CAPÍTULO 11✅.

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LUCIA:

25 de septiembre 2005.

Me despierto asustada, había tenido una pesadilla donde Hansel el esposo de mi mamá, me quería violar, nuevamente, pasó mis manos por mi rostro, el cual está lleno de gotas de sudor.

Decido mirar a mi alrededor, no estaba en mi casa, estoy en otro lugar, en una cabaña para ser más específica, trago grueso, no entiendo qué hago allí. Pero como si el destino quisiera que yo entendiera la situación, a mi mente vienen todos los recuerdos de lo sucedido del día de ayer.

Hansel sí intento violarme, si no hubiera sido por Elías... Él me hubiera vuelto a... De pronto muchas lágrimas salen de mis ojos descontroladamente, empiezo a llorar, no podía creer que aún estuviera empeñado en terminar de arruinar mi vida.

-No puede ser – susurro mientras con mis manos tapo mi rostro llorando.

Siento unos brazos rodearme poco a poco me sobré salto para ver de quién se trata, miro de reojo es Elías, dejo de llorar para calcarme un poco.

-Yo – no pude terminar hablar por la voz de Elías.

-Tranquila estas a salvo chiquilla – me susurra cerca de mi oído.

Su voz hizo que mi piel se estremeciera por completo según los libros de romance, esto pasa cuando una persona te atrae. Decido ponerme de pies y alejarme de los brazos de Elías.

Me percato que es de noche, ya que en los ventanales que había aquí se podía observar el exterior.

-¿Hemos pasado todo el día aquí? – pregunto.

Observo a Elías que me mira con una pequeña sonrisa, puedo notar el brillo de sus ojos grises, los cuales son sumamente bonitos.

-Sí – responde – Pensé que debías descansar tranquilamente – la voz de Elías es tan varonil e imponente a la vez.

-¿Me llevarás a mi casa? – suelto otra pregunta.

Se encoge de hombros, procede a rasca su nuca sin quitarme la mirada.

-¿Quieres irte a tu casa? – Me responde con otra pregunta – Tu tía Lianna está descansando en una de las habitaciones de la cabaña – me explica.

Muerdo internamente mi labio inferior, mi tía Lía está aquí, no sé cómo se tomará la noticia o el acontecimiento con Hansel aunque ya ella sabe en gran parte lo que ese asqueroso hombre me ha querido hacer.

-¿Te pregunto por qué estaba aquí? – respondo con una pregunta ignorando la que él me hizo.

Esto se está volviendo algo incómodo o raro, solo nos estamos respondiendo con preguntas en vez de darles respuesta.

-No – responde – Tampoco le comente algo porque creo que es un tema que debes hablarlo con ella – comenta.

Asiento con mi cabeza.

-¿Te vas a ir a tu casa? – mi pregunta lo toma sorpresa. 

A mí también me toma por sorpresa, no sé por qué pregunte aquello, pero sentí la necesidad de hacerlo.

-¿Quieres que me vayas? – cuestiona.

Nuestras miradas quedan sostenidas por unos largos segundos. Quisiera saber qué pasa por la mente de Elías en estos momentos.

-No tienes por qué estar aquí, de forma obligada o algo por estilo – espeto con calma.

Él se acerca a mí con pasos lentos, quedando en una distancia prudente.

Rotos por Dentro # 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora