomo todo mi autocontrol no derrumbarme ahí mismo y abrazarlo contra mi, darle consuelo y besarlo tan loca y profundamente.
-no lo hago Liam- me sentía vacía, sin vida.
El chasquido de la puerta cerrándose, sino como un eco a mi alrededor rodeándome y dejándome temblando.
Me sentía vacía, sin vida, todo se cerro a mi alrededor, las paredes se hacían cada vez más pequeñas, no tenia escapatoria, sentía un agonía demasiado grande, la realidad de lo que había hecho no me choco hasta después de haber llegado a mi cuarto.
Y entonces me derrumbe, deje que las lagrimas se llevaran todo mi dolor, llore por lo injusto de la situación, llore por las estupidas normas que no nos permitían estar juntos, pero por sobre todo llore por haber perdido al amor de mi vida.