-... ¿Qué sucede?

-Boruto, siéntate. –le ordenó la mujer con seriedad. El niño, un tanto confundido, obedeció y se sentó frente a su hermana.

-¿Paso algo malo? –lo intentó de nuevo el mayor.

-Pues sí. –asintió la Hyuga. –Le marqué a Menma y me contestó... -le explicó sin previo aviso haciendo que Naruto palideciera enseguida.

-Niños, vayan a sus cuartos...

-No, nada de eso. Boruto también me tiene que explicar algunas cositas... y quiero que escuchen esto.

-No, Hinata. –su tono delataba sus miedos.

-Si, Naruto. –lo miró con una extraña sensación en su pecho. -¿Sabes, Boruto? En cuanto marqué... pronunció tu nombre... -el niño no apartó la mirada, ni siquiera pestañeó. –Me parece extraño que... te hable asi de cariñoso cuando se agarraron a golpes apenas conocerse.

-Es mi amigo. –mintió.

-No, yo no creo que sea tu amigo. –su voz tembló por unos segundos.

-Hinata, él no tiene nada que ver en esto. Les estamos haciendo daño, basta.

-¿Ahora quieres ser padre? –le preguntó sarcástica.

-¿Ahora quieres ser esposa? –le contestó.

-Yo... -de acuerdo, no sabía refutar eso. El teléfono sonó para su fortuna. -¿Si? Muy bien... -escuchaba con atención asombrando a su familia con aquella sonrisa de satisfacción. –De acuerdo... quiero que lo sigas, detenlo, arma un escándalo o algo.

-¿Qué mierdas estás haciendo? –preguntó para detener su imaginación.

-Lo justo. El me quitó algo mío, yo le quito algo suyo.

-¡¿Qué es tuyo?!

-¡Mi esposo! –se levantó del sillón. –Sasuke siempre... siempre... -su tono era de rencor, casi escupía por la fuerza de las palabras. –Siempre supe que... se burlaría de mi algún día... -sonrió amargada mientras sus dedos acariciaban el torso de su esposo inmóvil. –Me ignoraba, me rechazaba, nunca me saludó... el día de nuestra boda ni siquiera se presentó.

-Esas no son razones para...

-¡No! Pero el hecho de que tengan un hijo, si. Si es una razón.

-Hinata... escucha...

-Ahora ruegas. –le sonrió de lado aunque sus ojos estaban repletos en lagrimas.

-No. –ni siquiera sabía mentir. Miró a sus hijos, Boruto estaba muy preocupado y Himawari no era capaz de levantar la vista del suelo. Se mordió el labio sintiéndose desamparado. –No le hagas daño. –finalmente rogó.

-El me lo hizo a mí, Naruto.

-No te ah hecho nada, fui yo.

-No puedo creer eso. Nadie lo hará. Sasuke es un ser consciente e independiente, al menos que lo hayas violado... ¿lo violaste, Naruto? –el rubio solo exhaló mostrando su derrota. –El... -negó con la cabeza mientras veía todos los papeles que ocupó para rastrearlo. –Él... deseará nunca haberse relacionado contigo.

-¡No te atrevas a tocarlo! –le gritó al sentir la amenaza. -¡Te lo advierto Hinata!

-Y tiene un hijo... pobre... -susurró reflexionando. –Tan pequeño...

-¡Hinata! –se acercó a ella tomándola del brazo. -¡No los toques! –su voz cambio a una grave y ronca.

-Papi... -Himawari empezó a llorar asustada.

La Otra FamiliaWhere stories live. Discover now