Mi vergüenza fue extrema, no solo por verme tan ridícula cuando me pinto los labios y que el lo notara, sino también por que estaba realmente bueno. Era un espécimen perfecto de la naturaleza y me observaba atentamente con una ceja arqueada y burla en sus labios.

   Escuché la puerta abrirse y el Sr. Miller entró tranquilo y relajado. Todo paso tan rápido que me sentía como tonta. Lo peor fue cuando una puerta que no había visto se abrió y el chico entró.

   -Listo Srta. Rumsfeld, podemos empezar -Miller se percató de el chico y sonrió -Dylan, ¿Ya te vas?

   -No, de hecho -Guardó silencio por unos segundos mientras ponía su mirada en mi -¿Quien es la señorita?

   -Es una bacante para el puesto de Diseñadora Gráfica. Se llama Simone Rumsfeld.

   El chico asintió y sonrió burlón, mientras yo sentía una enorme vergüenza al verlo.

   -Ya veo... Lindo color de labial Srta. Rumsfeld.

   Su tono burlón pero coqueto me hizo desear estar bajo tierra ahora.

   Miller entrecerro sus cejas al no entender, mientras ambos miraban mis labios. Esto era realmente incomodo y se que el tal Dylan lo hizo a propósito solo para fastidiarme.

   -Bueno, me tengo que ir. Suerte Srta. Rumsfeld.

   -Gracias -Dije seca pero sonrojada. Quería regresar el tiempo y que esto nunca hubiera pasado..

   -¡Nos vemos pronto! -Se despide de el Miller.

   Al estar ambos solos, el Sr. Miller me mira tranquilo, se sienta en su silla de escritorio y me indica que tome asiento frente a él para empezar la entrevista.

   A un final, supongo que salió mejor de lo que pensé, ya que Miller me acompaño hasta la puerta.

   -Hasta luego Srta. Rumsfeld, que tenga un lindo día.

   -Igual Sr. Miller.

   Di la vuelta con mi sonrisa de par en par y escuché como se cerraba la puerta a mis espaldas, me sentía animada y con esperanza.

   Al salir del edificio, busqué las llaves del viejo mercedes, el auto amado de Barby. Al no tener vehículo, le supliqué a Barby que me lo prestara, y luego de casi dos horas de suplica, lo logré.

   Al fin las encuentro y abro la puerta del auto, entro y lo enciendo de inmediato. Suena como si fuera a explotar y luego normal, cierro la puerta y me dispongo a manejar.

   En media autopista, la lluvia empieza a caer, pero sonrío de par en par al saber que no me mojaré.

   -Hoy no lluvia, hoy no puedes joderme el día -Dije victoriosa en vos alta.

   Pensé que el viaje estaba siendo muy aburrido sin musica, así que tuve la magnifica idea de encender el radio.

   La canción de Snow Patrol-Chasing cars comenzó a sonar. Todo estaba saliendo perfectamente.

   Pero noté un humo extraño saliendo del motor, me extrañe pero no le di mucha importancia.

   Grave error...

   Pocos minutos después, el auto se detuvo y se apagó en media carretera.

   -¡No, no, no! -casi grité.

   Con el impulso, logré orillar la carcacha y pensé en llamar a Barby o a Randy, ya que Vic y Noa están ocupadas.

   Primero marque el número de Barby y tiro mi llamada a buzón, pero cuando marque el número de Randy, mi teléfono dio su último aliento de vida y murió. La batería estaba en cero.

   -Diablos -Me quejé e hice un puchero en el asiento.

   Tiré mi cuerpo totalmente contra el asiento y miré por el retrovisor, la lluvia nublaba un poco pero ahí estaba. ¡Era un teléfono público!

   En ese momento no me importó mojarme un poco mientras llegara alguien a ayudarme.

   Salí del auto a toda prisa y tomé el teléfono, pero cuando iba a marcar, recordé que Randy había cambiado su número y no me lo sabia, así que corrí de regreso al auto...pero adivinen. Las malditas llaves quedaron adentro y el auto estaba cerrado.

   -¡Oh no, vamos! -Grité frustrada bajo la lluvia intensa que caía -¡Genial! No podía ser todo felicidad. Alguna porquería tenia que suceder.

   Hice mil pucheros y berrinches, luego de unos minutos me canse y decidí pedir ayuda a los autos que pasaban, pero solo conseguí tragar agua de charco cuando pasaban a mi lado.

   Bravo Simone... Eres un genio...

   -Este día no puede estar peor.

   Pensé mientras me rendía al sentarme en la cajuela, pero unas luces llamaron mi atención, un BMW gris último modelo se detuvo a unos cuantos metros de distancia. De el bajo un hombre alto con una sombrilla negra grande, no podía distinguirlo por la lluvia, pero cuando llegó a mi lado, sentí que no debí haber hablado.

   Claro que si podía ponerse peor...

   El chico sonrió algo burlón al verme y suspiró.

   -La chica del labial sexy... Que coincidencia -Dylan miró mi atuendo mojado, el auto cerrado y suspiró -Creo que necesitas ayuda.
  

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Foto de Dylan en multimedia

  
  

Romances color vino (Sin Corregir)Where stories live. Discover now