Contrólate Tiffany.

-Pasa.

Ella no dijo nada simplemente entró y yo cerré la puerta.

-Parece que ya comenzaste sin mí- dijo al ver mi sala llena de cajas en su mayoría llenas de cosas.

-Quería apresurar las cosas.

-No hay porqué apresurar las cosas, es mejor darle al tiempo el tiempo y llevar las cosas con calma.

-Eso solo se aplica con algunas cosas.

-Yo creo que con todo, si tú apresuras las cosas estas terminan saliendo mal.

-Bueno no quiero escuchar charlas reflexivas, será mejor ponernos a trabajar.

-Como diga Jefa.

Comenzamos a mover los muebles y todo tipo de cosas que nos encontrábamos, ninguna de las dos habló por lo menos durante las siguientes dos horas, solo el ruido de los muebles arrastrándose era lo que llenaban la casa.

-Esto es muy pesado -dijo Taeyeon intentando mover el librero.

-Estás demente, no puedes mover eso sola -dije acercándome a ayudarla.

-¿Segura que lo vaciaste?

-Sí, saqué todas las cosas, solo es muy pesado.

Ambas empujamos hasta dejarlo junto a uno de los sofás. Mi cuerpo me pedía a gritos que descansara y me dejé caer sobre el sillón. Taeyeon se sentó junto a mí y dejó su cabeza apoyada completamente en el respaldo.

-Va a ser imposible que terminemos hoy.

-No te preocupes, solo necesitaba que alguien me ayudara a mover los muebles, lo demás puedo hacerlo sola.

-Si haces eso terminarás lastimándote. No seas cabezota, deja que te ayude, estoy libre y la verdad no sé qué hacer con tanto tiempo libre.

-No quiero robarte tanto tiempo, además Krys podía molestarse.

-No creo, está muy ocupada en el trabajo.

-Así es cuando te casas con un Hwang, somos adictos al trabajo.

-No lo creo.

-Conozco muy bien a mi familia, cada integrante siempre cae en eso.

-¿Entonces por qué tú te tomaste este tiempo?

-Bueno creo que lo superé.

-Creo que jamás caíste en eso, o acaso no recuerdas cuando tenía que arrastrarte hasta los ensayos.

-Solo fue un par de veces.

-Yo no lo recuerdo así.

-Eran más las veces que te arrastraba que las veces que ibas por tu cuenta.

-Desde cuándo te volviste tan mentirosa.

-Nunca lo he sido -dijo apenas en un susurro.

Apenas lo noté y vi como su rostro estaba demasiado cerca del mío, ¿cómo fue que paso? ¿cómo llegamos a estar tan cerca una de la otra sin darnos cuenta?

Podía ver como una gota de sudor comenzaba a recorrer su mandíbula, al ver como desaparecía la gota entre la camisa volví a subir mi mirada hasta posarla en sus labios que estaban tan listos y húmedos para conectarse con los míos.

Me moría por tan solo rozarlos, con eso mi cuerpo podía abastecerse, con eso podría sobrevivir el resto de mi vida, eso y mis recuerdos parecían ser suficientes.

Por favor Tiffany, no te casesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora