9. Capítulo

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Capítulo dedicado a Haters3010

Zuria se sentó en el círculo, al lado de Andrea, lo más lejos que pudo de Kai. La loba la miró con curiosidad.
-¿Estás bien, Zuria?-preguntó.
Ella asintió y se concentró en comer del plato que tenía en las manos. Tenía que mantenerse fuerte. Desde que había llegado aquí, había olvidado su esencia. Era un hada. No volvería a olvidarlo. Y si tenía que utilizarlo, lo haría.
El ambiente era festivo. Todos estaban alrededor de una zona de arena central, esperando que el primer desafío tuviera lugar. Por lo que Andrea le había contado, las peleas eran más amistosas que otra cosa. Una forma de entretenimiento y también de dar salida a la energía de los lobos. Aunque también había veces que se dirimían disputas en una pelea.
-Andrea, ¿cuánto hay de aquí a la tierra de los humanos?-preguntó la chica mirando a la arena, donde un par de chicos habían salido.
La loba la miró con los ojos muy abiertos.
-¿No estarás pensando en irte?
Zuria no contestó. No podía mentir.
Andrea miró a su alrededor antes de hablar.
-Escucha, no puedes irte a ningún sitio. Si te atrapa alguna otra manada te utilizará contra nosotros. Y aunque consigas salir de aquí, tendrías que atravesar el territorio de los demonios o el de los vamps. No llegarías viva. No hagas ninguna estupidez, por favor.
Zuria bajó la cabeza sin prometer nada y Andrea tuvo que callarse ya que Drew se acercó a ellas.
-¿Cómo están mis chicas favoritas?-saludó.
Andrea le besó y Zuria le sonrió con timidez. Drew miró al hada con cariño.
-Mi hermano es un idiota, Zuria.
La chica negó con la cabeza.
-No quiero hablar de él, Drew.
-De acuerdo-se conformó el chico-pero es un idiota.
La primera lucha empezó. Eran combates muy cortos, de apenas 3 minutos. Y no había reglas. Todo estaba permitido, excepto transformarse, tenían que pelear en forma humana. Las dos primeras fueron dos parejas de chicos, la tercera eran dos lobas. La cuarta, para sorpresa de Zuria, era entre Kai y Drew. Ella miró asustada a Andrea, que se encogió de hombros.
-No te preocupes, lo hacen a menudo. Son hermanos y, además, alfa y beta. Tienen mucho que discutir.
Los dos chicos empezaron a bailar uno alrededor del otro. Hasta que Drew pareció cansarse y lanzó un puño contra la cara de Kai. Le alcanzó de lleno y este cayó al suelo. Drew se echó encima y pasaron los siguientes minutos golpeándose uno al otro. Cuando el tiempo acabó, Drew, que parecía haber salido mucho mejor parado, ayudó a levantarse a su hermano.
-Kai no se ha defendido-aseguró Andrea-Drew no tiene nada que hacer contra él si se emplea a fondo. No sé qué culpa ha pagado esta noche, pero, desde luego, la pelea era para eso.
Zuria apartó la vista del alfa, que se había quitado la camiseta para valorar los rasguños que tenía en el cuerpo. La voz de Tania la sorprendió por detrás.
-Bueno hada. Es nuestro turno-dijo señalándola la arena- a no ser que vayas a seguir escondiéndote mucho tiempo.
-Basta Tania. Sabes que lo he prohibido-la voz de Kai era firme a pesar de que acababa de pelear.
-No será aceptada hasta que no salga ahí, alfa.
-Hoy no lo hará.
El hada se puso en pie y avanzó hasta la arena. Kai la miró con enfado.
-Pelearé-dijo la chica-no necesito que me protejas.
El chico avanzó en dos zancadas hasta ella.
-Sal de la arena, Zuria. No me hagas enfadar...otra vez. No tienes nada que hacer contra Tania.
-Ya lo sé. Pero no voy a permitir que ni ella ni nadie me maltrate.
Kai apretó los labios y se retiró. Tania miró a Zuria con maldad.
-Voy a disfrutar esto, hada-aseguró.
-Hazlo mientras dure. Algún día te ganaré, Tania.
La loba rio y luego se lanzó sobre Zuria. Era por lo menos diez centímetros más alta que ella, así que la tiró al suelo sin ninguna dificultad. Allí, la abofeteó con fuerza. Zuria trató de sujetarle las manos y quitársela de encima, pero la loba pesaba demasiado. Cuando volvió a abofetearla, el hada decidió que era suficiente. Reunió toda la magia de que fue capaz y la lanzó contra la loba. Ésta salió disparada y cayó al suelo. Zuria se levantó y se limpió la sangre de la boca. La sorprendieron los aplausos a su alrededor. Al parecer, Tania no era demasiado apreciada. La loba se incorporó despacio y la miró con odio. Zuria se resignó, no podía hacer nada más. La quedaban dos minutos de recibir. Vio a Kai darse la vuelta para alejarse. Lo siguiente que notó fue el puñetazo de la loba en su rostro.

