Capítulo 10: Becas

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Ambos chicos caminaban en un tenso silencio. Aomine se llevó una manzana a la boca mordiéndola antes de mirar a Tetsu y su indecisión perdiendo su vista en aquel bollo que le había llevado para desayunar. Por unos segundos al ver una de las cafeterías de la zona llena de gente desayunando, no pudo evitar pensar que quizá ellos jamás tendrían esa oportunidad, no podían simplemente relajarse en un lugar público y estar juntos.

- ¿Por qué todo es tan complicado? – preguntó Tetsu sin mirar hacia Aomine.

- Sólo lo parece ahora – sonrió Aomine quitándole importancia – lo más importante es que estamos juntos. Disfruta el momento Tetsu, ya nos preocuparemos en el futuro. Cuando acabemos la universidad podremos hacer lo que queramos. Ahora sólo estudia y juega a baloncesto.

- Siempre lo ves todo muy fácil, Daiki – comentó Tetsu sonriendo.

- Es posible – sonrió tratando de relajar a Tetsu – vamos, démonos prisa o perderemos el metro.

Entraron por la estación y bajaron las escaleras hasta la parada. Cuando fueron a entrar en el vagón, los dos se dieron cuenta que Kagami estaba allí sentado, así que fingieron llevarse mal aún por la disputa de la otra vez y Aomine se alejó hacia el siguiente vagón sentándose en los últimos asientos pasando su vista de Tetsu a la oscura ventanilla.

Kagami les miró sin entender nada de lo que ocurría. Vio a Aomine al fondo del vagón con el pie sobre el asiento y su codo sobre la rodilla mirando por la ventanilla con los auriculares puestos y luego se fijó en Tetsu, mirando por la ventanilla también en sentido inverso a su antiguo compañero. Decidió entonces levantarse y sentarse al lado de Tetsu moviéndole la pierna bajándola al suelo y así poder sentarse en el asiento de al lado.

- Buenos días, Tetsu – comentó Kagami.

- Buenos días Kagami – susurró sin apartar sus ojos azules de aquella ventanilla.

- ¿Estás bien? – le preguntó Kagami.

- Perfectamente. ¿Por qué estaría mal?

- No sé, quizá por él – comentó señalándole con la cabeza a su antiguo compañero y Tetsu miró hacia Aomine que aún llevaba los cascos y miraba hacia otro lado.

- No me preocupa.

- No sabía que vivía por esta zona.

- Siempre coge este metro, su facultad está cerca de la nuestra. Simplemente he coincidido con él en la estación, no tiene mayor importancia – intentó disimular Tetsu.

- Oye Tetsu... lo de anoche...

- Ya te dije que no tiene importancia. Olvidémoslo.

Kagami no quiso seguir con aquel tema y apoyó su espalda contra el incómodo respaldo del asiento de aquel metro mirando nuevamente a Aomine. Desde luego no parecían llevarse nada bien esos dos y no pudo evitar sonreír internamente pensando que poco a poco él conseguiría alejarles.

Todavía le preocupaba todo lo que estaba empezando a sentir por Tetsu, por su bajito capitán. Nunca había sentido algo tan grande como aquello pero por algún extraño motivo, pese a pensar que el puesto de capitán le venía grande a ese chico, otra parte de él le gritaba que le protegiera, que era demasiado dulce y débil, que necesitaba a alguien tras él con un carácter más fuerte que le protegiera. Quería ser él esa persona que estuviera a su lado pero sabía que su capitán no le permitiría estar a su lado, ya le había rechazado la otra noche.

Un hilo para los rivales (Kuroko no Basuke, Aokuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora