"Fieras". [Yaoi One Shots #1]

Resultados (1/4)

(Ninguno de los hechos que se muestran aquí acontece en el anime, manga o historia original, esto es un fic, (de fans para fans), los personajes no son míos pero sí la historia, créditos a sus respectivos autores).

Sebaciel

Kiss me~

-Sebastián!!- No, no otra vez
-Sebastián!!- esa maldita pesadilla...
Al escuchar los gritos de su joven amo, Sebastián corrió a su habitación, agitado, sabía que no era nada bueno.
-Sebastián!- Gritaba con desesperación Ciel, esperando impacientemente que los brazos de su mayordomo lo rodearan con ternura y le brindaran esa seguridad que tanto necesitaba.
El mayordomo llegó a los aposentos de su amo, inmediatamente lo envolvió en sus brazos y beso su frente con ternura.
-Sebastián...- susurro acurrucandose en sus brazos. -No me dejes...
-Nunca lo haría- sonrió al escuchar las palabras que salian de la boca de su amo. -Estamos atados por toda la eternidad- entrelazo sus dedos con los de Ciel, quién sabía que decia la verdad. La tranquilidad llegó a el, saber que tendría a Sebastián a su lado para siempre le hacía sentirse feliz.
Volteo a verle, no pudo divisar bien su rostro en la oscuridad, sólo un tenue rayo de luna iluminaba la habitación.
Sebastián miraba los ojos del menor haciéndolo sentir extraño, con esos ojos le había dado tantas ordenes.
-Besame- le pareció escuchar la misma voz imperativa de siempre.
-Yes, my lord...- Depósito un pequeño y tierno beso en los suaves labios de Ciel haciendo que este se ruborizara.
-¿Q-qué haces?- dijo limpiando sus labios con su mano
-Sólo sigo ordenes- y volvió a besar los labios del menor más vorazmente que la primera vez.
-Sebastián, detente ahora- dijo tras separarse de el beso
-No...
-Te atreves a...
-Shhh... Son ordenes... - con su dedo indice calló los quejidos de su joven amo - además, no querrá despertar a la servidumbre... ¿o sí?- sabía que el orgullo de Ciel era tal que no dejaría que nadie se enterase, besó nuevamente sus dulces labios, luego sus mejillas para después atacar vorazmente su cuello
-ngh...- el menor intentaba callar sus gemidos, el tacto de los labios del mayordomo con su cuerpo, que sólo lo mirara hacía que su piel se erizara.
Los ojos del mayor brillaban con más intensidad que cuando se trataba de defender a su amo... Sentiria un placer que los demonios no pueden disfrutar, o eso creía.

El amor...

Desnudaba la piel de Ciel a su paso...

Los celos...

Y besaba cada centímetro de el...

-ngh...- llegó a su cadera y bajo lentamente el pantalón de pijama de Ciel, la mirada de el amo seguía cada movimiento del mayordomo.
-Siguiendo ordenes, cómo siempre- pensó, era tan grande su orgullo que no podía admitir que el quería esto, qué lo estaba disfrutando.
Sebastián besaba el ahora despierto miembro de su amo.
-ah...- el menor cubrió su boca, ninguno de sus sirvientes tenía derecho a preguntar pero sería una vergüenza que se entrarán. Lo miró, se topo con sus ojos, miraba la acción que el mayordomo hacia con su mano mientras se relamia los labios.
-Seb-astián...!!! A-aah...- No lo contuvo más y se corrió en la mano de el antes mencionado.
-aah... S-sabes que hacer...- dijo Ciel jadeante, el mayor se lo había pensado, no le haria mal qué hiciera que de tragara un poco su orgullo. Sebastián introdujo dos de sus dedos en la entrada de Ciel, lo torturaria hasta que lo pidiese a el.
-Hmm..?
-N-no juegues con-migo... A-ah..- inconcientemente Ciel, había comenzado a mover sus caderas al ritmo de los dedos de Sebastián en busca de más...
-Digalo... - le susurró al oído -Diga qué necesita... - el menor ladeo la cabeza
-no... - Sebastián había dejado de moverlos dedos qué tenía en el interior de Ciel...
-aa-aah... Se... Sebastián...
- ¿Diga?
- T... E... Quiero... Den...tro... - susurro, casi inaudible para un humano normal, sin embargo Sebastián le había escuchado claramente
-¿Perdón...? No lo escuché
-No te hagas el idiota conmigo!! - volvió a mover sus dedos lentamente, Ciel no toleraba esa dulce tortura
-Te q-quiero dentro, joder!! - gritó tragandose el orgullo, no lo toleraba más.
-Yes, my lord- Rápidamente el mayor en un hábil movimiento intercambio sus dedos por su miembro poniendo al menor en cuatro y embistiendolo con fuerza.
-ahh... Bo-cchan... - Sebastián se movía rápidamente dentro de Ciel haciendo que este se aferrase a las sábanas. El mayor golpeaba la próstata de su sumiso amo haciendo qué los espasmos en el vientre de su amo fueran más frecuentes.
-Se... Bas... Sebastián... Voy a...
-Un poco.... Más - avanzaba por su espalda mordiendo y lamiendo ocasionalmente mientras lo embestia cada vez con más fuerza y rapidez.
-t-tan dulce... - lo embistio un par de veces más y llegó al tan deseado orgasmo, llenando el interior de Ciel y este, al mismo tiempo, manchando sus sábanas.
Sebastián cayó junto al pequeño cuerpo del menor y volvió a besar su frente mientras que ambos caian en un dulce y profundo sueño....