Amores imposibles (2/?)

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Hombres lobo y vampiros

"Encuentra lo que amas y deja que te mate.
Deja que consuma de ti, tu todo. Deja que se adhiera a tu espalda y te agobie hasta la eventual nada.
Deja que te mate, y deja que consuma tus restos.
Porque de todas las cosas que te matarán lenta o rápidamente, es mucho mejor ser asesinado por un amante."
–Charles Bukowski

Una bella noche otoñal, se alzaba la luna llena sobre el bosque, iluminando el río y penetrando por las espesas copas de los árboles.
La fría brisa llevaba consigo el aroma a sangre y muerte.

El agobiante olor era muy evidente para cada ser sobrenatural que habitaba en el bosque.
La manada de lobos "Sirah", sabía que eso significaba que alguien moriría en el bosque, y ellos, la percibía más que nadie. Temían por el próximo jefe de la manada pues no se encontraba a la vista. Así que la paranoia era mucha.

Por otro lado, cerca de el territorio de los lobos, un bello vampiro azabache bebía la sangre fresca de una mujer que había encontrado vagando por la frontera del bosque y la ciudad. La sedujo y la llevó hasta ese lugar.

El sonido de unos pasos a su espalda causaron que el vampiro se alertara y se preparará para atacar sí la ocasión lo ameritaba.

–No has cambiado en nada, ¿eh?- dijo un sonriente peli-plata.

– ¿Qué quieres?

El vampiro limpió la comisura de sus labios que estaba llena con sangre de su reciente víctima.

Hace tanto que no te veía Cameron – continuó el lobo – pero no he venido a platicar contigo. Sal de mi territorio

– ¿Hah? No, sí no lo notaste estoy en medio de una cena, así que...

Se dió vuelta y miró por el rabillo del ojo que el lobo rodaba los ojos. Sonrió y relamió sus labios.

– ¿Me extrañaste, Nathan? – se acercó al cuello del mencionado y mordió con fuerza, y prosiguió a beber su sangre, este solo soltó un quejido.

– Sigues siendo un glotón.jaló el cabello azabache del vampiro. – ¿Tu me extrañaste a mí?

Cameron soltó una risita.

–Perro sarnoso... Eso no se pregunta – besó los labios de su mayor. Nathan percibió el sabor de su propia sangre en los labios de su amante. Jaló aún más el cabello de el azabache haciendo que abriera la boca dándole pasó a la lengua del lobo. El beso se volvió desesperado era una frenética lucha por tener el control del beso.
– Te necesito...

Volver a tener al primer amor de su vida en sus brazos era su mayor deseo.
Su último deseo.

El peli-plata cargó al vampiro y esté enredó sus piernas al rededor de la cadera de el mismo.
Nathan besó nuevamente a Cameron.
Los dedos del vampiro se enredaron en el cabello peli-plata haciendo que el beso se profundizara. Mientras, el lobo desabotonaba su camisa y recorría la pálida y fría piel de su amante haciendo que los suspiros escaparan de sus labios.

Cameron... Yo...

El lobo empotró a su menor contra un árbol mientras se deshacia de la parte baja de su ropa.

– No digas nada...– le susurró al oído el azabache.

Nathan hizo que el vampiro lamiera tres dedos, el menor hizo lo que le pedía, con toda la vergüenza en el rostro.
Prosiguió a jugar con la entrada de Cameron, introdujo un dedo en el y esté se aferró más a la espalda de su pareja, hizo lo mismo con el segundo y con los tres, simulaba pequeñas embestidas.

Ah... Por-porfavor...

Haciendo caso a sus súplicas, el lobo entró en el azabache.

La luz de la luna que se colaba por las copas de los árboles era suficiente para poder observarse mutuamente.

Lo embistió con fuerza.
Los bellos ojos rojos de el vampiro se llenaron de lágrimas y los cerró haciendo que estas se derramaran.

ah, m-ás... M-me encantas...

La vergüenza carcomía el bello rostro del azabache.
Las lágrimas seguían derramandose de sus ojos

¿Estás bien?

– Ah... Desde... Cuando... Te importa si estoy bien...? –  respondió entre jadeos

Volvió a embestirlo. Y lo abrazó con mucha más fuerza.

Matame...

El lobo enmudeció ante la petición de su amante.

Ambos dejaron de moverse aún unidos.

Antes de que nos odiemos más...

– No...

Lo seguía embistiendo mientras rasguñaba su espalda

– Matame... Antes de que me vuelva tu peor enemigo... Ahh...– colocó el rostro del mayor en su cuello.
Las embestidas se volvieron bruscas.
La insistencia de el vampiro molestaba a Nathan. –Tienes que hacerlo... Esta en tu naturaleza...

La voluntad del lobo era muy fuerte. Sin embargo, había sedido al poder hipnótico de su amante.
Atacó con fiereza el cuello de Cameron quien soltó un fuerte quejido.
Ambos cayeron al suelo.

N-nathan... T-te...– los colmillos del mencionado se clavaron aún más en la carne del vampiro.
La sangre había comenzado a llenar la boca del mayor y este la tragaba. –Te... Amo... ¡Te amo!–  tosió sangre y las lágrimas se volvían más fluidas. Abrazó por última vez al peli-plata y murió en sus brazos.

Al salir de el trance, Nathan, se dio cuenta de lo que había hecho.

¿Por qué me dejaste? ¿Por qué me obligaste a hacerlo?– Lloró mientras sostenía el cadáver de Cameron, lo había amado tanto, aunque sus razas se odiaban.
Y recordó sus palabras antes de morir:

“Antes de que nos odiemos más.”

Y lo recordó.
Recordó que ambos se volverían los jefes de su clan.

Pero el nunca pudo odiarle, lo amaba más que nadie y se lo dijo a su cuerpo inerte.

La primera vez que había escuchado a su amado decir “Te amo” fue esa noche, y no pudo responder con un “Yo también”.

El dolor en su pecho se hacía cada vez más agudo.

Nos volveremos a encontrar, yo lo .

Escuchó la voz del azabache.

No pudo hacer más que llorar hasta la mañana siguiente. Para después besar por última vez sus labios.

El lobo decidió no volver a su manada, estaría con el cuerpo de Cameron durante una semana, lo enterraría lejos donde nadie, más que el, lo pudiera encontrar.

"Fieras". [Yaoi One Shots #1]Where stories live. Discover now