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Capítulo 6

Narración.- Omnisciente

Mendes estaba realmente frustrado, lo que buscaba era causar frustración el la mente de Allison puesto a que eso era lo que le llamaba la atención a un asesino a sangre fría.

Torturar a la victima elegantemente, meterse en el subconsciente de las personas y presionar los nervios correctos para admirar la escena de la débil persona retorciéndose ante la duda.

¿Deberé comer?

¿Intentará envenenarme?

Nada le causaba mas placer que sentir ese cosquilleo en su estómago y la sonrisa retorcida que se formaba en su rostro cuando admiraba sus manos chorreando sangre de su victima mientras calcula a que paso alcanzará a la siguiente.

El asesino tomó un respiro y observó a la chica dormir. Sentía un extraño repiqueteo en su nuca, tenía una extraña atracción hacia ella pero a la vez no podía tolerarla. No era tan joven, a duras penas un año menor que él pero tenía una mente muy interesante, paciente y noble pero al mismo tiempo resbaladiza y retorcida.

Como si cada que el quitara la mirada de encima de ella pareciera que en su mente planeara un plan de escape.

Lo que el asesino no sabía es que ella realmente fantaseaba sobre él, sobre como sería si esta no fuera su situación. Si el chico fuera dulce y cariñoso con ella.

Todas las noches soñaba con su sonrisa y el las mañanas admiraba sus ojos.

Pero lamentablemente la situación era esa, él era rudo y violento.

Su sonrisa era sínica y su risa casi perversa. Sus manos frías pero suaves y su agarre era duro como si no le importara lastimarla. Y así era.

Habían pasado los días, pero no las circunstancias.

Allison estaba sucia, tenia moretones a lo largo de sus antebrazos gracias a los jalones y empujones que el chico le daba.

La chica avanzó de puntillas hacia la habitación de Shawn y tocó levemente, estaba asustada pero necesitaba pedírselo.

Shawn abrió la puerta y sintió su estómago caer.

– ¿Qué demonios haces? ¿No recuerdas que no te quiero cerca de mi habitación?

Allison tomó un respiro y mordió su labio.

– Se que no me quieres aquí, pero...-Ella tomó un respiro- Necesito bañarme, me siento sucia.

Mendes tomó un respiro y dio un paso hacia la derecha dándole entrada a su habitación.

– Toallas a la derecha, shampoo y jabones en la cajonera de abajo. No tardes.

Allison se sintió aliviada, entró al baño y se deshizo de su ropa.

Vaqueros.

Remera.

Calcetines.

Dio un paso y suspiró gracias a la caliente sensación del agua cayendo sobre su cuerpo.

Enjuagó su cabello y dejó que el agua cayera en su rostro.

Demoró unos cuantos minutos en lo que enjabonaba su pequeño cuerpo y otros tantos mientras se enjuagaba.

Mendes estaba desesperado. ¿Y si descubría que la ventana estaba abierta?

No podía esperar más así que decidió abrir la puerta de una vez por todas y quedó anonadado con la imagen.

Allison era hermosa pero, simplemente no podía mostrar debilidad.

Debía ser fuerte.

Mordió su labio, a la mierda esto.

A la mierda resistir.

Entró al baño y se deshizo de su propia camisa, bajó sus vaqueros pero conservó sus boxers.

Se deslizó en la ducha y envolvió sus brazos alrededor de la pequeña cintura de la chica, la cual brincó del susto pero se tranquilizó al ver que se trataba de Shawn.

Ella estaba asustada pero al mismo tiempo le agradaba la idea de que el estuviera abrazándola, pero algo la preocupó de más.

Estaba desnuda.

Desnuda y vulnerable.

– Sh-Shawn estoy...

El asesino lazó una risa que resonó roncamente gracias al eco de las paredes y la atrajo mas a él.

– Lo se pequeña, y eres jodidamente hermosa.

Ella sintió el color subir a su rostro, recargó su cabeza en la clavícula de Mendes y lo miró con ojos llenos de inocencia.

Toda la seriedad aquí se iría al carajo.

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