CAPÍTULO 9✅.

1K 76 4
                                    

LUCIA:

19 de septiembre de 2005.

No entendía nada de lo que pasa a mí alrededor en estos momentos, no entendía por qué mi cuerpo reaccionaba de una manera tan diferente cuando él está cerca.

¿Qué me está pasando? Es algo que yo quería saber, no estaba comprendiendo nada y eso me aterraba.

Porque Elías es un hombre mayor que yo, eso estaba mal ante los ojos de Dios y ante el mundo. No podía permitir que mi corazón latiera por él, pero... Al final, ¿Quién manda en el corazón? Nadie, a él no se le puede reprimir.

Suelto un suspiro de resignación por no saber qué hacer con respecto a cómo me siento, no podía hacer nada, simplemente dejar que todo fluya de una manera tranquila.

Me miro frente al espejo, llevo un pullover negro de manga larga y capucha, también llevo puesto unos vaqueros desgastado y rotos, por último miro mis zapatos que son unas converse viejas, negras y todas sucias. Mi cabello lo decidí dejar suelto y ponerme una banda como cintillo.

Sin más agarro mi mochila para bajar a desayunar, mientras voy bajando las escaleras escucho una pelea en la cocina, para mi sorpresa las dos personas que están peleando son mi mamá y mi tía Lía.

-¡Todos es culpa de esa estúpida niña! - grita mi madre mirándome ahora a mí.

Termino de bajar las escaleras, ahora mi tía también me mira.

-Luna, ella es tu hija, no puedes echarle la culpa de tus desgracias, ella ha sido tu alegría - dice mi tía en mi defensa.

Ha pasado mucho tiempo de la última vez que en esta casa mama me reprocho algo de su vida.

-¿Alegrías? ¡Ella me quito mi juventud! ¡Me quito al único hombre que me podía sacar de la pobreza! ¡Me quito también a Hansel! ¡Ella me ha dado puras desgracias! – dice mirando a mi tía.

Ahora lo entendí, Hansel la ha vuelto a dejar a mi mamá y por eso ella está reaccionando así, pensé que ya eso no iba a volver a pasar, veo que ella me mira a mí esta vez.

-Eres una zorra y una regalada – dice molesta- Te le insinuabas a mi marido, para luego hacerle quedar a él como un abusador.

La miro espantada por todo lo que estaba diciendo, no sé en qué momento paso, pero siento su mano impactar con mi mejilla. Dejándome atónica

-¡¿Pero qué dices Luna?! – Dice mi tía Lianna – Lucia nunca haría algo así, Hansel es que se comporta como un cerdo y por eso lo eche de mi casa.

Ella mira a mi tía.

-Seguro tú también eras una zorra con él, seguro Lucia lo aprendió de ti, siempre te ha gusto verme infeliz como tu Lianna, eres una hermana horrible – dice ella molesta.

Si ellas son hermanas, solo que Luna es la menor y Lianna la mayor, esta última dejo todo para así poder cuidar a mi madre. 

-Siempre he querido verte feliz con Sebastián, vi la felicidad que anhelaba para ti, para mi hermana menor, tú eras una cabezona que no piensas – espeta molesta.

Luna, mi madre suelta una risa grande y llena de sarcasmo.

-Eso lo dices para calmar tu conciencia – dice ahora se voltea para mirarme a mí – Nunca te tuve que haber tenido, tuve que haber elegido abortarte cuando tuve la oportunidad, nunca te he querido en mi vida, eres el recordatorio constante de lo cual jodida me dejaste la vida.

No le respondo nada, más bien simplemente salgo corriendo de ese infierno que es mi vida, quería huir de allí, no iré al instituto, iré a otro lugar para despejar mi mente.

Rotos por Dentro # 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora