Astuta, bella, inteligente, y letal. La combinación perfecta para convertir a ____, con tan solo 26 años, en una de las agentes de S.H.I.E.L.D con mayor rango.
Tras 4 años fuera de casa, está lista para volver a la rutinaria S.H.I.E.L.D, y reencontr...
Me vieron... igual dudo que me hayan reconocido, digo me camuflé bastante bien, y estuve de costado a ellos, pero ¿y si me reconocieron? ¡Van a arruinar todo! Por dios, que estén acá ya arruina todo, maldito y estúpido Fury, ¿por qué no los mantuvo alejados un poco más? Ya casi lo tengo a este desgraciado... ahhhhhh van a arruinar todo y son casi dos años de mi vida desperdiciados.
-Esto me pasa por mentir- susurré para mí misma en voz alta
-Jenn, ¿a quién le mentiste?- preguntó extrañada mi amiga saliendo del cubículo del baño, ¡que estúpida! Me había olvidado que seguía ahí. Ella sin saber de mí situación, se puso junto a mí mientras lavaba sus manos.
-Ehhhh a... a nadie Sam, a mí misma- dije tartamudeando y mi amiga me miró interrogante, esperando una aclaración de lo dicho -Es que... me compré un vestido el otro día, y no me entra, todo por fingir que soy talla 2, ósea soy claramente talla 3, entonces lo tengo que cambiar, y bueno, siento que me mentí a mí misma- la excusa sonaba convincente, me aplaudí internamente
-¡Ay Jenn! Pensé que era algo grave, fiiiiiiu- comentó exagerada y yo suspiré realmente tranquilizada -Bueno, lo cambias, si no me lo das a mí y te comprás otro- dijo alzando las cejas emocionada, haciendo que me ría fuertemente
-Ni se te ocurra, es mío- dije seria, y volvimos a reír
-Bueno, Jenn, yo ya estoy ¿vamos?-
-No...digo, si, ya voy Sam, vos volvé tranquila, en cinco voy al lobby, quiero refrescarme antes un poco el cuello-
-Okay, pero no te olvides nada-
-No, obvio que no- sonreí de lado a la que es mi mejor amiga desde hace más de 1 año y medio.
Una vez que me cercioré que se había ido, y que el baño estaba vacío, me miré al espejo.
Rubio, un horroroso pelo rubio enmarcaba mi cara desde el 2014, y casi dos años después no solo que no me había acostumbrado, sino que lo seguía odiando.
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Apoyada sobre el lavamanos, abrí la canilla y dejé correr agua, mojando así mis muñecas y parte del antebrazo.
-Ahora que te olvidaste Sam...- dije divertida, al sentir la puerta abrirse, mi amiga era una descuidada total, pero al no escuchar ninguna respuesta y sentir pasos de más de una persona me puse alerta.
Siendo sinceras, es completamente normal entre mujeres, ir al baño en grupitos; lo anormal, es que ninguna diga una palabra, por eso estaba alerta, aunque lo más probable es que fueran ellos...
Si eran ellos, los ignoré, y si no lo eran también, por lo que seguí haciendo lo mío, mojando mis muñecas, nuca, y jamás levantando la cara, así no verían mi rostro en el espejo.
