El chico popular y la chica emo (Len y Tu) (EN EDICIÓN)

Una Oportunidad

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Veía las puertas de la mansión con nerviosismo, y la verdad no entendía el porqué, a pesar de la clara mentira que están vendiendo los medios, yo a Len no le debo nada, lo nuestro ya se acabo y no tengo que explicarle lo que hago en mi tiempo libre ni con quien me encuentro.
Apreté mis puños y me arme de valor para entrar a la casa, Rin me miraba curiosa, supongo que tratando de descifrar que era lo que pasaba por mi mente en el momento, pero se limitó a no decir nada y avanzar a mi lado.

Al entrar lo primero que divisé fue a Miku y Kaito hablando animadamente en el sillón, revisé rápidamente cada rincón de la sala de estar con mi vista, al no encontrar a nadie más mi pulso se calmó, me senté en un sillón individual y sentí que podría morir ahí mismo. Estaba agotada, mentalmente agotada, lo que causaba que mi cuerpo se sintiera como si hubiera sido aplastado por un edificio, lo único que quiero es estar tranquila, evitar cualquier tipo de problema y evitar a toda costa a Len.

-Me siento derrotada, iré a mi habitación-dije con un tono cansado, mis tres amigos me miraron preocupados.

La rubia dio un paso en frente y se aferró a mi mano- Te acompañaré, podemos ver una película-me dio una sonrisa cálida esperando un si de mi parte.

Antes de poder decir cualquier cosa, el peliazul y la de pelo turquesa se levantaron de golpe sumándose a la idea. La verdad no me quise negar, a pesar de todo, necesito compañía. Les regale una sonrisa y comencé a avanzar hacia las escaleras.

-Buscaré algo de comer antes de subir, ¿si?, creo que algo de helado nos vendría bien- Kaito me miraba sereno, su sonrisa era suave, asentí y seguí mi camino con mis amigas. Pero me detuve en seco unos escalones más arriba.

Len estaba en la cima de la escalera, mirándonos fijamente, ¿o mirándome?. Evite el contacto visual a toda costa, aunque de reojo pude ver un intento de sacar alguna palabra de su boca, pero antes de que pudiera soltar algo apresuré mi paso y no me detuve hasta estar dentro de mi habitación, las chicas tardaron un poco más en entrar, supongo porque casi que corrí una maratón para escapar de esa situación. Ignoraron el tema, algo que agradezco, y comenzaron a pensar en películas.
Las miré detalladamente y de veras me alegro de tenerlas a mi lado, no se que sería sin ellas.

Len

Estar en mi habitación más que ayudarme a pensar, me consumía completamente, mi cabeza había comenzado a doler. Me levante de mi cama débilmente y caminé sin ánimos hacia la escalera, necesitaba alguna pastilla.
Lo que menos esperaba encontrarme era a mi hermana y Miku abrazando por ambos lados a _____ mientras subían, ella se veía cansada, sus ojos no estaban completamente abiertos y su cuerpo parecía avanzar por inercia.
Mi cabeza intentaba reproducir alguna palabra, pero nada salía de mi boca.
Cuando por fin había decidido que decir, ______ se escapó de mi vista, encerrándose en su habitación con las chicas siguiéndola.

-Hola, también...-solté sin pensarlo mucho, ignore la situación y seguí mi camino a por la pastilla.

En la cocina me encontré con Kaito vaciando el refrigerador.-Hola-se golpeó en la cabeza con el borde del electrodoméstico por el susto y su altura, algo que me pareció muy chistoso, por lo que solté una que otra carcajada.

-Hola, rubio- me dio una sonrisa de lado y siguió en lo suyo, aunque no tardó mucho más, saco una helado de tres litros de este y buscó rápidamente cuatro cucharas.

-Creo que solo necesitas una si te comerás eso- lo mire burlón.

-Uhm, veré una película con las chicas, _____ no está de humor y pues...- No podía mirarme a los ojos, odio esta tensión que se creó entre todos nosotros al hablar de ella en frente de mi.