—Yo te amo más cariño, ¿Tu hermano se ha portado bien contigo?— Pregunta.

—Mas que bien, sólo te llamaba para decirte que ya es hora de que tenga...— Me interrumpe.

—Michelle ya te he dicho que no, todavía no tienes tu mayoría de edad.— Ríe. — ¿Por qué quieres tener un coche?

—Max tiene novia y no quiero ver sus cursilerías. — Bufé.

—Entonces si es por eso cuando llegué iremos a comprar uno ¿Te parece?— Pregunta y chilló de emoción.

—Me parece perfecto, te amo.— Hablé.

Después de hablar con mi padre baje a la cocina encontrándome con los idiotas de los amigos de mi hermano, Kay mas dos chicas más.

Pase de largo ignorando a todos incluyendo a Max y a Kay.

—Lo siento, ¿Si?— Susurra.

—No es por eso Kay... Es que tu debes también de hacerte respetar no es a toda hora sexo y sexo también deben de compartir como novios que son.— Suspire.

—Lo tendré en cuenta ahora si me perdonas.— Hace un mohín.

—No estaba molesta solo estaba un poco abrumada. — Sonrei.

Sus brazos me envolvieron al igual con los míos.

—¿Quienes son esas dos chicas?—Pregunte.

—Una se llama Phoenix, es una amiga de Jayden y la otra es su prima que no recuerdo muy bien su nombre.— Responde.

Nos separamos y saco una manzana del refrigerador, salimos de la cocina y mi hermano me mira arrepentido cosa que lo ignoro.

—Mucho gusto, soy Michelle Gillies.— Me presente.

Las dos chicas me miraron mal, sabía que no nos íbamos a llevar muy bien que digamos.

—La hermana de Max.— Añade Rayden.

Asiento, vuelvo a subir por las escaleras para encerrarme de nuevo en mi habitación alejada del mundo real.

Pov's Jayden.

—Hijo, llegó Phoenix. — Habló mi madre.

Me puse mi sudadera y baje las gradas hasta la puerta principal en donde se encontraba Phoenix el amor de mi vida – Mi ex novia –.

—Hola,  Jay.— Saluda en tono normal.

—Hola, Phoenix. — Sonrei.

Mi prima apareció por la puerta lanzándose a mis brazos las cuales no tardaron en atraparla.

—Te extrañe tanto Jay. — Susurro.

—Yo también, hace ya tres meses que no nos vemos.— Susurré inhalando el cabello de mi prima.

Mi madre me contó que de pequeño me gustaba mi prima pero a medida que fui creciendo la quise como mi hermana.

—¿Donde esta mi tía? — Pregunta mientras se separa de mis brazos.

—En la cocina, ya sabes preparando la cena de Matt.— Sonreí.

—Los dejo solos, no quiero que se vuelvan perros y gatos.— Sonríe divertida.

Ambos asentimos, mi prima desaparece de nuestro campo de visión.

—¿Como te han ido en estos tres meses?— Pregunta tímida.

—Ven, vamos hablar en mi habitación. —Tomo su muñeca.— Quiero aclarar algo contigo.

Llegamos a mi habitación y nos sentamos en el borde de mi cama, ambos sin pronunciar ni una sola palabra.

—¿Por qué has venido?— Pregunté en un tono frío.

—Solo quiero que las cosas entre nosotros vuelva a ser lo mismo.— Solloza.

—Joder, Phoenix nada volverá a ser lo mismo. — Hable desesperado.

—Yo todavía te amo, Jay.— Solloza de nuevo.

—Yo no, Phoenix. — Hable.

Lágrimas cayeron de su rostro, no soportaba la idea de ver como una mujer lloraba por mi culpa así que decidí rodearla con mis brazos.

—Lo siento, pero yo ya no siento nada por ti pero si quieres podemos intentarlo.— Susurré.

—Yo si quiero Jay, todavía no puedo olvidarte. — Sollozo.

—Entonces intentemoslo de nuevo, volveremos a ser amigos. — Bese delicadamente sus labios.

(...)

Ahora estábamos en casa de Max, no se porque sentía ganas de querer ir a su habitación y comenzar a pelear con ella.

Pasos se pronunciaban cada vez más por las escaleras dejando ver a una Gillies perfecta, siguió derecho para la cocina ignorando nuestra presencia.

Luego Kailey se levanto del sofá para dirigirse hacía donde estaba Gillies.

—¿Quien es ella, Jay?— Pregunta Phoenix en un susurro.

—Ella es... Michelle Gillies.— Respondí.

Pasaron varios minutos hasta que las dos volvieron a salir de la cocina, Gillies se paró en la alfombra.

—Mucho gusto, soy Michelle Gillies.— Habló.

Sentí como Phoenix se tensaba y luego la miraba con celos, mientras que Roxana le sonreía.

—La hermana de Max.— Hablo Rayden.

Ella asintió y volvió a subir por las escaleras dejándonos nuevamente solos.

—¡Que bonita esta tu hermana, Max!— Chilla Roxana.

El asiente con una sonrisa, Rayden no ha dejado de mirar a mi prima lo cual lo entiendo.

—¿Hasta cuando te quedarás? — Pregunta Kailey.

—Según mis cálculos por ahí cuatro meses, pero no en casa de Max mi padre me ha alquilado un apartamento cerca de aquí, donde viviré con la novia de Jay.— Habló divertida.

Kailey dirige su mirada a mí, Max y Rayden hacen lo mismo.

—Si, ella es mi novia.— Hablé.

Phoenix sonrió orgullosa, la mandíbula de Max se tensó y se porque es la razón pero so quería intentar algo de nuevo con ella tendría que admitirlo.

Te Amo... Idiota.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