Capitulo IV

4.5K 324 174
                                    

Hace mucho tiempo no veía un cadáver...Dí un último y frío suspiro para después caer dormida. Profundamente dormida...

Me dejaste morir...

— ¿Hola? ¿Quién está ahí?!

Me mataste, Jenn

— ¿Q-qué?...

¡ME MATASTE, JENN WATSON! ¡ME MATASTE! ¡¡ME DEJASTE MORIR!! 

Pegué un grito bastante fuerte y desperté de golpe. Me fijé en el reloj que estaba en la mesita de centro. 4:12 a.m. Suspiré pesadamente y me dejé caer en el sofá. Cubriéndome la cara. Sherlock salió corriendo de su habitación con un palo, encontrándome tirada en el sofá.

— ¿Estás bien?— se acercó, tocando mi hombro con el palo.

— S-sí...— suspiré con pesadez, y un muy mal humor — No es nada.

Sherlock me miró fijamente, con expresión altiva, duró unos segundos en silencio, en eso llegó la Sra. Hudson, Sherlock finalmente relajó los músculos. 

— Eres doctora. Un paciente murió por tu culpa, ¿no es así? Por eso lo has dejado..—  Entrecerró los ojos— Porque la conciencia te pesaba cada, segundo, del día. Era...un niño—  me miró fijamente —no, una niña. Mmm...¿11 años? Niña, 11 años, operación del corazón. 

Sentí lágrimas caer. Intenté retenerlas pero me costaba mucho trabajo. Me puse de pie, tomé mi abrigo y me dirigí a la puerta.

— Saldré a tomar aire.— dije bajito. 

Al bajar las escaleras, escuché como Martha le gritaba y pegaba a Sherlock. Quién estaba en silencio.

— ¿Que acaso quieres morir solo, Sherlock?!— dijo la Sra. Hudson, indignada.

Abrí la puerta y la cerré de golpe, provocando un fuerte estruendo. Mi pijama eran unos pantalones negros, así que con el abrigo encima no me veía tan mal. Aún así, eran las 4 de la mañana, no creo que a nadie le importe cómo voy vestida.

(...)

Dos horas después de mi larga caminata, iba de regreso a casa, la cual ya estaba cruzando la calle. Entré, y me encontré a la Sra. Hudson con una bandeja de té, sonrió aliviada en cuanto me vió y me ofreció una taza. Agradecí y la tomé, subí las escaleras para llegar al piso. Entré seguida de Hudson, no había señales de Sherlock. Suspiré y me senté en el sofá, el mismo en el que había dormido la noche anterior. Seguí tomando mi té. Sentía mis ojos hinchados, y secos por el frío aire. Suspiré frustrada. En eso, escuché pasos lentos acercarse, los ignoré. Sherlock se recargó en el marco de la puerta, mirándome fijamente. Lo ví de reojo.

— Siento lo que dije...hace rato.—dijo haciendo muecas, era obvio que la Sra. Hudson lo había obligado. Ya que la miraba a cada segundo.

— Déjalo.— suspiré y reí bajito.

— No, no está bien.— dijo dando un paso al frente. La sra. Hudson asintió con la cabeza y se fue de ahí, Sherlock se relajó un poco al dejar de ser obligado con ella

— No importa, Sherlock. En serio.—dije intentando no darle tanta importancia

— Iremos a cenar hoy en la noche. — dijo de golpe

Empecé a toser, ya que el té se me había ido por otro lado, Sherlock me frunció el ceño. 

— ¿A una...cita?— fruncí el ceño. Mirándolo perdida.

— Reunión amistosa. Van a ir unos conocidos. — dijo haciendo la cabeza de lado.

Sonreí y asentí con la cabeza. Dándome cuenta de lo tonta que había sonado.

Sherlocked (BBC Sherlock & Tú).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora