Bebé (Yaoi/Gay)

33.

Gael.

– ¡Ahh...! Si... M-más... – gemía debajo de Alan, una de mis piernas estaba en su cintura y otra la agarraba Alan mordiéndome el muslo, me estaba penetrando tan duro que creo que no podré caminar mañana o en unas horas.

– Te gusta que tu papi te dé... – gruñía en mi oído mientras hacia sus movimientos más rápidos.

– ¡Si...! Carajo... D-dame más papi... – gemía.

Sus estocada eran más rápidas y fuertes, más que certeras en mi punto, volviéndome loco y gimiendo pidiendo más y más cada vez, lo bueno que tenemos el cuarto separado con el de Elliot que duerme como un oso en su cuarto, y ahora tengo a su padre penetrándome salvajemente. Mi interior sentía su miembro palpitar y los movimientos que hacía de salir y entrar en mí, era como tocar el cielo.

– Mierda, me vengo... – sentí que su mano iba a mi miembro, masturbándome.

– ¡Ahh...! – gemí y me vine en su mano, mi interior apretó su miembro, solo sentía los chorros en mi interior de su esencia.

Respirábamos agitados, se sintió tan bien, antes teniendo tanto sexo pero nunca estaba satisfecho y con todas las veces que lo hago con Alan, siempre se siente tan bien que me llena, es como una paleta pero no tiene fin, me satisface. Se acostó a un lado mío y sentía su esencia en mi interior, debía pararme para darme un baño y limpiarme, me levante de la cama con algo de dificultad que Alan vio y se iba a levantar para ayudarme pero lo detuve con una seña con mi mano.

– No, yo puedo además si entras no creo salgamos dentro de horas – dijo y asintió sabiendo lo que estaba pensando.

Tome un baño rápido, solo lavando mi cuerpo, antes de acostarme siempre tomo un baño y antes de irme a trabajar pero esta vez, solo será mi cuerpo, limpiando mi interior, después de mi baño con una toalla en mi cintura, me coloque unos bóxers y salí del baño, me acosté junto a él que me esperaba despierto.

– Te amo – dijo atrayéndome más a él, quede arriba de su torso, lo vi, bese esos pectorales.

– Yo también te amo – conteste.

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El sonido de la alarma y de otro sonido nos despertó, tenia de almohada a Alan, solo me tapaba más porque en serio estaba cansado, creo que dormimos hasta las 2 o 3 de la mañana, Alan quito la alarma pero el otro sonido no paraba.

– ¡Mi! ¡Pá! – decía Elliot, no sé qué signifique mí, se muchas otras palabras cuando quiere algo pero esta no.

– Ya vamos – dice Alan, abro un ojo y veo que acaricia su cabello.

Vi cuando Elliot se bajó de la cama y salió de la habitación, sabemos que no debemos cerrar la puerta porque no alcanza a abrirla pero lo que no entiendo es como se sale de la cuna, debe escalarla o quien sabe qué hará para salirse de ella. Los brazos de Alan me abrazan, sonreí y lo vi.

– Tenemos que levantarnos – dice y niego, no quiero sentir más dolor en mi parte trasera.

– Ño – conteste.

– Si no te levantas, te hare el amor tantas veces que no podrás caminar en una semana. – me advirtió y hago que pienso, suena muy buena esa idea pero debo ver las ofertas de trabajo así que será para la otra.

– Bien, pero tu harás el desayuno – dije y vi su perfecta sonrisa ladeada.

– Ve a bañarte – me ordeno y me levante disimulando mi dolor.