Nadie entendía la razón de la actitud de Marinette, pero la mas confundida era su morena mejor amiga quien no paraba de pensar una y otra vez que le sucedía.
Su confusión comenzó a convertirse en preocupación y esta se ampliaba al notar la ausencia de Marinette en todo el día.
Mordió su lapicero una y otra vez mirando a la nada causando la preocupación de su compañero de equipo, Nino.
-Hey Alya, ¿Te encuentras bien?- pregunto el moreno al notar la preocupación de su amiga, dio un suspiro antes de continuar -Es por Marinette ¿Verdad?-
Alya se recompuso al escuchar el nombre de su amiga y miro a Nino extrañada.
-Lo siento Nino, no puedo concentrarme, estoy muy preocupada por ella, no suele actuar así...- suspiro la morena acomodando sus gafas y volviendo a su posición original.
Delante de ellos, se encontraba el rubio quien escribía en su libreta varios planes que compartiría con su pareja de grupo mas tarde, tomando en cuenta que era Marinette.
Tenia varias ideas pero necesitaba la ayuda de ella para poder ponerlas en practica, el trabajo consistía en hacer un pequeño resumen visual de el libro que fuera elegido por la pareja, algo que sonaba bastante sencillo.
La campana sonó dando por finalizadas las clases del día de hoy, la maestra se despidió y salio del aula con la mayoría de alumnos pisando le los talones.
En el salón solo quedaron tres estudiantes: Alya, Nino y Adrien. Este ultimo se encontraba muy atento a cada movimiento de su lápiz en el papel.
Nino se levanto de su asiento junto con Alya quien todavía se mantenía distraída.
-Adios,Bro, suerte en el trabajo- dijo Nino antes de salir de la clase acompañado de su compañera de trabajo.
Cuando el lugar se encontró totalmente vació, Plagg se dio el gusto de salir de la mochila de Adrien y sentarse en la mesa en la que el se encontraba tan atento.
Dio un pequeño vistazo a la libreta de su portador notando una cantidad impresionante de oraciones.
-Hey Adrien, si no sales ahora llegaras tarde a tu clase de esgrima- dijo Plagg utilizando toda la fuerza que le era posible para mover el brazo de el rubio quien ni siquiera se inmutaba en mirar a su compañero.
-No es necesario, las clases se pospusieron hoy y no creo que mi padre tome en cuenta mi ausencia...- dijo el chico sin apartar la mirada de cada palabra que escribía.
El pequeño Kwami rodó los ojos y volvió a la mochila de Adrien sacando un pedazo de queso que comió con una sonrisa en su rostro, por su parte, el rubio decidió ir a casa de su compañera de grupo para aclarar un par de cosas de su trabajo, y sin mas, emprendió viaje a la pastelería mas famosa de todo París.
Por su parte, la Peli-negra se encontraba dibujando un par de bocetos en su habitación, había decidido despejar su mente unos segundos sobre su escritorio, su pequeña compañera se encontraba pensando en una solución para su problema aunque después de unos segundo, se rindió y se quedo dormida.
-Marinette, te buscan- grito su madre desde el primer piso de su casa, la chica se levanto de la silla despreocupada y bajando las escaleras de su habitación hasta la puerta, diviso la cabellera rubia de su amor platónico y enseguida, se puso nerviosa.
-Hola Marinette- saludo el rubio con una sonrisa, la peli-negra respondió a su saludo agitando su mano ligeramente -Hoy en clase, nos dejaron un trabajo en parejas y quería venir para hablar contigo sobre lo que haremos...-
