Se paro frente a la puerta, suspiro y armando todo el valor que tenia, toco.
El silencio dentro le hizo pensar que no había nadie, pero a los pocos minutos una figura femenina le habría la puerta con una sonrisa la cual se esfumo en pocos segundo, el rubio noto esto y no pudo evitar sentir remordimiento, haberla dejado ahí sola en medio del aula había sido lo mas cruel que haya podido hacer, su respiración se volvió acelerada, por primera vez, sentía nervios, nervios de que no lo disculpara, nervios de que no le volviera hablar, y nervios, de perder su amistad.
Suspiro pesadamente y trato de relajarse para poder hablar, no sabia porque se sentía así,era la primera vez que le sucedía, llego a pensar que estaba enfermo pero esa idea fue descartada cuando su voz salio de sus labios.
-Marinette, vine... a ver como vas con en trabajo- la mirada de la peli-negra cambio en cuestión de segundos, de tristeza, a sorpresa, y de sorpresa a decepción, ¿Habia echo algo mal?
-Claro, pasa- respondió ella secamente, el rubio hizo caso a su petición y entro a la casa de su compañera, se quedo parado observándola por unos segundos hasta que esta dio media vuelta señalando le las escaleras para que subiera, lo entendió en cuestión de segundos y se dispuso a hacer lo pedido por su amiga.
Mientras subía, sintió la respiración de la peli-negra alterarse de improviso, entonces, sintió que esta apretaba su mano ligeramente y le decía:
-¿S...sabes Adrien... m...mejor espérame a...aquí... yo lo traeré- El rubio asintió confundido, ¿Porque Marinette no quería que subiera a su habitacion? ¿Tenia miedo de como pudiera reaccionar? saco esos pensamientos de su cabeza bajando las escaleras simultáneamente en que la peli-negra las subía.
Se sentó en el mismo sitio de la anterior vez que entro a su casa, con la pequeña excepción de que apenas lo hizo se levanto de improviso dirigiéndose a una repisa donde se encontraba una imagen de la familia de Marinette, posiblemente ,de vacaciones.
La observo por unos segundos, ella se veía tan feliz, sonreía abiertamente con una mirada de felicidad en sus ojos, ¿Porque no podía sonreír así con el? pensó de improviso pero, esta pregunta se esfumo tan rápido como apareció ¿Que estaba diciendo? , no era corrector pensar de esa manera tan egoísta.
Un suspiro salio de sus labios el momento en el que se devolvió al sofá, no mucho tiempo después, la peli-negra bajo con la maqueta que se encontraba en perfecto estado y ligeramente pintada, todavía faltaban algunos detalles pero estaba seguro de que ella los podría terminar, al bajar y sentarse a su lado dijo:
-Acá esta...¿ q...que te p...parece?- con una voz insegura, el rubio vio nuevamente la maqueta inspeccionándola con la mirada para poner un poco mas nerviosa a Marinette, después, cambio su mirada a esas pequeñas orbes azules que lo miraban suplicante, sonrió en señal de aprobación y pudo notar como el cuerpo de su compañera se relajaba dejando escapar un suspiro de alivio, lo que le causa un poco de gracia.
Dio un pequeño salto en su asiento lo que le dejo ligeramente confundida a la peli-negra, movió su cabeza buscando su mochila con la mirada, cuando la encontró, la tomo y con cuidado de no sacar a Plagg de ella tomo unos papeles entregándoselo con una frase de por medio:
-Termine el resumen, espero te guste, hice una copia exacta, lo que esta subrayado en rojo, es lo que dirás tu, y lo verde lo diré yo- miro la hoja y noto el rojo vivo que le había puesto a las frases de Marinette, no sabia el porque, pero se lo había puesto pensando en su Lady, todavía se encontraba confundido por ese hecho pero lo dejo pasar.
Por su parte, la peli-negra quedo sorprendida al leer el resumen de su amor platónico, era casi perfecto a excepción de algunos puntos y comas que dejo pasar, pero eso no le importaba, el resumen había quedado perfecto y tal vez, gracias a el, conseguirían la nota mas alta.
