Soy su juguete (Jeff Y Tu) [[EN EDICIÓN]]

"Capítulo 3"

Y cuando pensé que ahí terminaría el juego, él me dio una mirada picara la que me decía todo lo contrario.

-¿Que habías dicho anteriormente, preciosa?- quería mandarlo al carajo, pero no, el muy maldito aun seguía encima de mi, haciendo estúpidas cosas que me hacían sentir... rara.

Por un momento se me quedo viendo detenidamente. Memorizando cada facción de mi rostro. Me sentía tan expuesta, tan vulnerable. Era como si su mirada fuera capaz de desmantelar cada parte de mi y ver mi interior. 
Se acercó lentamente a mi, hasta poder sentir su respiración, cerré los ojos al sentir sus labios posarse sobre los míos.  Mis mejillas volvieron a tener el descaro de teñirse. Como lo odiaba.
Él era un asesino, que me tenía allí solo por diversión y un trato. Pero él,  joder. Él sabía muy bien como besar, me dejaba muy difícil detestar como lo hacía. Ni siquiera debió de gustarme, al contrario, debí tener repugnancia hacía todo de él. Pero mi cuerpo ya estaba lo suficiente sensible para culparme.

¿Como puedes excitarte con el tipo que como quien dice te secuestró y ahora esta abusando de ti?

Mi subconsciente me reclamaba a gritos sobre que mierda estaba pensando. Sin embargo, los reclamos de mi consciencia los sentía lejanos, comencé a dejarme llevar por las sensaciones del cuerpo y mi racionalidad terminó por caer adormilada, como si hubiera ingerido alguna bebida alcohólica. Una mordida en el pómulo de mi oreja y unas pequeñas gotas de sangre terminaron en su lengua. Gemí. 

* * *

Espesas gotas de sudor recorrían mi cuerpo mientras ya iba en mi segundo orgasmo. Si, así es, el cabrón terminó logrando excitarme a tal punto de qué llegue yo misma al clímax.
Ya se imaginaran como estaba. 
Ya me había hecho varios cortes que aun seguían sangrando y que él limpiaba con su lengua, este parecía vampiro.
Me estaba cansando de tanto orgasmear, y algo me hacia falta aunque no sabía que era.
Di un gemido ahogado por un beso salvaje de él, excitándome aun más, ¡joder jeff ya!
Él mordió mi cuello con fuerza mientras lamía mi sudor.
Y en mi oído susurró de una manera muy sexy tengo que admitir.

-El juego ha terminado...-mordió mi oreja y ya para cuando parpadee él ya no estaba. Vi como la puerta se cerraba después. Jodido flash...

Me senté en la cama toda trasudada y con la respiración muy agresiva. El calor que sentía me sofocaba y mi piel había quedado roja, mi cuerpo entero había quedado muy sensible. Sólo me le quede viendo a la puerta como una tonta.

¿Porque miras la puerta? deberías alegrarte, él ya se fue.

¿Porqué se fue?

¡Y yo que voy a saber!, mira nada más ya te destrozó toda prenda encima, ¿con que te piensas cubrir?

No lo sé...

¿Y esa tranquilidad?

Pues... estoy obstinada

¿Obstinada?

Si, llorar no me sirve de nada, no repara las cosas, llorar no me ayudara a regresar con mi familia y amigos, no lo hará.

¿Eso quiere decir que ahora vas a estar muy feliz siendo su putita?

No, trataré de aguantar a todo lo que se me presente.

¿Con que propósito?

Para... intentar recuperar mi vida.