10

316 26 1
                                    

P-perdón - dije apoyando las manos en el suelo, a ambos lados de su cadera, para dejar de aplastarla- L-lo lamento, no quise aplastarte.

Star seguía callada.
Yo estaba intentando recuperar fuerzas para pararme. Miraba mis manos con detenimiento, moviéndolas milímetro por milímetro hacia mí, cuando noté que me miraba fijamente.

La miré a los ojos, como ella hizo conmigo.
No se por qué, me dieron ganas de abrazarla.

Mis manos comenzaron a sudar, resbalándose poco a poco, haciendo que estemos cada vez más cerca. Su cercanía se sentía tan...extraña.

-Esto es un poco extraño - dijimos los dos a la vez. Luego de unos pocos segundos, comenzamos a reír.

Me separé de encima suyo y le entregué mi mano para ayudarla. Ella aceptó.
Seguíamos riendo, gracias a que yo tropecé con un cordón suelto y casi me caigo.

-Star, ¿Qué tenemos que hacer aquí? - deseaba con el alma no tener que pasar a través del ojo de algún habitante del salón arcade.

Si pasar por el ojo de un esqueleto vivo era aterrador...espera espera... ¿Un portal con la misma varita? Eso era aún más aterrador. Imagina todo ese poder en manos de Ludo, o de alguien MUCHO PEOR.
Entonces... Todo este tiempo...Star se pasó practicando no solo uno, sino varios hechizos.
¿Ella sabrá cuantas dimensiones tendremos que pasar? ¿Cuantos hechizos habrá practicado?
Por ahora, creo que sería mejor no preguntarle. Se ve tan concentrada, que odiaría desconcentrarla.

-Máquina número veintitrés. - Y salió a recorrer los largos pasillos. Yo la seguí.

-¡Bueno, estamos por el número ciento setenta y tres. Creo que nos quedaría mucho por recorrer! - le grité para que escuchara sobre el sonido de miles de máquinas de videojuegos.

Te necesito (Starco)Where stories live. Discover now