-Estoy bien, Andrea. Sólo necesito descansar-aseguró el hada por enésima vez.
La noche había terminado y casi todos se habían retirado ya. Zuria había aguantado estoicamente después de la paliza que Tania la había dado, pero ahora solo deseaba acostarse, dormir y olvidarse de todo por unas horas.
-Necesitas que te curen esas heridas, Zuria-insistió la loba.
-Yo lo haré-la voz de Kai hizo que el hada se tensara de inmediato. Él no había vuelto a aparecer después de la pelea.
Drew le miró suspicaz y Kai puso los ojos en blanco.
-Llévate a tu compañera a casa, hermano. Ha sido un día muy largo.
Kai cogió a Zuria en brazos y entró en la casa cerrando la puerta.
-Suéltame-ordenó ella.
-Cállate, Zuria.
El tono seco del alfa le quitó las ganas de discutir. Él le sentó en la silla del baño y abrió el armario. Sacó gasas y un desinfectante y se lavó las manos.
-Esto te dolerá un poco-advirtió cuando empezó a limpiarle las heridas.
Ella se estremeció pero aguantó sin quejarse. Kai limpió con paciencia cada herida y arañazo.
-Has vuelto a enfrentarte a mí-señaló.
-No puedo seguir escondiéndome detrás de ti o de Andrea.
El chico suspiró y se levantó. Luego la hizo ponerse de pie.
-Ven, necesitas una ducha. Estás llena de arena.
-No creo que pueda aguantar mucho más de pie, Kai. Solo quiero dormir.
Cuando el lobo empezó a desabrocharla la camisa, Zuria trató de apartarle las manos.
-Déjame cuidar de ti, Zuria-pidió-descansarás mejor después de un baño.
-¿Te sientes culpable?-preguntó ella con expresión de enfado.
-Me he estado sintiendo todo el día como una mierda-afirmó él-no voy a volver a atacarte, te lo prometo.
El hada apartó las manos con lentitud y Kai la desnudó con rapidez. Luego abrió la ducha y la metió dentro. Enseguida, él estaba detrás.
-Estás golpeada por todas partes-murmuró-mañana te dolerá todo el cuerpo.
-Lo sé-suspiró ella dejándose acariciar por el agua.
El chico la lavó el pelo y se lo aclaró. Hizo lo mismo con su cuerpo con rapidez y la envolvió en una toalla grande antes de levantarla en brazos y llevarla a la cama.
-Métete dentro-ordenó separando las mantas después de secarla-vuelvo ahora.
Ella suspiró y se preparó para dejarse abrazar por el sueño. Kai la sacudió para despertarla.
-No te duermas aún, Zuri. Tómate esto.
-¿Qué es?-preguntó viendo la pastilla que le tendía.
Kai sonrió.
-Sólo es un antiinflamatorio. Te quitará un poco las molestias.
Ella tragó la pastilla con ayuda del vaso de agua que él le tendía. Luego Kai deslizó una camiseta por su cabeza.
-Necesitas un poco de hielo en esa mejilla-murmuró.
-Necesito dormir-aseguró ella.
-Descansa-el lobo la besó con suavidad-yo me ocuparé de ti.
Apenas fue consciente cuando volvió con un paño con hielo y se lo puso en la mejilla. Al instante siguiente estaba dormida.

Zuria (saga hadas 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora