Capítulo 14: Destrucción.

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Todos terminaron de arreglarse antes que Aomine ya que se había ido a hablar con el entrenador. Pese a la derrota, el entrenador tampoco estaba enfadado. El partido fue intenso y habían dado todos lo mejor que tenían. Cuando finalizó su conversación con el entrenador, se desvistió y colocándose la toalla en la cintura, se marchó hacia las duchas. Todos se despidieron de Aomine y se quedó completamente solo en el vestuario.

Al abrir Aomine la cortina de la última ducha, se encontró con Tetsu desnudo en su interior temblando por el frío y sonrió. Se quitó la toalla colgándola por encima de la cortina y abrió el agua caliente.

- Podías haber dado el agua, estás helado - le dijo Aomine.

- Habrían sabido que había alguien en la ducha y tú no habrías entrado.

- ¿Cómo sabías que vendría a ésta?

- Siempre te duchas en la última, te gustan las más alejadas de la gente.

- Creo que me conoces demasiado bien - le sonrió Aomine antes de acercarse hasta Tetsu y devorar sus labios con fuerza - Te he echado de menos, Tetsu.

- Y yo a ti pero... tenemos que hablar de algo importante.

- ¿Puede ser después? - preguntó Aomine echando la vista hacia su erecto miembro haciendo sonreír a Tetsu.

- Vale - comentó.

Aomine deslizó sus manos por la parte trasera de los muslos de Tetsu y lo empujó hacia arriba para que subiera las piernas hasta su cintura, dejando así la espalda de Tetsu apoyada contra los azulejos de la ducha impidiendo que se cayese. Tetsu envolvió sus manos por la nuca de Aomine sin dejar de besar aquellos labios que tanto le gustaban. Quería hablar con Aomine, quería preguntarle por qué no había hecho aquel examen para ingresar en la policía pero ahora mismo... estando su piel rozando con la de él le era imposible, sólo pensaba en estar con él.

- Aomine... - sonrió Tetsu al despegar sus labios de él - Creo que has perdido.

Aomine pensó en aquellas palabras y recordó cuando Tetsu le dijo que quien perdiera tenía que dejar entrar en él. Recordar eso le hizo sonreír.

- Entonces debería dejarme penetrar por Akashi, ¿no crees? - le preguntó Aomine sonriendo.

- Eso jamás - le dijo Tetsu - No sé si algún día podré ganarte pero... voy a intentarlo, un día conseguiré entrar en ti, aunque sólo sea una vez en la vida.

- Sigue entrenando entonces, Tetsu, porque por el momento, sigues siendo mío.

Tetsu sonrió y volvió a unir sus labios con los de Daiki en un posesivo beso. Ni siquiera él mismo se reconocía ya en aquellos actos. Desde que había empezado a salir con Aomine y a tener más confianza en él, se había vuelto más decidido, casi sentía como si la fuerza de Aomine se pasara también a él. No quería ser aquel chico débil que todos veían cuando le miraban, quizá por eso admiraba a Aomine y esa fortaleza que siempre sacaba en las peores situaciones.

Aomine deshizo el beso empujando con suavidad con su nariz la barbilla de Tetsu para obligarle a levantar un poco la cabeza. Aprovechó aquel momento, para besar el cuello de su chico sacando algún leve gemido y consiguiendo que las manos de Tetsu se agarrasen con mayor fuerza al cuello del moreno.

El agua caliente seguía cayendo sobre ellos mientras ambos llenaban el pequeño recinto de gemidos y jadeos que no querían silenciar. Aomine llevó un par de dedos hasta la boca de Tetsu metiéndolos para que el chico de cabello azulado pudiera jugar con su lengua humedeciéndolos. Tras comprobar que estaban suficientemente lubricados, los llevó hasta la entrada de Tetsu introduciéndolos en él.

Un hilo para los rivales (Kuroko no Basuke, Aokuro)Where stories live. Discover now