My Angel *Dark Angel #2*

Hey

-¿Te sientes bien?- pregunta Dixon cuando subimos las escaleras para ir a la habitación.

-Me duele un poco pero es soportable.- susurro porque es tardísimo.

-Kris, lo que dijo Beth no...- lo interrumpo.

-Tiene razón.- me detiene de la mano.

-No.- asegura mirando mis ojos.

-Daryl no puedo ni abrochar mis pantalones.- mis ojos se llenan de lágrimas. -¡No puedo siquiera comer como siempre!- me abraza.

Por fin lloro todo lo que había guardado desde que desperté.

-Kris no digas eso.- susurra.

-Sólo quiero dormir, Daryl.- él asiente luego de darme un beso en la frente.

Seguimos caminando hasta la habitación.

Me siento en la cama luego de quitarme las botas.

-¿Kris?- pregunta. -¿Dejaste a Tony con Rus?-

-Sí, en lo que me... acostumbro a hacer todo.- me sonríe un poco.

-Me parece bien.- se acerca a mí.

-Me urge que Wren regrese, ¿Y si le pasa algo?- susurro.

-No, es fuerte.- claro que Wren es fuerte pero incluso al más fuerte pueden derrotarlo de algún modo.

Dixon se levanta y va a buscar algo en su mochila, yo me quito los pantalones con lentitud.

Me meto en entre las sábanas con cuidado de no tocar el muñón; las pastillas funcionan pero no quitan el dolor por completo. De la mesita de noche tomo un par de cápsulas y las llevo a mi boca, le doy un sorbo al vaso con agua y las trago.

-Daryl... dime algo.- hablo bajito, mientras él se quita los vaqueros.

-¿Qué?- pregunta y se acerca de nuevo a la cama, metiéndose entre las sábanas.

-¿Tú... tú estás cómodo con lo que me pasó?- pregunto bajito.

-No veo problema en nada.- alza los hombros. -Y si crees que quiero dejarte porque no tienes una mano... Kris estás loca.- sonrío un poco. -Incluso sería más interesante.-

-Daryl eres un tonto.- ambos reímos un poco.

Me acomodo para dormir (Rus dijo que era mejor si dormía un poco inclinada, para evitar cualquier tipo de roce con la herida) y cierro los ojos. Una de sus manos se posa en mi pierna.

-Te quiero, Krista.- sonrío débilmente.

-Te quiero, Dixon.-

●●

Hay un gran lodazal frente a nosotros, lleno de muertos intentando tomar un poco de nuestra carne.

-No podemos pasar por allí.- hablo dejando caer mi mochila al suelo.

-Es el único camino.- Wren toma mi mano. -Debemos encontrar a los otros, Kris.- lo sé, no debimos separarnos pero tampoco estoy muy de acuerdo en ir a una muerte segura para lograr encontrar al grupo.

-Pero...- niega.

-Vamos, yo llevaré las cosas y tú abres el camino.- insiste y toma las dos mochilas.

Acepto a regañadientes y saco la espada.

-¿Cómo planeas no caer en el lodo?- pregunto intentando detener lo que estamos a punto de hacer.