— ¿Y A QUÉ HORA PIENSA AVANZAR?! 

El señor lo miró por el retrovisor con una pequeña sonrisa. 

— No me ha dado ninguna dirección, señor. — dijo de la forma más amable posible. 

Sherlock asintió repetidamente con la cabeza, y tartamudeando dijo. 

— A...abbey road, p-por favor. 

(...) 

Sherlock estaba tenso. Se veía pálido, ojeroso, cansado. Pero en realidad, esos eran los síntomas de una persona enamorada temiendo por la vida de su amada. Y él, por primera vez era capaz de experimentarlo. Aunque de haber sabido que así sería, lo hubiera evitado. Ni el conductor ni él decían nada, hasta que finalmente llegaron a su destino. Lestrade bajó del taxi que iba detrás de Sherlock y le pagó a ambos. Lestrade se acercó al lugar dónde Sherlock se encontraba parado. 

— He llamado a mi equipo, no tardan. 

— Claro que van a tardar. Hay demasiado tráfico y tienen que pasar por las calles principales, los callejones no son buena opción. Si tienen suerte llegarán en 20 minutos. — contestó de manera fría y rápida. 

— Pero...

Sherlock lo ignoró y entró a aquel edificio, derribando de una patada la muy vieja puerta. Al entrar, sólo veían escombros por todos lados, sacó una linterna y comenzó a alumbrar el suelo...Se agachó y pasó los dedos por los restos de piso que había debajo de ellos. Sintió la arena, aplastándola entre sus dedos. Miró al frente, encontrándose con una puerta. Al abrirla, se toparon con un largo tunel...Dónde, probablemente, ella estaría esperándolos.  

— 20 minutos es tiempo suficiente para terminar de torturar, destrozar, empacar el cuerpo y esconder cualquier evidencia, ¿no has aprendido nada de éste asesino? Tortura a sus víctimas, las humilla, las hunde en un vacío emocional antes de matarlas...— Lestrade escuchaba atentamente la preocupacion y angustia de Sherlock —...En este momento, Jane está siendo expuesta a demasiadas emociones que no podrá controlar. Miedo, angustia, culpa, remordimiento, furia, tristeza. — Sherlock paró unos segundos para tomar aire. — Detrás de ésta puerta...

Holmes se detuvo frente a la gran puerta de metal que se encontraba al final del pasillo, su respiración estaba agitada, su palidez había aumentado, sus manos temblaban. ¿Que le esperaría en aquella desolada habitación? ¿El cadáver de Jane Watson, o el de Charles Allen?. Lestrade lo miró de reojo, y se dió cuenta de que no era capaz de abrir aquella puerta. Tenía miedo. Ambos lo tenían. Pero, Lestrade decidió ayudarle, y sin más abrió la puerta, encontrándose con...

— N-nada...— susurró Sherlock. — No hay n-nada...¡NO ESTÁN AQUÍ! —  gritó histérico. 

Sherlock cayo al suelo de rodillas, su mente comenzó a dar vueltas. << ¿Que he hecho mal...? >> pensó. Se reincorporó lentamente y en la esquina, vió un sucio pedazo de tela. Corrió hacia él y lo tomó, y después de olerlo, dijo: 

— E-es de Jane...— dijo en voz baja. — Estuvieron aquí...

— ¿Qué?

— Cállate. 

— Sher...

— ¡SILENCIO! — gritó Sherlock, haciendo retumbar la habitación. 

Colocó sus dedos sobre la cien, y cerró los ojos con fuerza. Necesitaba una respuesta, ¿a dónde se la habían llevado?...Tras sentir leves punzadas en su cabeza, ahí se encontraba él, en su Palacio Mental, dónde por supuesto, le esperaba su hermano mayor, Mycroft. 

Sherlocked (BBC Sherlock & Tú).Where stories live. Discover now