Epílogo

26.4K 1.6K 123
                                    

¡Hola a todas! Sobre todo disculpad el retraso en subir estas dos últimas veces. He tenido problemas de salud un poco serios, aunque ya estoy mejor.
En segundo lugar, quiero agradecer a WholeWorldBlind la mención en su novela. ¡Muchas gracias! Y también volver a dar las gracias a Themickaelsonbrother por sus preciosas portadas para mis historias. Ahora me dedicaré a ir sustituyendo con ellas las que tenía.
En tercer lugar, contestar a lo que muchas me habéis preguntado. Mi próxima novela será la primera de la saga "Descendientes". Los hijos de los que han sido protagonistas de las dos sagas anteriores se convertirán en los nuevos protagonistas. ¡Espero que os guste! Y os lanzo un reto : averiguar quién será el / la primer@.

Y sin más, me despido y os dejo con el epílogo de Zuria. Sé que el final no os ha gustado a todas, pero, aunque me encantaría, supongo que eso es imposible.
Muchas gracias por vuestra fidelidad y ¡hasta dentro de unas semanas!

Cuando Zuria y Kai volvieron con la manada habían asegurado acuerdos con las hadas, los vampiros y los vamps. El alfa se puso en contacto de inmediato con las otras manadas para hacerles la misma oferta. Todas menos una aceptaron. Y lo entendieron cuando supieron que la nueva compañera de su alfa era Tania.
-No vamos a aliarnos con esos cadáveres andantes -aseguró Dirk, el alfa, con desprecio.
-Es una alianza muy beneficiosa, Dirk-aseguró Kai-estaremos mucho más protegidos.
-Ellos son nuestros mayores enemigos-intervino Tania- ¿cómo puedes decir que tenemos que aliarnos con ellos?
-No son nuestros enemigos-argumentó Zuria.
Tania la miró con odio.
-Tú cállate, zorra. ¿Qué diablos sabéis las hadas de quienes son los enemigos de los lobos? No sabes nada de nosotros. ¿O acaso crees que por haberte metido en la cama con Kai te has convertido en una loba?
Kai obvió a la loba y miró al alfa directamente.
-Si tu compañera vuelve a insultar a la mía, tú y yo tendremos problemas, Dirk-advirtió con frialdad.
- ¿Te atreves a amenazarme? Te recuerdo que estás en mi aldea, Kai.   Kai suspiró.
-No te dejes llevar por el despecho de Tania, Dirk. Estoy buscando lo mejor para los lobos. No te quedes fuera por ella.
-He dicho todo lo que tenía que decir. Alejaos de mi manada, alfa Kai. No sois bienvenidos en ella.
El chico asintió y cogió a Zuria de la mano para alejarse.
-Pero… ¿no vamos a hacer nada? -preguntó la chica.
-No hay nada que hacer, Zuria. El alfa ha dicho su última palabra. No podremos volver hasta que no haya otro alfa. Hemos tenido suerte con que nos haya dejado marchar.
Los dos se alejaron en dirección a su aldea. Unos cuantos lobos de su propia manada les esperaban a las afueras, pero antes de llegar alguien les salió al paso.
-Tania…
Kai se puso delante de Zuria y la loba la miró con desprecio.
-Siempre escondiéndote detrás de él, hada.
Zuria se movió para esquivar el cuerpo de su compañero.
-Basta Kai, puedo defenderme sola.
-No, no puedes. Tú eres un hada y ella es una loba.
-No temas por ella, Kai. Aún no ha llegado mi momento. Pero llegará. No te olvidaré, hada. Y, cuando menos lo esperes, te haré pagar todo lo que me has hecho. Te haré sufrir como nunca. Quizás tarde 100 años, pero te prometo que, algún día, te arrepentirás de haberme conocido.
Kai gruñó y se movió hacia ella, pero la loba ya se había transformado y desaparecido en el bosque. Kai quiso correr tras ella, pero el hada le sujetó de un brazo.
-No Kai. Déjala.
-Te ha amenazado.
-No me preocupa. Tengo todo lo que necesito. No puede hacerme daño.
- ¿Todo lo que necesitas?
Ella asintió y se colgó de su cuello.
-Tengo mi propia manada, un compañero al que amo y una hijita preciosa.
-Tienes un compañero que te ama muchísimo, hada. Y una hija…de momento.
- ¿Quieres más hijos?
-Quiero muchos hijos, amor-aseguró él besando su cuello hasta hacerla estremecerse-de hecho, creo que vamos a empezar ahora mismo a hacer otro bebé.
-Nos están esperando…-protestó ella.
-Soy el alfa. Esperarán lo que haga falta.
Los dos se deslizaron al suelo sin que Zuria protestara de nuevo. Drew, que se había acercado preocupado por la tardanza de la pareja sonrió al verles entre los árboles.
-Poneos cómodos, chicos-ordenó al volver con los hombres-me parece que tendremos que esperar un buen rato.

Zuria (saga hadas 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora